Obtén información acerca de los criterios que debes cumplir para someterte a una cirugía para bajar de peso.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

La cirugía para bajar de peso cambia la forma y función del sistema digestivo. Esta cirugía puede ayudarte a perder peso y a controlar las afecciones médicas relacionadas con la obesidad. Estas afecciones incluyen diabetes, apnea obstructiva del sueño y factores de riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

La cirugía para bajar de peso también se conoce como cirugía bariátrica. Existen varios procedimientos quirúrgicos, pero todos te ayudan a perder peso al limitar la cantidad de alimentos que puedes ingerir. Algunos procedimientos también limitan la cantidad de nutrientes que puedes absorber.

En los EE. UU., la cirugía para bajar de peso más común es la gastrectomía en manga. En este procedimiento, el cirujano extrae una gran parte del estómago para crear una manga en forma de tubo.

La cirugía para bajar de peso es solo una parte del plan de tratamiento general. El tratamiento también incluirá pautas de nutrición, ejercicio y cuidado de la salud mental. Deberás estar dispuesto y ser capaz de seguir este plan a largo plazo para lograr tus objetivos de pérdida de peso.

Si estás considerando la cirugía para bajar de peso, te reunirás con varios especialistas para ayudarte a decidir si la cirugía para bajar de peso es una opción para ti.

Las pautas médicas generales para la cirugía para bajar de peso se basan en el índice de masa corporal (IMC). El IMC es una fórmula que usa el peso y la altura para calcular la grasa corporal. La cirugía para bajar de peso podría ser una opción para un adulto con un IMC de 40 o más.

La cirugía también puede ser una opción para un adulto que cumpla con estas tres condiciones:

  • IMC de 35 o más
  • Al menos una afección médica relacionada con la obesidad
  • Al menos seis meses de intentos de pérdida de peso supervisados

En algunos casos, la cirugía para bajar de peso puede ser una opción para los adolescentes. Las pautas son las siguientes:

  • Un IMC de 40 o más y cualquier afección médica relacionada con la obesidad
  • Un IMC de 35 o más y cualquier afección médica grave relacionada con la obesidad

En lugar de usar estos números de IMC como guía para la cirugía, el cirujano puede usar las tablas de crecimiento para los adolescentes. Estos gráficos muestran el rango de IMC estándar para cada edad. El cirujano puede recomendar el procedimiento basándose en cuánto está el IMC del adolescente por encima del rango estándar de IMC.

Según el tipo o la gravedad de una enfermedad relacionada con la obesidad, algunos adultos o adolescentes con un IMC más bajo pueden someterse a una cirugía para bajar de peso.

Si estás considerando una cirugía para bajar de peso, te reunirás con un equipo de atención médica que puede incluir lo siguiente:

  • Médico de atención primaria
  • Cirujano
  • Anestesiólogo
  • Dietista
  • Enfermero especializado en control de peso
  • Psicólogo o psiquiatra
  • Otros especialistas según tus afecciones

Los miembros de tu equipo te explicarán qué esperar antes y después del procedimiento. Ellos evaluarán si estás preparado para la cirugía y te ayudarán a decidir si es una opción para ti. Pueden identificar inquietudes que debes abordar (médicas, conductuales o psicológicas) antes de que estés preparado para la cirugía.

Te harán una exploración médica para diagnosticar cualquier afección desconocida relacionada con la obesidad. El médico hará análisis para detectar problemas que podrían complicar la cirugía. Te podrán hacer análisis de:

  • Apnea del sueño
  • Enfermedad cardiovascular
  • Enfermedad renal
  • Enfermedad hepática

Lo más probable es que no puedas someterte a una cirugía si tienes estas afecciones:

  • Trastornos de coagulación sanguínea
  • Enfermedad cardíaca grave que impide el uso seguro de anestesia
  • Otras afecciones que aumentan el riesgo en el uso de anestesia

La pérdida de peso después de la cirugía depende de tu capacidad para cambiar los comportamientos al comer y hacer ejercicio. Además, gozar de buena salud mental es importante para las exigencias de seguir tu plan de tratamiento. Los objetivos de tu equipo son identificar los factores de riesgo psicológicos o conductuales, abordar cualquier problema y decidir si estás preparado para la cirugía.

Tu equipo de atención médica hablará contigo sobre lo siguiente:

  • Motivación. ¿Estás motivado para adoptar cambios en el estilo de vida, establecer metas y educarte para tener una nutrición saludable? Tu equipo hará un seguimiento de tu capacidad para seguir los cambios recomendados en la dieta y la rutina de ejercicios.
  • Antecedentes de la pérdida de peso. ¿Qué planes de dieta y de actividad física has utilizado en el pasado para perder peso? ¿Perdiste o volviste a subir de peso? Los patrones de pérdida y aumento de peso pueden ayudar al equipo a comprender tus desafíos y recomendar estrategias para planes posquirúrgicos.
  • Comportamientos alimenticios. Los comportamientos alimentarios irregulares o los trastornos de alimentación pueden contribuir a la obesidad. Estos incluyen atracones, comidas nocturnas y bocadillos no planificados entre comidas. Algunos trastornos de alimentación están asociados a otros trastornos del estado de ánimo y otras afecciones de salud mental.
  • Trastornos del estado de ánimo. La depresión, la ansiedad, el trastorno bipolar u otros trastornos del estado de ánimo están asociados a la obesidad y estas afecciones pueden dificultar el control de tu peso. Además, las personas con trastornos del estado de ánimo no tratados a menudo tienen dificultades para seguir una nueva dieta y hábitos de ejercicio después de la cirugía.
  • Consumo de alcohol y drogas. Los problemas con el consumo de alcohol o drogas, así como con el tabaquismo, están asociados a una pérdida de peso deficiente y problemas continuos de consumo de sustancias después de la cirugía. Es probable que los problemas no tratados o no controlados prohíban la opción de la cirugía para bajar de peso.
  • Riesgo de suicidio. Existe un mayor riesgo de suicidio entre las personas que se han sometido a una cirugía para bajar de peso. El riesgo es mayor entre las personas con depresión, ansiedad, trastorno bipolar, trastorno por uso de sustancias, esquizofrenia u otros trastornos.

Si los miembros de tu equipo te recomiendan una cirugía bariátrica, trabajarán contigo para desarrollar un plan de tratamiento. Este plan puede incluir lo siguiente:

  • Pautas nutricionales. El dietista te ayudará con las pautas nutricionales, los suplementos de vitaminas y la planificación del menú. Las pautas incluyen cambios antes y después de la cirugía.
  • Plan de ejercicio. Un enfermero, un terapeuta ocupacional u otro especialista te ayudarán a aprender ejercicios apropiados, desarrollar un plan de ejercicio y establecer objetivos.
  • Pérdida de peso. Pueden recomendarte o pedirte que bajes algo de peso con dieta y ejercicio antes de poder hacerte la cirugía.
  • Psicoterapia. Es posible que te pidan empezar psicoterapia, un tratamiento con medicamentos u otro tipo de terapia de salud mental para tratar un trastorno alimentario, depresión u otro trastorno de salud mental. Tu terapia puede incluir desarrollar nuevas capacidades de afrontar una situación difícil o abordar tus inquietudes acerca de imagen corporal o autoestima.
  • Tabaquismo. Si fumas, te pedirán que dejes de hacerlo o que participes en un programa que te ayude a dejar de fumar.
  • Otros tratamientos. Se esperará que sigas un tratamiento para otras afecciones médicas.

Estos requisitos tienen el fin de ayudarte a lograr los mejores resultados posibles de pérdida de peso después de la cirugía. Además, tu capacidad de llevar a cabo estos planes le mostrará a tu equipo si estas motivado para seguir las pautas después de la cirugía. La cirugía de pérdida de peso se puede retrasar o cancelar si tu equipo de atención médica determina lo siguiente:

  • No estás preparado psicológica o médicamente para la cirugía
  • No hiciste los cambios adecuados en tus hábitos de alimentación o ejercicio
  • Aumentaste de peso durante el proceso de evaluación

Tu compañía de seguro puede cubrir los costos de la cirugía para bajar de peso. Tu equipo deberá demostrar que el procedimiento es necesario desde el punto de vista médico. Además, es posible que debas proporcionar evidencia documentada de que no pudiste perder suficiente peso con el programa de dieta y ejercicio supervisado. Medicare y algunos programas de Medicaid pueden cubrir los costos.

Es importante investigar la cobertura del seguro y los costos de bolsillo previstos. El hospital puede tener servicios que te ayuden a explorar opciones para financiar la cirugía.

Un equipo de médicos, el personal de enfermería y otros especialistas te ayudarán a determinar si esta es una opción adecuada para ti.

El proceso que usa el equipo para determinar si estás listo para la cirugía para bajar de peso también te ayudará a tomar una decisión informada. Deberás considerar los beneficios y los riesgos, cumplir con los planes para antes y después de la cirugía y comprometerte de por vida con un nuevo programa de nutrición y ejercicios.

Oct. 13, 2022