De vuelta a las carreras

Abordar el cáncer como un obstáculo en vez de una sentencia de muerte

Escrito por el personal de Mayo Clinic

“Creo que nunca pensé que volvería a competir”, expresa Tommy. “Siento como si me hubiesen dado una segunda oportunidad de vivir.”

Tommy Archer tiene una fuerza que hay que reconocer. Ganó su primera carrera en la pista Brainerd International Raceway un día después de graduarse de la escuela de automovilismo. Desde entonces, ha ganado más de 40 campeonatos.

Una vez, mientras probaba un automóvil nuevo, chocó y se fracturó cuatro costillas en tres lugares distintos. A las tres semanas estaba nuevamente con el cinturón de seguridad abrochado, con agujeros realizados en las partes del asiento del conductor que normalmente tocarían sus costillas, listo para competir.

"No podía levantar un periódico, pero cuando me ajustaron el cinturón de seguridad, podía conducir", dice Tommy.

En la primera vuelta, otro piloto chocó contra su automóvil, lo que dejó como resultado una llanta pinchada. Entró a los boxes y luego salió rugiendo a 125 millas (201 kilómetros), recibió la bandera a cuadros.

Pero en 2012, una forma agresiva de cáncer de próstata amenazó no solo su carrera, sino también su vida.

"Escuchas la palabra 'cáncer' y lo primero que piensas es que recibes una sentencia de muerte", dice.

Al principio, el cáncer respondió al tratamiento, pero cuando Tommy dejó los medicamentos, sus niveles del antígeno prostático específico comenzaron a aumentar: el cáncer estaba volviendo. Los médicos le recomendaron volver a tomar el medicamento, algo que probablemente tendría que hacer durante el resto de su vida.

"Es fácil decir que debes consumir este o aquel medicamento", comenta Tommy. "Disminuye los niveles de testosterona, pero también hace que uno mismo se sienta disminuido. Te sientes deprimido. Simplemente no eres tú mismo".

Los médicos le ofrecieron a Tommy la opción de dejar que el cáncer se desarrolle y luego vencerlo quirúrgicamente, pero les preocupaba no poder volver a controlar a la bestia una vez que estuviese fuera de la jaula.

“Tengo fe en ustedes, doctores”, les dijo Tommy.

En enero, los médicos del Centro Oncológico Integral de Mayo Clinic usaron colina C-11 para localizar el cáncer de Tommy. La colina C-11 es un medio de diagnóstico por imágenes que permite detectar el cáncer de próstata recurrente mucho antes que con otras técnicas de imágenes.

La inyección de colina C-11 emplea una forma radiactiva de la vitamina colina, que las células cancerosas absorben inmediatamente. Los médicos inyectan una pequeña cantidad de la sustancia en una de las venas del paciente y luego utilizan una tomografía por emisión de positrones y una computadora para observar dónde se acumula la sustancia. El resultado es un mapa detallado del cáncer de la persona.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó a Mayo Clinic como la primera institución en Estados Unidos que puede producir y administrar la inyección de colina C-11.

El nombre técnico del compuesto es 11C-colina. 11C indica que un átomo de carbono tiene la condición de radioactivo y posee una vida media de 20 minutos, lo que significa que cada 20 segundos la sustancia pierde el 50 % de su eficacia.

Su corta vida útil significa que la 11C-colina debe elaborarse para cada paciente y administrarse a los pocos minutos de producirla.

Mediante esta técnica, los médicos encontraron un tumor del tamaño de una canica en el ganglio linfático de Tommy. Cuando lo extirparon en marzo, ya tenía el tamaño de un huevo.

La cirugía dio resultado, y la siguiente exploración de Tommy no mostró signos de cáncer.

Cuando recibió las noticias, Tommy se sentó junto a una estatua de Will y Charlie Mayo, donde “rezó y agradeció a Dios y a los hermanos Mayo por su visión de ayudar a salvar la vida de las personas y mejorar sus vidas”.

El 5 de julio, Tommy corrió por primera vez en mucho tiempo. A los 60 años, les lleva décadas a muchos de sus competidores, “me llaman papá”, bromea, pero es igual de rápido que ellos. Llegó a la meta en segundo lugar y pasó la bandera a cuadros con 0,001 segundos de diferencia del ganador.

“Creo que nunca pensé que volvería a competir”, expresa Tommy. “Siento como si me hubiesen dado una segunda oportunidad de vivir”.

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