El dolor en la cadera es una dolencia común que puede deberse a diversos problemas. La ubicación exacta del dolor en la cadera puede dar pistas sobre la causa subyacente.

Los problemas en la articulación de la cadera suelen causar dolor en la cara interna de la cadera o en la ingle. El dolor en la cadera en la parte externa de la cadera, la parte superior del muslo o la parte externa de la nalga suele deberse a problemas en los músculos, ligamentos, tendones y otros tejidos blandos que rodean la articulación de la cadera.

En ocasiones, el dolor en la cadera puede deberse a enfermedades y afecciones en otras zonas del cuerpo, como la región lumbar. Este tipo de dolor se conoce como dolor referido.

El dolor de cadera puede ser producido por artritis, lesiones y otros problemas.

Es posible que no necesites acudir a un profesional de atención médica si tu dolor en la cadera es leve. Prueba estos consejos de autocuidado:

  • Descansar. Evita flexionar reiteradamente la cadera y ejercer presión directa sobre ella. Intenta no dormir sobre el lado afectado ni permanecer sentado mucho tiempo.
  • Analgésicos. Los analgésicos de venta sin receta como el acetaminofén (Tylenol, otros), el ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) y el naproxeno sódico (Aleve) pueden ayudar a aliviar el dolor en la cadera. A veces se utilizan analgésicos tópicos de venta sin receta como la capsaicina (Capzasin, Zostrix, otros) o los salicilatos (Bengay, Icy Hot, otros).
  • Hielo o calor. Utiliza cubitos de hielo o una bolsa de verduras congeladas envuelta en una toalla para aplicar tratamientos de frío en la cadera. Un baño o una ducha caliente puede ayudar a preparar los músculos para los ejercicios de estiramiento que pueden disminuir el dolor.

Si los tratamientos de autocuidado no ayudan, programa una cita con tu equipo de atención médica.

Busca atención médica inmediata

Pide a alguien que te lleve a urgencias o a una sala de emergencias si el dolor en la cadera se debe a una lesión e incluye alguno de los siguientes síntomas:

  • Una articulación que parece estar deformada o fuera de lugar, o una pierna que parece más corta.
  • Incapacidad para mover la pierna o la cadera.
  • Incapacidad para soportar peso sobre la pierna afectada.
  • Dolor intenso.
  • Hinchazón repentina.
  • Fiebre, escalofríos, enrojecimiento o cualquier otro signo de infección.
Dec. 28, 2023