John Sanders asiste a la escuela secundaria, tiene dos trabajos de medio tiempo y muestra un gran interés en la ciencia y la ingeniería.
Hace dos años, comenzó a tener problemas de visión en su ojo izquierdo que no se podía corregir. Pruebas posteriores revelaron que tenía un tumor detrás del ojo. Aunque la cirugía extirpó la mayor parte del tumor, el tumor comenzó a volver a crecer en el lapso de un año.
La familia de John se alegró mucho al escuchar que Mayo Clinic había comenzado a ofrecer recientemente la terapia con rayos de protones y que no tendrían que viajar para su tratamiento.
Con el tumor residual en crecimiento, John se sometió a 5 semanas y media de terapia con rayos de protones. Con cada tratamiento, John se entusiasmaba cada vez más por aprender sobre la ciencia y la ingeniería que en las que se basa el funcionamiento de la radioterapia. Sus tratamientos coincidieron con el tiempo que se requería para hacer una pasantía en el programa de honores del Centro para Investigación, Ingeniería, Ciencia y Tecnología de su escuela.
Por eso, el Dr. Thomas B. Daniels, un radioncólogo de Mayo Clinic, ayudó a organizar una experiencia de aprendizaje por observación del trabajo para John mientras estaba en tratamiento. El interés de John por la ciencia y la ingeniería, combinado con su interés personal en su tratamiento, hizo que esta oportunidad fuese ideal.
Justin D. Gagneur, físico del Departamento de Oncología Radioterápica de Mayo, le mostró a John cómo funciona la clínica, le habló sobre las herramientas y las matemáticas utilizadas para diseñar el tratamiento a la medida que estaba recibiendo y comentó cómo el interés de John en la ciencia y la ingeniería podría traducirse en trabajos en el campo médico. John tiene “una actitud científicamente cuestionadora”, dice Gagneur, y “fue reflexivo, atento y optimista” a lo largo de su experiencia de aprendizaje por observación.
En el último día de tratamiento de John, le dijeron que era una especie de celebridad. John fue el paciente número 100 que completó la terapia con rayos de protones en Mayo Clinic de Arizona. Se sorprendió y se sintió honrado.