Descripción general
La septicemia es una afección que pone en riesgo la vida que se da cuando la respuesta del cuerpo a una infección provoca daños en sus propios tejidos. Cuando se activan los procesos que combaten infecciones en el cuerpo, estos hacen que los órganos no funcionen correctamente.
La septicemia puede progresar y convertirse en un choque séptico. Esta es una disminución considerable en la presión arterial que puede provocar graves problemas orgánicos y la muerte.
El tratamiento temprano con antibióticos y líquidos intravenosos mejora las posibilidades de sobrevivir.
Síntomas
Signos y síntomas de sepsis
Para que el diagnóstico sea una septicemia, debes tener una infección confirmada o probable y todos estos signos:
- Cambio del estado mental
- Presión arterial sistólica (el primer número de una lectura) igual a o menor que 100 milímetros de mercurio (mm Hg).
- Una frecuencia respiratoria mayor que o igual a 22 respiros por minuto.
Los signos y síntomas de un choque séptico incluyen los siguientes
El choque séptico es una caída grave de la presión arterial que provoca problemas muy anormales en la forma en que las células funcionan y producen energía. La progresión al choque séptico aumenta el riesgo de muerte. Los signos de progresión al choque séptico incluyen los siguientes:
- La necesidad de tomar medicamentos para mantener la presión arterial sistólica mayor o igual a 65 mm Hg.
- Niveles altos de ácido láctico en la sangre (lactato sérico). Tener demasiado ácido láctico en la sangre significa que las células no utilizan el oxígeno correctamente.
Cuándo consultar con el médico
La mayoría de las veces, la septicemia ocurre en personas que están hospitalizadas o que han sido hospitalizadas recientemente. Las personas que se encuentran en una unidad de cuidados intensivos tienen mayor posibilidad de contraer infecciones que pueden llevar a la septicemia.
Sin embargo, cualquier infección podría provocar septicemia. Consulta a tu médico acerca de una infección o herida que no ha respondido al tratamiento. Los signos o síntomas, como confusión o respiración rápida, requieren atención de emergencia.
Causas
Si bien cualquier tipo de infección, ya sea bacterial, viral o fúngica, puede causar septicemia, las infecciones que más a menudo lo hacen son aquellas que se desarrollan en los siguientes sitios:
- Pulmones, como la neumonía
- Riñón, vejiga y otras partes del sistema urinario
- Sistema digestivo
- Torrente sanguíneo (Bacteriemia)
- Sitios de catéter
- Heridas o quemaduras
Factores de riesgo
Entre los factores que aumentan el riesgo de septicemia, se encuentran los siguientes:
- Edad avanzada
- Infancia
- Sistema inmunitario comprometido
- Diabetes
- Enfermedad renal o hepática crónica
- Ingreso en la unidad de cuidados intensivos u hospitalización más prolongada
- Dispositivos invasivos, como catéteres intravenosos o intubación endotraqueal
- Administración previa de antibióticos o corticosteroides
Complicaciones
A medida que la septicemia empeora, el flujo sanguíneo a órganos vitales, como el cerebro, el corazón y los riñones, se ve afectado. La septicemia puede causar una coagulación sanguínea anormal que da como resultado pequeños coágulos o la ruptura de vasos sanguíneos que dañan o destruyen los tejidos.
La mayoría de las personas se recuperan de una septicemia leve, pero la tasa de mortalidad por choque séptico es de alrededor del 40 por ciento. Además, un episodio de septicemia grave te predispone a un mayor riesgo de infecciones futuras.