Diagnóstico

Los médicos a menudo ordenan varias pruebas para tratar de identificar la infección de base.

Análisis de sangre

Las muestras de sangre se utilizan para detectar lo siguiente:

  • Indicios de una infección
  • Problemas de coagulación sanguínea
  • Función hepática o renal anormal
  • Niveles de oxígeno más bajos de los que el cuerpo necesita
  • Desequilibrios electrolíticos

Otros análisis de laboratorio

Otros análisis de laboratorio para identificar la fuente de la infección pueden incluir muestras de lo siguiente:

  • Orina
  • Líquido de la herida
  • Mucosidad y saliva de las vías respiratorias

Estudios de diagnóstico por imágenes

Si el lugar de la infección no se encuentra fácilmente, el proveedor de atención médica puede pedir más pruebas. Algunos ejemplos de pruebas por imágenes son:

  • Radiografía. Las radiografías pueden mostrar infecciones en los pulmones.
  • Ecografía. Esta máquina usa ondas de sonido para producir imágenes en tiempo real en una pantalla de video. La ecografía puede mostrar infecciones en la vesícula y los riñones.
  • Tomografía computarizada. Esta máquina toma radiografías desde distintos ángulos y las combina para mostrar cortes transversales del interior del cuerpo. Las infecciones en el hígado, el páncreas u otros órganos abdominales son más fáciles de ver en una tomografía computarizada.
  • Imágenes por resonancia magnética. Esta máquina usa ondas de radio y un imán potente para producir imágenes transversales o tridimensionales. Puede ser útil para ver infecciones de los tejidos blandos o los huesos.

Tratamiento

El tratamiento temprano y exhaustivo aumenta la probabilidad de recuperación. Las personas con septicemia requieren control minucioso y tratamiento en la unidad de cuidados intensivos de un hospital. Esto se debe a que las personas con septicemia pueden necesitar medidas para salvar vidas para estabilizar la respiración y el funcionamiento del corazón.

Medicamentos

Se usan diferentes medicamentos para tratar la septicemia y el choque séptico. Entre estos, se incluyen los siguientes:

  • Antibióticos. El tratamiento con antibióticos comienza lo antes posible. A menudo, se usan primero antibióticos de amplio espectro, que son eficaces contra una gran variedad de bacterias. Cuando los resultados del análisis de sangre muestran qué microbio está provocando la infección, el primer antibiótico puede cambiarse por otro. El segundo antibiótico combate específicamente el microbio que provoca la infección.
  • Líquidos inyectados en las venas. El uso de líquidos intravenosos comienza lo antes posible.
  • Vasopresores. Los vasopresores estrechan los vasos sanguíneos y ayudan a aumentar la presión arterial. Si la presión arterial sigue siendo demasiado baja después de recibir líquidos, se puede usar un medicamento vasopresor.

Se pueden utilizar otros medicamentos, como insulina para los niveles de glucosa en la sangre, o medicamentos contra el dolor.

Atención médica de apoyo

Las personas con septicemia suelen buscar atención médica complementaria con oxígeno. Algunas personas necesitan una máquina para que los ayude a respirar. Si los riñones de una persona no funcionan bien por la infección, puede que necesite una diálisis.

Cirugía

Es posible que la cirugía ayude a extraer fuentes de infección, como pus y tejidos infectados o muertos.

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