Panorama general
Un accidente isquémico transitorio es un corto período de síntomas similares a los de un accidente cerebrovascular. Está causado por una breve obstrucción del flujo sanguíneo al cerebro. Un accidente isquémico transitorio suele durar unos pocos minutos y no causa un daño a largo plazo.
Un accidente isquémico transitorio puede ser una advertencia. Aproximadamente 1 de cada 3 personas que tienen un accidente isquémico transitorio tendrá en algún momento un accidente cerebrovascular, y la mitad se producirá dentro del año después de tener el accidente isquémico transitorio.
Un accidente isquémico transitorio puede servir como advertencia de un accidente cerebrovascular futuro y una oportunidad para evitarlo.
Síntomas
El accidente isquémico transitorio suele durar unos pocos minutos. La mayoría de los síntomas desaparecen en el plazo de una hora. Es poco habitual que los síntomas duren hasta 24 horas. Los síntomas de un accidente isquémico transitorio son similares a los que aparecen al principio de un accidente cerebrovascular. Se presentan de manera repentina y pueden incluir los siguientes:
- Debilidad, entumecimiento o parálisis en la cara, los brazos o las piernas, sobre todo en un lado del cuerpo
- Dificultad para hablar o problema para entender a otras personas
- Pérdida de la visión en uno o en ambos ojos, o visión doble
- Mareos o pérdida del equilibrio o la coordinación
Es posible que tengas más de un accidente isquémico transitorio. Los síntomas pueden ser similares o diferentes según el área del cerebro afectada.
Cuándo debes consultar a un médico
Si crees que tienes o tuviste un accidente isquémico transitorio, busca atención médica de inmediato. Los accidentes isquémicos transitorios, por lo general, ocurren algunas horas o días antes de sufrir un accidente cerebrovascular. Si se realiza una evaluación temprana, los profesionales de atención médica pueden precisar las afecciones que probablemente puedan tratarse. Tratarlas podría ayudar a prevenir un accidente cerebrovascular.
Causas
La causa de un accidente isquémico transitorio es similar a la de un accidente cerebrovascular isquémico, que es el tipo más común de accidente cerebrovascular. En un accidente cerebrovascular isquémico, un coágulo de sangre obstruye el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro. En un accidente isquémico transitorio, a diferencia de un accidente cerebrovascular, la obstrucción es breve y no hay daño permanente.
La obstrucción que se produce durante un accidente isquémico transitorio suele suceder por las placas que son la acumulación en una arteria de depósitos grasos que contienen colesterol. Esto se conoce como ateroesclerosis. La acumulación también puede producirse en las ramas de una arteria que suministran oxígeno y nutrientes al cerebro.
Las placas pueden disminuir el flujo sanguíneo en una arteria o llevar a la formación de un coágulo. Un coágulo de sangre que se desplaza desde otra parte del cuerpo, como al corazón, a una arteria que irriga el cerebro también puede causar un accidente isquémico transitorio.
Factores de riesgo
Algunos factores de riesgo de un accidente isquémico transitorio y un accidente cerebrovascular no se pueden cambiar, pero existen otros que puedes controlar.
Factores de riesgo que no puedes cambiar
No se pueden cambiar los siguientes factores de riesgo para un accidente isquémico transitorio y un accidente cerebrovascular, pero saber que existen, puede motivarte a cambiar aquellos que sí puedes controlar.
- Antecedentes familiares. Puedes correr mayor riesgo si alguno de los miembros de tu familia ha tenido un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular.
- Edad. Tu riesgo aumenta a medida que envejeces, especialmente después de los 55 años.
- Sexo. Los hombres tienen un riesgo ligeramente mayor de sufrir un accidente isquémico transitorio y un accidente cerebrovascular. Sin embargo, a medida que las mujeres envejecen, su riesgo de padecer un accidente cerebrovascular aumenta.
- Accidente isquémico transitorio previo. Si has tenido un accidente isquémico transitorio o más, es mucho más probable que tengas un accidente cerebrovascular.
- Enfermedad de células falciformes. El accidente cerebrovascular es una complicación frecuente de la enfermedad de células falciformes, que también se conoce como anemia de células falciformes. Las células sanguíneas falciformes transportan menos oxígeno y, además, tienden a atascarse en las paredes de las arterias, lo que afecta el flujo sanguíneo que va hacia el cerebro. Sin embargo, con un tratamiento adecuado contra la enfermedad de células falciformes, se puede reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Factores de riesgo que puedes controlar
Puedes controlar o tratar algunos factores de riesgo del accidente isquémico transitorio y del accidente cerebrovascular, como ciertas enfermedades y opciones de estilo de vida. Tener uno o más de estos factores de riesgo no significa que sufrirás un accidente cerebrovascular, pero tu riesgo aumenta si tienes dos o más de ellos.
Afecciones de salud
- Presión arterial alta. El riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular comienza a aumentar en las lecturas de la presión arterial iguales a los 140/90 milímetros de mercurio (mmHg) o superiores. El profesional de atención médica puede ayudarte a decidir cuál es el valor ideal de presión arterial según tu edad y otros factores, como tener diabetes.
- Colesterol alto. Comer menos colesterol y grasa, especialmente grasa saturada y grasa trans, puede reducir las placas en las arterias. Si no puedes controlar el colesterol solamente con cambios en la dieta, el proveedor de atención médica puede recetarte una estatina u otro tipo de medicamento para reducir el colesterol.
- Enfermedad cardiovascular. Esta incluye la insuficiencia cardíaca, los defectos cardíacos, las infecciones cardíacas o una afección del ritmo cardíaco.
- Enfermedad de la arteria carótida. En esta afección, se obstruyen los vasos sanguíneos del cuello que conducen al cerebro.
- Enfermedad arterial periférica. Esta enfermedad ocasiona la obstrucción de los vasos sanguíneos que llevan sangre a los brazos y a las piernas.
- Diabetes. La diabetes acelera y empeora el estrechamiento de las arterias debido a la acumulación de depósitos de grasa o ateroesclerosis.
- Altos niveles de homocisteína. Los niveles elevados de este aminoácido en la sangre pueden causar engrosamiento de las arterias y cicatrices en ellas. Esto las hace más propensas a presentar coágulos.
- Sobrepeso. La obesidad, en especial, tener peso de más en el estómago, aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
- COVID-19. Hay datos que indican que el virus que causa la COVID-19 puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Opciones de estilo de vida
- Fumar cigarrillos. Fumar aumenta el riesgo de formación de coágulos sanguíneos, eleva la presión arterial y contribuye a la aparición de la ateroesclerosis. Sin embargo, dejar de fumar disminuye el riesgo de tener un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular.
- Inactividad física. Realizar 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada casi todos los días ayuda a reducir el riesgo.
- Mala nutrición. Reducir el consumo de grasa y sal disminuye el riesgo de sufrir un accidente isquémico transitorio y un accidente cerebrovascular.
- Consumo excesivo de alcohol. Si bebes alcohol, limita el consumo hasta un trago al día para las mujeres y hasta dos tragos al día para los hombres.
- Consumo de drogas ilícitas. Evita la cocaína y otras drogas ilícitas.
Prevención
Lo mejor que puedes hacer para evitar un accidente isquémico transitorio es conocer tus factores de riesgo y llevar una vida saludable. Un estilo de vida saludable incluye someterse a revisiones médicas periódicas. Hay otras cosas que pueden ayudar, como las siguientes:
- No fumes. Dejar de fumar disminuye el riesgo de sufrir un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular.
- Limitar el consumo de colesterol y grasas. Disminuir las cantidades de colesterol y grasas, especialmente las grasas saturadas y grasas trans, de tu alimentación puede reducir la formación de placas en las arterias.
- Consume muchas frutas y verduras. Estos alimentos contienen nutrientes, como potasio, folato y antioxidantes, que pueden ofrecer protección contra un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular.
- Limitar el consumo de sodio. Si tienes presión arterial alta, evita los alimentos salados y no agregues sal a las comidas. Estos hábitos pueden ayudarte a reducir la presión arterial. Reducir el consumo de sal puede no prevenir la presión arterial alta, pero el exceso de sodio puede aumentar la presión arterial en algunas personas.
- Haz ejercicio con regularidad. Si tienes presión arterial alta, el ejercicio regular es una de las pocas maneras en que puedes bajar la presión arterial sin medicamentos.
- Limita el consumo de alcohol. Si bebes alcohol, hazlo con moderación. El límite recomendado es un máximo de una bebida al día en el caso de las mujeres y dos bebidas al día en el caso de los hombres.
- Mantén un peso saludable. El sobrepeso contribuye a otros factores de riesgo, como la hipertensión arterial, la enfermedad cardiovascular y la diabetes. La pérdida de peso con dieta y ejercicio puede reducir la presión arterial y mejorar los niveles de colesterol.
- No consumas drogas. Las drogas ilícitas como la cocaína están asociadas a un mayor riesgo de sufrir accidentes isquémicos transitorios o accidentes cerebrovasculares.
- Controlar la diabetes. Puedes controlar la diabetes y la presión arterial alta con dieta, ejercicio, control de peso y, si es necesario, medicamentos.