Las etapas del trabajo de parto y el parto: ¡llegó el momento de tener al bebé!

El trabajo de parto es un proceso natural. Esto es lo que puedes esperar durante las tres etapas del trabajo de parto y el parto, y lo que puedes hacer para sentirte más cómoda.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

El trabajo de parto es una experiencia única. A veces termina en cuestión de horas. En otros casos, el trabajo de parto pone a prueba la energía física y emocional de la madre.

No sabrás cómo se desarrollará el trabajo de parto y el parto hasta que sucedan. Sin embargo, puedes prepararte entendiendo la secuencia típica de los eventos.

Etapa 1: Trabajo de parto temprano y trabajo de parto activo

La primera etapa del trabajo de parto y el nacimiento se produce cuando empiezas a sentir contracciones persistentes. Estas contracciones se vuelven más fuertes, más regulares y más frecuentes con el tiempo. Hacen que el cuello del útero se expanda (se dilate) y se ablande, además de acortarse y afinarse (borrarse) para permitir que el bebé entre en el canal de parto.

La primera etapa es la más larga de las tres etapas. En realidad, se divide en dos fases: el inicio del trabajo de parto y el trabajo de parto activo.

Inicio del trabajo de parto

Durante el inicio del trabajo de parto, el cuello del útero se dilata y se borra. Es probable que sientas contracciones leves e irregulares.

A medida que el cuello del útero comienza a abrirse, podrías notar una secreción rosada clara o ligeramente sanguinolenta de la vagina. Esto es probablemente el tapón mucoso que bloquea la abertura del cuello del útero durante el embarazo.

¿Cuánto tiempo dura?: el trabajo de parto prematuro es impredecible. Para las madres primerizas, la duración promedio varía de horas a días. Suele ser más corto en los partos posteriores.

Lo que puedes hacer: para muchas mujeres, el inicio del trabajo de parto no es especialmente incómodo, pero las contracciones pueden ser más intensas para algunas. Trata de mantenerte relajada.

Para promover la comodidad durante el trabajo de parto prematuro:

  • Ve a dar un paseo.
  • Toma una ducha o un baño.
  • Escucha música relajante.
  • Prueba las técnicas de respiración o relajación que te enseñaron en la clase de preparación para el parto.
  • Cambia de posición.

Si tienes un embarazo sin complicaciones, es posible que pases la mayor parte del inicio del trabajo de parto en casa hasta que las contracciones empiecen a aumentar la frecuencia y la intensidad. El proveedor de atención médica te indicará cuándo debes ir al hospital o al centro de partos. Si rompes la fuente o presentas sangrado vaginal significativo, llama de inmediato al proveedor de atención médica.

Trabajo de parto activo

Durante el trabajo de parto activo, el cuello del útero se dilatará de 6 a 10 centímetros y las contracciones se volverán más fuertes, más cercanas entre ellas y regulares. Podrías tener calambres en las piernas y sentir náuseas. Es posible que sientas que rompes la fuente, si es que no lo has hecho ya, y que tengas un aumento de la presión en la espalda. Si aún no te has dirigido a tu centro de trabajo de parto y parto, este es el momento.

No te sorprendas si tu entusiasmo inicial disminuye a medida que el trabajo de parto progresa y las molestias se intensifican. Pide analgésicos o anestesia si lo deseas. El equipo de atención médica colaborará contigo para tomar la mejor decisión para ti y tu bebé. Recuerda que eres la única que puede juzgar tu necesidad de aliviar el dolor.

Cuánto dura: el trabajo de parto activo suele durar de 4 a 8 horas o más. De media, el cuello del útero se dilatará aproximadamente 1 centímetro por hora.

Lo que puedes hacer: busca el aliento y el apoyo de tu asistente de parto y del equipo de atención médica. Prueba las técnicas de respiración y relajación para aliviar el malestar. Usa lo que aprendiste en la clase de preparación para el parto o pide sugerencias al equipo de atención médica.

A menos que necesites estar en una posición específica para permitir una vigilancia estrecha de ti y de tu bebé, considera estas maneras de promover la comodidad durante el trabajo de parto activo:

  • Cambia de posición.
  • Rueda sobre una pelota de goma grande (pelota de nacimiento).
  • Toma una ducha o baño caliente.
  • Camina y detente a respirar durante las contracciones.
  • Realiza un masaje suave entre contracciones.

Si necesitas tener un parto por cesárea, tener comida en el estómago puede generar complicaciones. Si el proveedor de atención médica cree que podrías necesitar una cesárea, puede recomendarte pequeñas cantidades de líquidos claros, como agua, hielo, paletas de helado y jugo, en lugar de alimentos sólidos.

La última parte del trabajo de parto activo (a menudo llamada transición) puede ser especialmente intensa y dolorosa. Las contracciones se acercan entre ellas y pueden durar de 60 a 90 segundos. Sentirás presión en la región lumbar y el recto. Informa al proveedor de atención médica si sientes la necesidad de empujar.

Si quieres empujar, pero no estás completamente dilatada, el proveedor de atención médica te pedirá que no lo hagas. Empujar demasiado pronto puede hacer que te sientas cansada y que se te hinche el cuello del útero, lo que puede retrasar el parto. Jadea o respira para superar las contracciones. La transición suele durar de 15 a 60 minutos.

Etapa 2: el nacimiento de tu bebé

Ya es la hora Darás a luz a tu bebé durante la segunda etapa del trabajo de parto.

Cuánto dura: puede tomar desde unos pocos minutos hasta unas pocas horas o más traer a tu bebé al mundo. Puede tomar más tiempo para las madres primerizas y las mujeres que han recibido una epidural.

¿Qué puedes hacer?: empujar El proveedor de atención médica te pedirá que hagas fuerza hacia abajo durante cada contracción o te dirá cuándo empujar. O se te puede pedir que empujes cuando sientas la necesidad de hacerlo.

Cuando llegue el momento de empujar, puedes probar diferentes posiciones hasta que encuentres la que se sienta mejor. Puedes empujar mientras estás en cuclillas, sentada o arrodillada, incluso sobre las manos y las rodillas.

En algún momento, es posible que se te pida que empujes con más suavidad o que no empujes en absoluto. Esto les da a tus tejidos vaginales tiempo para estirarse en lugar de desgarrarse. Para mantenerte motivada, puedes preguntar si te permiten tocar la cabeza del bebé entre tus piernas o verla en un espejo.

Después de que salga la cabeza del bebé, el resto del cuerpo del bebé seguirá de inmediato. Si es necesario, se despejarán las vías respiratorias del bebé. Si has tenido un parto sin complicaciones, es posible que el proveedor de atención médica espere de unos segundos a unos minutos antes de cortar el cordón umbilical. Retrasar el pinzamiento y el corte del cordón umbilical después del parto aumenta el flujo de sangre rica en nutrientes desde el cordón y la placenta hasta el bebé. Esto aumenta las reservas de hierro del bebé y reduce el riesgo de anemia, lo que favorece un desarrollo y crecimiento saludables.

Etapa 3: Expulsión de la placenta

Después de que nazca tu bebé, probablemente sentirás una gran sensación de alivio. Puedes sostener al bebé en tus brazos o sobre tu abdomen. Disfruta del momento. No obstante, están pasando muchas cosas. Durante la tercera etapa del trabajo de parto, expulsarás la placenta.

Cuánto tiempo dura: la placenta suele desprenderse en 30 minutos, pero el proceso puede durar hasta una hora.

Lo que puedes hacer: ¡relájate! A estas alturas, es probable que dediques toda tu atención al bebé. Puede que no te des cuenta de lo que pasa a tu alrededor. Si lo deseas, intenta amamantar a tu bebé.

Seguirás teniendo contracciones leves, menos dolorosas y muy seguidas. Las contracciones ayudan a que la placenta se desplace hacia el canal de parto. Te pedirán que empujes ligeramente una vez más para expulsar la placenta. Es posible que te administren medicamentos antes o después de la expulsión de la placenta para estimular las contracciones uterinas y minimizar el sangrado.

El proveedor de atención médica examinará la placenta para asegurarse de que esté intacta. Cualquier fragmento restante debe extraerse del útero para evitar el sangrado y las infecciones. Si te interesa, pide ver la placenta.

Después de que expulses la placenta, el útero continuará contrayéndose para regresar a su tamaño normal.

Es posible que un miembro del equipo de atención médica te masajee el abdomen. Esto puede ayudar a que el útero se contraiga para disminuir el sangrado.

El proveedor de atención médica también determinará si es necesaria la reparación de algún desgarro en la zona vaginal. Si no te aplican anestesia, recibirás una inyección de anestésico local en el área que se va a suturar.

¿Y ahora?

Disfruta este momento especial con tu bebé. La preparación, el dolor y el esfuerzo rindieron sus frutos. Deléitate con el milagro del nacimiento.

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Jan. 13, 2022 See more In-depth