Vanya Graham

Cuando la buena voluntad de otros ayudó a cubrir sus gastos médicos, Vanya Graham decidió retribuirlo

Escrito por el personal de Mayo Clinic

“El médico me dijo que podría hacer cualquier cosa excepto jugar fútbol americano”, recuerda Vanya Graham, luego de someterse a una cirugía para corregir la escoliosis.

Al pensar en su infancia, Vanya Graham recuerda los buenos tiempos. Recuerda cuando saltaba la cuerda, jugaba afuera en el parque y coloreaba las aceras con tiza.

También recuerda los inviernos duros y largos sin calefacción, comida o electricidad. Y tener demasiado miedo como para salir a jugar debido a las bombas y los francotiradores.

"Un día estábamos jugando afuera en el parque y tuvimos que volver adentro para almorzar", recuerda Vanya. "En un momento, una bomba explotó en el mismo lugar donde estábamos jugando".

En 1992, cuando Vanya tenía 6 años, su ciudad natal (Sarajevo en Bosnia), fue destrozada por la tensión religiosa que ocasionó más de 3500 bombardeos de la OTAN, que destruyeron al pequeño país. Pueblos enteros fueron destruidos y miles de personas fueron expulsadas de sus hogares y retenidas en campos, en los que eran torturadas y muchas veces, ejecutadas.

"Antes de la guerra no importaba a qué religión pertenecías" dice la residente de Rochester, Minnesota, de 26 años. "Luego todo cambió. Mi hermano estaba jugando al básquetbol cerca del lugar donde explotó una bomba y resultó herido por algunos fragmentos de la bomba. Tiene suerte de estar vivo. El hospital donde fue derivado para someterse a una cirugía de urgencia no tenía electricidad".

En 1996, la familia Graham huyó de su patria destrozada por la guerra gracias a la ayuda de las Naciones Unidas. Vanya, junto con su madre, su padre y su hermana, se mudaron a un apartamento en el pequeño pueblo obrero de Austin en Minnesota.

"Fuimos la primera familia bosnia en Austin", cuenta ella. "Nuestro patrocinadores nos ayudaron a encontrar un apartamento para vivir y a aprender inglés. Continuamos agradecidos por su apoyo ya que nos sentíamos perdidos".

Lejos del horror de la guerra, Vanya todavía continuaba tensa. Ella sabía por lo que habían pasado sus padres para mantener a la familia con vida y lo que hacían para construir una vida nueva en un mundo nuevo. Ella no quería cargarlos con más preocupaciones. Especialmente no por el dolor que comenzaba a sentir en su espalda y sus caderas.

Una misión de sanación

En pocos años, el dolor de Vanya se volvió insoportable.

"Me dolían las costillas todo el tiempo y mis caderas se desplazaban de manera desigual, por lo que caminar me resultaba incómodo", recuerda Vanya. Y la curva con forma de S en su espina era innegable.

Un especialista de Mayo Clinic le diagnosticó escoliosis, una condición por la cual la espina se curva de forma anormal de lado a lado. Una radiografía reveló que Vanya se había arqueado unos 71 grados.

"Fue uno de los peores casos que mi médico había visto", dijo Vanya. "Para ese entonces, un soporte no hubiese ayudado. El médico me dijo que mis pulmones comenzaban a aplastar a los demás órganos. Nuestra única opción era una cirugía: era la cirugía o mi vida".

No obstante, su familia no podía costear la cirugía. Y como sus padres aún no eran ciudadanos estadounidenses, ningún banco les otorgaría un préstamo.

Afortunadamente, la familia encontró a la hermana Generose Gervais. Durante casi tres décadas, la Poverello Foundation (Fundación Poverello) que ella ayudó a establecer ha representado un ministerio de esperanza y sanación para miles de hombres, mujeres y niños que reciben atención en el Mayo Clinic Hospital, Rochester, campus de Saint Marys. La fundación brinda ayuda económica a pacientes que no pueden afrontar los gastos, para continuar con la tradición de Mayo Clinic de brindar cuidados a todos los pacientes independientemente de su situación económica.

La hermana Generose y sus co-fundadores nombraron a la fundación en honor a San Francisco de Asís, quien dedicó su vida a servirle a los pobres. Hijo de una familia de mercantes adinerada, San Francisco escogió una vida de pobreza, humildad, caridad y servicio a Dios, ganándose el nombre de "Il Poverello" o "el pobrecillo".

"Ayudar a la gente necesitada es la misión de sanación de los cristianos", dice la hermana Generose. "Poverello Foundation lleva a cabo el trabajo de Cristo. Restaura la fe en la humanidad".

Para ayudar a personas necesitadas, como la familia de Vanya, Poverello Foundation se compone de fondos de donaciones respaldadas en gran medida por donaciones de pacientes agradecidos y benefactores. Desde su creación en 1983, la fundación ha ayudado a más de 10 500 pacientes al brindar más de 17,8 millones de dólares en ayuda económica.

Una vida renovada

Para reparar la curva en la espina de Vanya, los médicos tuvieron que cortar una de sus costillas y fusionarla con una barra de titanio. La cirugía de 12 horas fue todo un éxito y Vanya comenzó la rehabilitación de inmediato, y pudo regresar a casa una semana después.

Los médicos de Mayo operaron a Vanya en diciembre. Para la primavera, no solo era 2 pulgadas más alta sino que además, volvió a practicar su deporte favorito: tenis.

"El médico dijo que podría realizar cualquier deporte excepto fútbol americano", recuerda con una sonrisa.

Tiempo después, eternamente agradecida con los médicos y la clínica, Vanya realizó una donación a Poverello Foundation en honor a su cirujano, a quien recuerda que decía: "Todo el mundo es bienvenido en Mayo Clinic sin importar sus situación financiera".

Y ella deseaba continuar con esta tradición.