El regalo

La fiscal de Minnesota reflexiona sobre el reciente trasplante de corazón.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

Yasmin dice que la compasión de los enfermeros y los médicos de Mayo Clinic marcó una diferencia en su atención. "Eso es algo que te genera un cambio interno", dice.

Yasmin Mullings se sentó sola en su habitación del hospital para completar su directriz médica anticipada. Tenía 51 años y padecía insuficiencia cardíaca terminal. "Sabía que había una posibilidad muy real de morir", dice Yasmin. "Una noche, llamé a una de las enfermeras para que me trajera la documentación. Me llevó cuatro horas. "Escribí cada paso con gran detalle porque no quería que mi familia tuviera que tomar esas decisiones difíciles. Recuerdo que pensé que lo menos que podía hacer era quitarles esa carga". El documento permanece archivado, sin usar.

Una vida alterada

Unos meses atrás, Yasmin estaba en el tribunal luchando por justicia como fiscal del condado. Después de largos días en la oficina, se dedicaba a hacer actividad física y era una ávida maratonista. Pero cuando una infección se apoderó de su corazón, Yasmin pasó de las carreras de entrenamiento de larga distancia a luchar por su vida. Yasmin acudió a los médicos locales para obtener una respuesta, pero después de varias citas, pruebas, un procedimiento sin éxito y medicamentos que la hicieron sentir peor, decidió que ya era suficiente.

Por recomendación de su amiga íntima y de su hermana, Yasmin condujo desde St. Paul, Minnesota, a Mayo Clinic donde se reunió con el Dr. John A. Schirger, que es cardiólogo.

“Me habló y, por primera vez, entendí lo que estaba pasando”, recuerda Yasmin. “Me estaban dando respuestas completas y sentí que había un plan en marcha. Él me escuchaba y modificaba el plan en función de mí, no según lo que debería ser o podría ser, y pensé: 'Esta es la persona que necesito'. En ese momento, supe que estaba exactamente donde tenía que estar”.

Después de hablar con Yasmin, realizar otra serie de pruebas y consultar con sus colegas, el Dr. Schirger confirmó que necesitaría un trasplante de corazón.

“No había nada que pudiera hacer para mejorar”, dice Yasmin. “Correr no me hubiera ayudado a sentirme mejor, y tampoco podía usar el trabajo para hacerlo. Solo tenía que confiar plenamente en que ellos me informaran lo que debía suceder. Pero no era una sensación de estar indefensa.”

“Mis médicos me hicieron sentir que estaban a mi lado y, por cada pregunta y cada inquietud, vinieron y me acompañaron a lo largo del camino. En Mayo, cuentas con médicos que tienen la capacidad de consultar con profesionales del más alto nivel en cada área”.

La salud de Yasmin empeoraba día a día, y su equipo de atención médica en Rochester sabía que no podría esperar de seis a doce meses en Minnesota. Yasmin aceptó que la transfieran a la sede de Mayo Clinic en Arizona, donde su espera para un trasplante podría ser más corta.

El corazón de regalo de Yasmin

El 20 de julio de 2016, Yasmin recibió lo que ella llama su corazón de regalo.

"Es la tragedia de otra persona la que crea una oportunidad para nosotros, y por eso lo llamamos un regalo", dice Yasmin. "Es alguien dándote algo que no tienes forma de devolver. Es inesperado y no ganado. El coraje, la humanidad, la gracia; me sorprende. Fue porque alguien murió y estaba dispuesto a dar que yo iba a poder vivir".

Yasmin dice que siempre estará agradecida a su donante por haber elegido dar órganos que salvan vidas y a su equipo de atención médica por hacer un esfuerzo extra.

"Desde la persona que me ayuda a salir del auto, hasta la persona que me ayuda a encontrar el camino a la siguiente cita, pasando por los médicos y enfermeros, todos en Mayo Clinic están ahí para mejorar mi atención", dice. "No conozco ningún lugar, desde un hotel cinco estrellas hasta un restaurante al que haya ido, que esté tan dedicado a la misma misión. Es atención individualizada".

Una nueva perspectiva

Aunque no sabe quién fue su donante, Yasmin dice que tiene una conexión espiritual que le genera un sentido de responsabilidad "para vivir de una manera que honre a esta increíble persona que ha compartido su corazón conmigo".

Hoy, apenas unos meses después del segundo aniversario de su trasplante de corazón, Yasmin afirma que la vida se trata de reconocer y aceptar las limitaciones, no de superarlas.

"Como maratonista, me sentía orgullosa de mi estado físico. Crees que la idea es superar tus límites constantemente. Te obligas a superar los desafíos: corres cada vez un poco más y más rápido, y entrenas un poco más duro para alcanzar una meta. Pero así no es como funciona la recuperación de un trasplante. Cada vez que me presiono y entreno más duro, en verdad retraso más mi recuperación. Así que estoy aprendiendo a fijar metas diferentes y a trabajar dentro de mis nuevos límites".

Aunque ha corrido algunas carreras desde su trasplante, Yasmin ha descubierto que la dejan físicamente exhausta. Por eso, ha encontrado que correr distancias más cortas en la cinta es una manera de seguir haciendo lo que le gusta. También ha hecho algunas modificaciones en su trabajo. Como ya no puede volver a la corte como abogada litigante, Yasmin ahora disfruta de evaluar casos de delitos graves. Pero incluso con todas estas modificaciones, dice que el cambio más grande ha sido su perspectiva sobre la vida.

"Cuando algo así te sacude, comienzas a ver tu lugar en el mundo de una manera totalmente diferente porque todo se convierte en una bendición", dice Yasmin. "La amabilidad y la compasión de los enfermeros, los médicos y todas las personas que me ayudaron hicieron que el proceso sea mucho más humano, y eso es algo que te cambia de adentro hacia afuera y tienes que transmitirlo".

Atención médica continua

Yasmin sigue con los controles periódicos de su equipo de atención médica en Mayo. Después de la cirugía, los pacientes trasplantados deben tomar medicamentos para evitar que el sistema inmunitario del cuerpo rechace el órgano nuevo. A diferencia de muchas personas trasplantadas, Yasmin se consideraba una paciente muy sana hasta pocos meses antes de recibir su corazón nuevo, por lo que aún tiene un sistema inmunitario sólido. Esto significa que su cuerpo necesita más medicamentos para prevenir el rechazo porque los metaboliza más rápido. El equipo de atención médica de Yasmin supervisa sus medicamentos atentamente para ayudarla a evitar el rechazo.

Y aunque dice que no sabe qué le depara el futuro con exactitud, recorrió un largo camino desde esa noche en que completó su directriz médica anticipada en soledad.

"Dos días más de Acción de Gracias, Navidades, cumpleaños, bailar en la boda de mi hermana; eso es todo lo que viví estos dos años", dice Yasmin, quien lanzó globos con amigos y familiares para celebrar el aniversario de su trasplante. "Es la fecha en que comencé una vida nueva".

Mayo Clinic es el líder mundial en trasplantes. Impulsados por las necesidades no satisfechas de los pacientes, los médicos de Mayo Clinic fueron pioneros en muchos procedimientos de trasplante. Contribuye a establecer el nuevo estándar mundial de atención para las personas en todas partes.

Esperanza y sanación en cada paso del camino

Parte del viaje de trasplante de Yasmin en Mayo Clinic fue la rehabilitación cardíaca, donde conoció al Dr. Alfredo L. Clavell, un consultor en enfermedades cardiovasculares.

"Somos simpáticos", dice Yasmin sobre el Dr. Clavell, quien comparte la pasión de Yasmin por correr.

Antes de su trasplante, Yasmin era una corredora de competición que había completado 8 maratones y 16 medias maratones. Después de su trasplante de corazón en Mayo Clinic, el Dr. Clavell ha ayudado a aconsejarla sobre cómo incorporar su pasión por correr de manera segura.

Yasmin y el Dr. Clavell participaron en una carrera de 10 millas en octubre de 2017.

"Me esperó al final para asegurarse de que yo estaba bien. Después fue a trabajar y les contó a todos que lo logré. Son buenos conmigo. Son súper buenos conmigo", dice Yasmin.

Aunque que Yasmin recientemente ha hecho una pausa en las carreras, ha encontrando una manera de seguir corriendo en su vida con esfuerzos más cortos en una cinta de correr.

"Ya pasaron dos años desde el trasplante y cada parte de este viaje no es fácil", dice. "En realidad, la mayoría es sumamente difícil. La vida es un gran ajuste, pero la conclusión es que así es la vida".