Los socios filantrópicos Helga y Erivan Haub encontraron esperanza y sanación después de buscar una segunda opinión en Mayo Clinic.
En algunos lugares especiales del mundo, el tiempo se detiene. La familia Haub ha encontrado uno de estos lugares: un rancho de trabajo al pie de la cordillera de Wind River, una sección aislada de las Montañas Rocosas en el oeste de Wyoming. La familia, originaria de Alemania y con familiares ahora dispersos por el mundo, viene aquí una vez al año.
En el rancho, el oeste americano está vivo y no se ve afectado por el ritmo frenético de las ciudades lejanas. En la alta elevación, incluso las mañanas de verano son frescas. El sol se eleva sobre los picos de las montañas y calienta el pasto húmedo. Y una niebla se levanta lentamente. Pero, para los Haub, cuando contemplan estas mañanas desde la casa del rancho, el tiempo se detiene.
La familia dice que atesoran estos momentos. Erivan Haub y su esposa, Helga Haub, compraron la propiedad hace unos 30 años. La pareja, de 50 años en ese momento, había recibido un nuevo aliciente en su vida.
Erivan, que vivía en Alemania y dirigía el negocio familiar, había sido diagnosticado con cáncer de próstata. Los médicos en ese momento realizaron cirugía pero no un tratamiento de radiación. En una cita posterior, Helga recibió un nuevo pronóstico para la salud de su esposo.
"Me dijeron: 'Tiene solo dos años más, como máximo'", dice ella. "Estaba casi debajo de la mesa. Me alegra que mi hijo estuviera conmigo".
Alentados por un amigo, los Haub buscaron una segunda opinión en Mayo Clinic. El cambio de perspectiva para Erivan fue casi inmediato. Recibió tratamiento de radiación e hizo un plan de atención a largo plazo para evitar que el cáncer regrese o se disemine.
Mientras Erivan recibía atención en Mayo Clinic, él y su esposa encontraron algo inesperado: la clínica, con sus inicios como una práctica familiar, operaba con valores que se parecían mucho a los principios del negocio de los Haub, el Grupo Tengelmann.
La relación entre Haub y Mayo Clinic creció, y a medida que los Haub descubrieron más sobre la clínica y su misión, se interesaron más en participar en esa misión. La pareja se convirtió en benefactora regular de la clínica, estableciendo un ejemplo de filantropía que ha sido seguido por otros miembros de la familia Haub.
Dar esperanza
Los Haub han ayudado a asegurar el legado de Mayo Clinic a través de dos cátedras, en honor a Richard F. Emslander, M.D., y a Horst Zincke, M.D., Ph.D., así como a través de premios al desarrollo profesional, para impulsar las carreras de los profesionales médicos más jóvenes de la clínica.
Los Haub también han establecido el Erivan K. and Helga Haub Family Fund in Image-Guided Urology (Fondo Familiar Erivan K. y Helga Haub en Urología Guiada por Imágenes) para promover métodos de tratamiento innovadores en el campo. Sin embargo, tal vez el regalo más singular de la familia es la Mayo Clinic Stiftung, una fundación que facilita la donación de ciudadanos alemanes a Mayo Clinic para apoyar la investigación y la ciencia médica. Este patrón de dar representa la esperanza que los Haub han visto en Mayo Clinic.
"Recibir se recibe una vez; dar es para siempre", dice Helga, mediante un antiguo refrán alemán. Este espíritu generoso ha echado raíces en el hijo de Erivan y Helga, Christian Haub, y en la generación de la familia de Christian.
"Mis padres siempre han sido un gran ejemplo de dedicación y compromiso para llevar una vida responsable, tanto profesionalmente como en la comunidad en la que uno vive", dice Christian. "Me enseñaron que trabajar duro es muy gratificante y que dar en retribución puede traer aún más alegría, especialmente si puedes ser testigo directo del impacto de tu filantropía".
Una familia unida
Si bien la empresa familiar y un legado de filantropía son fundamentales para la familia Haub, no hay nada más importante para sus miembros que la propia familia. Y así, por un corto período de tiempo cada año, la familia regresa al tranquilo rancho de Wyoming. El negocio continúa en todo el mundo sin obstáculos, pero durante unos pocos días, los Haub están aislados. Disfrutan de su tiempo juntos: padres y abuelos, hijos y nietos.
Y mientras están juntos, el tiempo se detiene.
Generaciones con valores
Los colaboradores filantrópicos de Mayo Clinic, Erivan Haub y Helga Haub, establecieron una relación con Mayo Clinic durante sus experiencias como pacientes y después de descubrir que la clínica y la empresa familiar de los Haub tenían valores similares. El negocio de los Haub y Mayo Clinic mantuvieron un legado familiar y crecieron en torno a una serie de valores fundamentales.
Tengelmann Group y Mayo Clinic se fundaron con pocos años de diferencia. William Worrall Mayo, M.D., abrió su consultorio en Rochester, Minnesota, en 1863. Los Tengelmann, bisabuelos de Erivan Haub, inauguraron una tienda de café y té importados en Alemania, en 1867.
Los familiares dirigieron el negocio de Tengelmann a través de dos guerras mundiales, entre otros desafíos, no solo para sobrevivir, sino también crecer. Durante muchos años, Tengelmann fue propietario del venerable negocio de supermercados A&P en los Estados Unidos y Canadá, antes de que vendiera el negocio hace algún tiempo.
Hoy en día, Tengelmann Group ha crecido hasta convertirse en una red de cadenas minoristas especializadas, propiedades inmobiliarias y carteras de capital de riesgo en Europa y América del Norte. Al igual que los dos hijos del Dr. William Worrall Mayo, William J. Mayo, M.D., y Charles W. Mayo, M.D., que expandieron el consultorio de su padre para convertir a Mayo Clinic en un destino internacional para la atención médica, las generaciones futuras de las familias Tengelmann y Haub hicieron crecer el emprendimiento para tener un alcance mundial. Los Haub siguen siendo benefactores entregados y son reconocidos como Socios Filantrópicos de Mayo Clinic.
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