Diagnóstico

Algunas de las pruebas y los procedimientos utilizados para diagnosticar el cáncer de amígdalas son los siguientes:

  • Examen de la garganta y el cuello. Tu médico usará un espejo o una cámara pequeña para examinar la boca y garganta. Es posible que use las manos para palpar el cuello y buscar ganglios linfáticos agrandados.
  • Extracción de muestra de tejido para análisis. El médico extirpará un área de tejido sospechoso y la enviará a un laboratorio para su análisis. En el laboratorio, médicos especialmente capacitados (patólogos) buscarán signos de cáncer. La muestra de tejido también se analizará en busca del VPH, ya que la presencia de este virus repercute en gran medida en tu pronóstico y tus opciones de tratamiento.
  • Pruebas por imágenes. Para comprender mejor el tamaño del cáncer y saber si podría haberse extendido más allá de las amígdalas, tu médico puede recomendar pruebas por imágenes, como tomografía computarizada (TAC), imágenes por resonancia magnética (IRM) y tomografía por emisión de positrones.

Tu médico usa la información de estos procedimientos para definir el estadio del cáncer. Los estadios del cáncer de amígdalas van del 0 al IV. Los primeros estadios indican un cáncer pequeño que puede limitarse a la amígdala o puede haberse extendido a algunos ganglios linfáticos cercanos. Los estadios más avanzados indican un cáncer más generalizado que creció hasta afectar muchos ganglios linfáticos o que se extendió a otras áreas del cuerpo.

Tratamiento

Las opciones de tratamiento para el cáncer de amígdalas más adecuadas para ti dependen del tipo y del estadio del cáncer y del estado del VPH, como así también de la salud general y de las preferencias personales. Las opciones de tratamiento para el cáncer de amígdalas pueden incluir cirugía, radioterapia o una combinación de quimioterapia y radioterapia.

Los investigadores están estudiando si las personas con cáncer de amígdalas relacionado con el VPH pueden tratarse con dosis más bajas de radioterapia y quimioterapia. Este tratamiento menos intenso causa menos efectos secundarios y, según estudios anteriores, pareciera ser tan eficaz como los tratamientos con dosis más altas. Si tu cáncer de amígdalas está relacionado con el VPH, tú y tu médico pueden considerar un ensayo clínico que estudia los tratamientos menos intensos.

Cirugía

El objetivo de la cirugía del cáncer de amígdalas es extirpar el cáncer tanto como sea posible. La cirugía puede utilizarse para tratar todos los estadios del cáncer de amígdalas.

La cirugía normalmente se lleva a cabo a través de la boca (cirugía transoral). Los cirujanos pasan herramientas especializadas a través de la boca para acceder al cáncer y extirparlo con herramientas cortantes o láseres.

En algunas situaciones, puede ser necesario hacer una incisión grande en el cuello para extirpar los cánceres grandes y aquellos que se han diseminado a los ganglios linfáticos. La cirugía reconstructiva y la rehabilitación pueden ser necesarias para recuperar la capacidad de comer, hablar y tragar.

Radioterapia

La radioterapia utiliza haces de energía de alta potencia, como los rayos X o los protones, para destruir las células cancerosas.

La radioterapia puede usarse sola para tratar cánceres pequeños que no se extendieron más allá de las amígdalas. La radioterapia se usa a veces después de la cirugía si el cáncer no puede extirparse por completo o si hay riesgo de que el cáncer se pueda haber propagado a los ganglios linfáticos.

La radiación también puede combinarse con quimioterapia como tratamiento inicial o adicional después de la cirugía. La quimioterapia hace que las células cancerosas sean más vulnerables a la radiación y puede aumentar la eficacia.

Quimioterapia

La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas. En el caso de cáncer de amígdalas, la quimioterapia a menudo se combina con radioterapia. También puede usarse sola para desacelerar el crecimiento del cáncer de amígdalas recurrente o que se ha extendido a otras partes del cuerpo.

Servicios de rehabilitación

Los especialistas de rehabilitación en terapia del habla, tratamiento de deglución, nutrición, fisioterapia y terapia ocupacional colaboran con la rehabilitación que podría hacer falta después de una cirugía o radioterapia.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Enterarte de que tienes una enfermedad que puede poner tu vida en riesgo puede ser devastador. Con el tiempo, encontrarás maneras de hacer frente a los sentimientos, pero puedes encontrar consuelo siguiendo estas estrategias:

  • Haz preguntas sobre el cáncer de amígdalas. Escribe las preguntas que tengas acerca de este tipo de cáncer. Haz estas preguntas en tu próxima cita médica. Además, pide al médico algunos recursos confiables de donde puedas obtener más información.

    Informarte sobre el tipo de cáncer que padeces y las opciones de tratamiento puede lograr que te sientas más cómodo en cuanto a la toma de decisiones sobre tu atención médica.

  • Mantente conectado con tus familiares y amigos. El diagnóstico de cáncer puede también ser estresante para tus familiares y amigos. Intenta mantenerlos involucrados en tu vida.

    Tus familiares y amigos posiblemente preguntarán si hay algo que puedan hacer por ti. Piensa en algunas tareas con las que podrías necesitar ayuda, como el cuidado de tu hogar si tienes que permanecer en el hospital o solamente estar presentes cuando quieras charlar.

    Puedes encontrar consuelo en el apoyo de un grupo de familiares y amigos que te brinden atención.

  • Busca a alguien con quien hablar. Busca a alguien con quien puedas hablar y que tenga experiencia con personas que padecen enfermedades mortales. Consulta con un asesor, asistente social, miembro del clero o algún grupo de apoyo para personas con cáncer.

Preparación para la consulta

Comienza por solicitar una cita con el dentista o médico de cabecera si tienes algún signo o síntoma que te preocupe.

Si tu médico o dentista sospecha que puedes tener cáncer de amígdalas, es posible que te remita a los siguientes especialistas:

  • Un cirujano que se especializa en procedimientos de cabeza y cuello
  • Un médico que utiliza medicamentos para tratar el cáncer (oncólogo)
  • Un médico que usa radiación para tratar el cáncer (radioncólogo)

Debido a que las citas médicas pueden ser breves y a que, generalmente, hay mucha información de la que hablar, es una buena idea estar preparado. La siguiente información te ayudará a prepararte y a saber qué esperar del médico.

Qué puedes hacer

  • Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita. Cuando programes la cita, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con anticipación, como restringir tu dieta.
  • Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la cita.
  • Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, como también de las vitaminas o los suplementos que estés tomando.
  • Considera pedirle a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una cita. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que hayas pasado por alto u olvidado.
  • Escribe preguntas para hacerle al médico.

Tu tiempo con el médico es limitado; por eso, preparar una lista de preguntas te ayudará a aprovechar ese tiempo al máximo. Organiza tus preguntas de la más a la menos importante en caso de que se acabe el tiempo. En el caso del cáncer de amígdalas, estas son algunas preguntas básicas que puedes hacerle a tu médico:

  • ¿En qué estadio del cáncer de amígdalas me encuentro?
  • ¿Puedes explicarme el informe de patología? ¿Puedo llevarme una copia de mi informe de patología?
  • ¿Necesitaré más pruebas?
  • ¿Cuáles son las opciones de tratamiento para el cáncer de amígdalas?
  • ¿Cuáles son los riesgos y los beneficios de cada opción?
  • ¿Existe alguna opción de tratamiento que recomiendes más que otras?
  • ¿Qué le recomendarías a un ser querido en la misma situación?
  • ¿Debo buscar una segunda opinión de un especialista? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
  • ¿Tienes folletos u otros materiales impresos que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomiendas?

Además de las preguntas que preparaste para el médico, no dudes en hacer otras preguntas durante la cita.

Qué esperar de tu médico

Es probable que el médico te haga varias preguntas. Estar listo para responderlas puede darte más tiempo para abordar los puntos que quieras tratar. El médico podría hacerte estas preguntas:

  • ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
  • ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
  • ¿Cómo son de graves los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, empeore los síntomas?

Cáncer de amígdalas - atención en Mayo Clinic

Sept. 22, 2022
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