Cómo mantener tu buena salud

Cuando reflexionas sobre la salud de los adultos, posiblemente pienses en maneras de mantenerte sano. Esto puede incluir, por ejemplo, hacer todo lo posible para prevenir el cáncer, vacunarte y lavarte bien las manos con frecuencia. Es un buen comienzo. Las decisiones que tomes cada día contribuirán, en gran medida, a mejorar tu salud de adulto.

También es importante que prestes atención cuando tengas síntomas. Infórmate sobre cuándo visitar a un profesional de la salud. Los síntomas graves pueden incluir pérdida de peso sin motivo conocido, cambios en los hábitos intestinales, falta de aire o dolores de cabeza repentinos.

Y, por supuesto, los exámenes físicos periódicos y los exámenes de detección son importantes para mantenerte sano. Infórmate sobre qué exámenes de detección debes realizarte y con qué frecuencia. La detección temprana de una afección puede ser la clave para tratarla con éxito.

Cuidado dental

Consultar al dentista con regularidad es una parte importante de la salud bucodental. También lo es cuidar los dientes y las encías para que se mantengan sanos. De seguro sabes que es importante cepillarte los dientes durante unos dos minutos, al menos, dos veces al día y usar hilo dental una vez al día. Aprende qué más debes hacer todos los días para cuidar tu boca y cuándo debes acudir al dentista.

Obtén más información sobre las preguntas comunes relacionadas con el cuidado dental. ¿Deberías utilizar un cepillo eléctrico o uno normal? ¿Funcionan realmente los dentífricos blanqueadores? ¿Debe el cuidado dental incluir tratamientos con flúor o selladores dentales? ¿Con qué frecuencia debes realizarte una limpieza dental en el consultorio del dentista? ¿Qué puedes hacer para combatir el mal aliento?

El cuidado dental importa. Hazte cargo de tu cuidado dental hoy mismo.

Cuidado de la piel

Cuidar la piel puede ayudar a mantenerla sana. Empieza por la primera regla del cuidado de la piel: protégete del sol. Cuando estés al aire libre, utiliza ropa que proteja tu piel del sol y aplica un protector solar que tenga un factor de protección solar de 30 o más. Toma también otras medidas básicas para el cuidado de la piel; por ejemplo, no utilizar jabones fuertes y gestionar el estrés.

Sin embargo, el cuidado de la piel requiere mucho más que esto. Consulta a un profesional de la salud si tienes un lunar inusual o si detectas otros tumores en la piel. Conoce los riesgos y beneficios de los tatuajes y piercings, incluidas las formas más novedosas de eliminar tatuajes. Obtén información para saber si es seguro broncearte sin tomar el sol, por ejemplo, con camas bronceadoras o bronceadores en espray. Averigua cuáles son las mejores formas de tratar el acné. Obtén información para saber si la depilación láser puede ser una buena opción.

No importa cuáles sean tus necesidades de cuidado de la piel, busca información confiable para ayudar a que tu piel luzca lo mejor posible.

Cuidado de las uñas

Fíjate bien en las uñas. ¿Se ven fuertes y sanas? ¿O ves rugosidades, abolladuras o zonas de color o formas extrañas? Es importante que cuides las uñas, independientemente de su estado. Obtén consejos para el cuidado de las uñas. Entre ellos, aprende cómo mantenerlas limpias y recortadas, y por qué puede ser útil aplicarles loción.

Si te haces manicura para mantener las uñas en buen estado, debes saber qué esperar de la persona que te las haga. Si tienes las uñas débiles o quebradizas, descubre cómo pueden ayudarte o perjudicarte los productos para el cuidado de las uñas. Si sueles morderte las uñas, busca formas para evitarlo.

Realizar algunos pasos sencillos puede ayudarte mucho a mantener las uñas sanas.

Cuidado de la vista

¿Incluyes el cuidado de los ojos en tu atención médica general? Si ves bien, puede ser fácil olvidarte del cuidado de la vista de rutina. Sin embargo, es importante. Mediante los exámenes de la vista de rutina, tu oculista puede brindarte ayuda para abordar los cambios en la visión y detectar los problemas oculares en la etapa inicial.

Si utilizas anteojos o lentes de contacto, puedes considerar hacerte una cirugía ocular con láser para corregir tu visión. Obtén información sobre los riesgos y beneficios de la cirugía y si es una buena opción para ti.

También piensa en los problemas de visión que suelen aparecer con la edad. Por ejemplo, dificultades para leer las letras pequeñas, cataratas, glaucoma o degeneración macular. Saber a qué prestarle atención puede ayudarte a saber cuándo necesitas un cuidado de la vista especial.

Sueño

A veces puede ser difícil dormir bien. Las preocupaciones por el trabajo, las tareas pendientes o los problemas familiares pueden quitarte el sueño. Si a esto le sumamos los ronquidos de tu pareja o una enfermedad, puede ser mucho más difícil dormir bien. Sin embargo, puedes hacer algunos cambios para descansar mejor.

Para mejorar el sueño, prueba medidas sencillas de cuidado personal. Por ejemplo, acostarte y levantarte a la misma hora todos los días y dedicar tiempo a relajarte antes de acostarte. Si estás considerando utilizar un somnífero, obtén toda la información que puedas sobre este. Los somníferos que se consiguen sin receta pueden funcionar para una o dos noches de insomnio, pero no son para usarlos a largo plazo.

Si te resulta difícil dormir bien, habla con un profesional de la salud sobre las opciones de tratamiento.

Salud mental

La salud mental afecta la manera de pensar, sentir, actuar y relacionarse con los demás. También afecta los sentimientos que tienes hacia ti mismo y la forma de manejar los factores estresantes de la vida cotidiana. Un ejemplo es la gestión de la ira. La ira en sí no es el problema, pero no saber manejarla puede ser un problema. En ese caso, puede ser útil buscar nuevas maneras de controlar la ira.

Si tienes problemas con lo que sientes sobre ti mismo, con tu manera de actuar o con otros problemas de salud mental, puedes recibir ayuda. Para encontrar un profesional de la salud mental, consulta a un miembro de tu equipo de atención médica.

Relaciones saludables

Mantener relaciones sanas con la familia, los amigos y otros seres queridos puede ser una gran fuente de apoyo, consuelo y amor. Sin embargo, las relaciones sanas requieren esfuerzo. Es fundamental que haya respeto mutuo, que los problemas se resuelvan juntos, que se pida disculpas y se las aceptes. Cuando alguien que te importa te lastima, puedes permanecer enojado y pensar cómo desquitarte, o puedes dejar pasar el dolor, perdonar y seguir adelante.

A veces, solo hace falta hablar con sinceridad para superar una crisis y tener una relación sana. Otras veces, puede ser útil asistir a una terapia familiar o a otros tipos de asesoramiento.

Si tu pareja te hace daño física o emocionalmente, toma acción. Habla con alguien de confianza para crear un plan de seguridad. Busca ayuda tan pronto como puedas hacerlo de forma segura.

Salud de la comunidad de lesbianas, gais, trans, bisexuales e intersexuales

Las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero y de género no binario o con inconformidad de género enfrentan problemas especiales de salud. En gran parte, esto se debe a que la sociedad suele tener una visión estrecha sobre el género y la orientación sexual. Para las personas transgénero, tener una identidad de género que no coincide con el sexo que se les asignó al nacer puede ser un desafío y, a menudo, deriva en discriminación.

Las personas lesbianas, gais, trans, bisexuales e intersexuales tienen un mayor riesgo de sufrir ansiedad y depresión. La violencia en el hogar, denominada violencia en la pareja o violencia doméstica, puede afectar a cualquier persona que tenga una relación íntima. No obstante, es más probable que las personas en relaciones homosexuales no hablen sobre este tipo de violencia por miedo a que no se les crea, a que no se les escuche o a que se les culpabilice.

Las personas transgénero se enfrentan a muchos problemas de salud debido a lo que se denomina estrés de minoría de género. Esto implica malas actitudes hacia ellas, lo que se denomina estigma social. El trato injusto y el acoso influyen. Pueden hacerse cargo de las actitudes negativas que otras personas tienen hacia ellas. Como resultado, las personas transgénero corren el riesgo de maltrato emocional y psicológico, violencia física y sexual, infecciones de transmisión sexual, abuso de sustancias, problemas de salud mental y suicidio.

Si eres una persona transgénero, recibir asesoramiento y atención médica de reasignación de sexo pueden ayudarte a sentir más tranquilidad. Infórmate sobre las opciones, lo que estas implican, sus riesgos y beneficios, y la atención de seguimiento.

Si tu hijo es una persona transgénero o con inconformidad de género, habla con él o ella, muéstrale tu apoyo y pídele que te cuente cómo se siente y qué necesita. Tu apoyo es vital. Hazle saber que cuenta contigo.

Si tú o tu hijo forman parte de la comunidad de lesbianas, gais, trans, bisexuales e intersexuales, busquen un profesional de la salud que los escuche y respete sus necesidades. Ese profesional podrá ayudarlos a encontrar formas de mantenerse sanos.

Salud en el trabajo

El trabajo puede ser una gran fuente de recompensas, pero también de estrés. Mantenerte sano en el trabajo incluye encontrar formas de gestionar el estrés y evitar agotarte. Es posible que no tengas el control de todo lo que te afecta en el trabajo, pero existen maneras de cuidar tu salud mientras trabajas.

Una parte importante de mantenerte sano en el trabajo es la seguridad. Esto incluye prevenir el dolor de espalda y las lesiones. Si tu trabajo implica levantar peso, aprende a hacerlo de manera segura. Si tienes que pasar mucho tiempo sentado, tómate unos minutos para moverte y estirarte durante la jornada laboral. Ajusta tu silla para que te proporcione un buen apoyo. Adopta una buena postura para evitar sobrecargar la espalda.

Gestionar el estrés, encontrar formas de aumentar el grado de satisfacción en el trabajo y dedicar tiempo a la familia y los amigos pueden ayudarte a mantener la salud en el trabajo.

Oct. 10, 2023