Descripción general

Una punción lumbar es una prueba que se utiliza para diagnosticar determinadas afecciones médicas. Se realiza en la parte baja de la espalda, en la región lumbar. Durante una punción lumbar, se introduce una aguja en el espacio entre dos huesos lumbares (vértebras) para extraer una muestra de líquido cefalorraquídeo. Este es el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal para protegerlos de lesiones.

Se realiza una punción lumbar para poder diagnosticar con más facilidad infecciones graves, como la meningitis, otros trastornos del sistema nervioso central, como el síndrome de Guillain-Barré y esclerosis múltiple, o tipos de cáncer en el cerebro o en la médula espinal. En ocasiones, se utiliza una punción lumbar para inyectar medicamentos anestésicos o de quimioterapia en el líquido cefalorraquídeo.

Por qué se realiza

Una punción lumbar puede hacerse para lo siguiente:

  • Recolectar líquido cefalorraquídeo para comprobar si hay infecciones, inflamación u otras enfermedades
  • Medir la presión del líquido cefalorraquídeo
  • Inyectar anestesia raquídea, medicamentos de quimioterapia u otros medicamentos
  • Inyectar una sustancia de contraste (mielografía) o sustancias radioactivas (cisternografía) en el líquido cefalorraquídeo para generar imágenes de diagnóstico del flujo del líquido

La información que se obtiene mediante una punción lumbar puede ayudar a diagnosticar lo siguiente:

  • Infecciones bacterianas, micóticas y virales graves, como meningitis, encefalitis y sífilis
  • Sangrado alrededor del cerebro (hemorragia subaracnoidea)
  • Determinados tipos de cáncer que afectan al cerebro o a la médula espinal
  • Determinadas afecciones inflamatorias del sistema nervioso, como esclerosis múltiple y el síndrome de Guillain-Barré
  • Afecciones neurológicas autoinmunitarias
  • Enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia

Riesgos

Aunque la punción lumbar suele ser segura, supone algunos riesgos. Estos incluyen lo siguiente:

  • Dolor de cabeza posterior a la punción lumbar. Hasta un 25 % de las personas que se someten a una punción lumbar desarrollan un dolor de cabeza de manera posterior a causa del escape de líquido hacia los tejidos cercanos.

    El dolor de cabeza suele comenzar desde unas horas después del procedimiento hasta los dos días, y puede estar acompañado por náuseas, vómitos y mareos. Por lo general, los dolores de cabeza se presentan cuando el paciente está sentado o de pie, y finalizan cuando se acuesta. Los dolores de cabeza posteriores a una punción lumbar pueden durar desde unas horas hasta una semana o más.

  • Molestias o dolor en la espalda. Es posible sentir dolor o sensibilidad en la región lumbar luego del procedimiento. En ocasiones, el dolor se extiende hacia la parte de atrás de las piernas.
  • Sangrado. Se puede producir un sangrado cerca del sitio de la punción o, en pocas ocasiones, en el espacio epidural.
  • Hernia cerebral. El aumento de la presión dentro del cráneo ocasionada por un tumor cerebral u otra lesión que ocupa espacio puede generar la compresión del tronco encefálico luego de la extracción de una muestra de líquido cefalorraquídeo. Para prevenir esta complicación rara, se suele realizar una tomografía computarizada o imagen por resonancia magnética antes de la punción lumbar para detectar cualquier signo de una lesión que ocupe espacio y cause mayor presión intracraneana. Un examen neurológico detallado también puede ayudar a descartar una lesión que ocupe un espacio importante.

Cómo prepararse

Antes de la punción lumbar, el proveedor de atención médica analizará tus antecedentes médicos, te realizará una exploración física y solicitará análisis de sangre para detectar trastornos hemorrágicos o de coagulación. Es posible que el proveedor de atención médica recomiende una tomografía computarizada o una imagen por resonancia magnética para determinar si tienes alguna hinchazón anormal en el cerebro o alrededor de este.

Alimentos y medicamentos

El proveedor de atención médica te dará instrucciones específicas acerca de las comidas, las bebidas y los medicamentos.

Dile al proveedor de atención médica si estás consumiendo medicamentos anticoagulantes. Entre los ejemplos, se incluyen warfarina (Jantoven), clopidogrel (Plavix) y apixabán (Eliquis). Además, dile al proveedor de atención médica si tienes alergia a algún medicamento (por ejemplo, a medicamentos anestésicos locales).

Lo que puedes esperar

La punción lumbar por lo general se realiza en un hospital o centro ambulatorio. El proveedor de atención médica hablará contigo sobre los riesgos y cualquier molestia que puedas sentir durante el procedimiento.

Si un niño va a someterse a una punción lumbar, los padres podrán permanecer en la habitación en algunos casos. Habla con el proveedor de atención médica de tu hijo sobre esta posibilidad.

Antes del procedimiento

Es posible que debas ponerte una bata de hospital, aunque, en algunos casos, podrían realizarte el procedimiento con tu propia ropa. Existen unas cuantas posiciones posibles para una punción lumbar (punción medular). Por lo general, te recuestas de costado con las rodillas flexionadas hacia el pecho, o bien te sientas en una superficie estable y te inclinas hacia adelante. Estas posiciones hacen que la espalda se flexione y se amplíen los espacios entre las vértebras; así, el proveedor de atención médica tiene más facilidad para insertar la aguja. Te lavarán la espalda con jabón antiséptico o yodo, y después la cubrirán con una sábana estéril.

En el caso de bebés o niños pequeños, otra persona sostendrá al menor en posición durante el procedimiento.

Durante el procedimiento

  • Se inyecta un anestésico local en la región lumbar para adormecer el sitio de punción antes de introducir la aguja. El anestésico local arderá brevemente a medida que se inyecta.
  • Se introduce una aguja delgada y hueca entre las dos vértebras inferiores (región lumbar), a través de la membrana que recubre la médula (duramadre) y dentro del canal espinal. Puedes sentir presión en la espalda durante esta parte del procedimiento.
  • Una vez que la aguja se encuentra en su lugar, es posible que debas cambiar levemente tu posición.
  • Se mide la presión del líquido cefalorraquídeo, se retira una pequeña cantidad de líquido y se mide la presión nuevamente.
  • Se retira la aguja, y se cubre el sitio de la punción con un vendaje.

Por lo general, el procedimiento dura aproximadamente 45 minutos. Tu proveedor de atención médica puede indicarte que te recuestes luego del procedimiento.

En ocasiones, se puede utilizar una ecografía como guía durante una punción lumbar en bebés y niños pequeños. Esta ecografía ayuda a prevenir que la aguja se introduzca con demasiada profundidad.

Después del procedimiento

  • Programa un descanso. No realices actividades extenuantes el día de la punción lumbar. Puedes regresar al trabajo si este no te exige hacer actividad física. Habla con tu proveedor de atención médica si tienes preguntas o dudas sobre las actividades que puedes realizar.
  • Toma un medicamento para el dolor. Si tienes dolor de cabeza o espalda, puede servirte un medicamento analgésico de venta libre (Tylenol, otros) que contenga acetaminofén. Si el dolor de cabeza se vuelve fuerte, llama al proveedor de atención médica.

Resultados

Las muestras de líquido cefalorraquídeo de la punción lumbar se envían a un laboratorio para su análisis. Los técnicos de laboratorio verifican algunos aspectos cuando analizan el líquido cefalorraquídeo, como los siguientes:

  • Aspecto general. El líquido cefalorraquídeo normal es trasparente e incoloro. Si es naranja, puede indicar la presencia de sangrado anormal. El líquido cefalorraquídeo de color verde puede indicar infección o presencia de bilirrubina.
  • Proteínas (proteínas totales y la presencia de determinadas proteínas). Los niveles de proteína total elevados (mayores a 45 miligramos por decilitro [mg/dl]) pueden indicar la presencia de infección o de otra enfermedad inflamatoria. Los valores de laboratorio específicos pueden variar entre los centros médicos.
  • Glóbulos blancos. El líquido cefalorraquídeo suele contener hasta cinco glóbulos blancos por microlitro. Una cantidad más elevada puede indicar una infección u otra afección. Los valores de laboratorio específicos pueden variar entre los centros médicos.
  • Azúcar (glucosa). Un nivel bajo de glucosa en el líquido cefalorraquídeo puede indicar infección, un tumor u otra enfermedad.
  • Microorganismos. La presencia de bacterias, virus, hongos u otros microorganismos puede indicar una infección.
  • Células cancerosas. La presencia de células anormales en el líquido cefalorraquídeo, como células tumorales o células sanguíneas inmaduras, puede indicar la presencia de determinados tipos de cáncer.

Los resultados de laboratorio se combinan con la información obtenida durante el análisis, como la presión del líquido cefalorraquídeo, para ayudar a establecer un posible diagnóstico.

El proveedor de atención médica por lo general te proporciona los resultados en unos días, pero puede tomar más tiempo. Pregúntale cuándo podrás tener los resultados de la prueba.

Anota las preguntas que deseas hacerle al proveedor de atención médica. No dudes en hacer otras preguntas que puedan surgir durante la consulta. Estas son algunas de las preguntas que podrías hacer:

  • Según los resultados, ¿cuáles son los siguientes pasos?
  • ¿Qué tipo de seguimiento debo esperar?
  • ¿Existen factores que puedan haber afectado los resultados de este análisis y haberlos alterado?
  • ¿Debo repetir el análisis en algún momento?