Diagnóstico

Muchas enfermedades causan diarrea. Por eso, si bien el rotavirus se suele diagnosticar en función de los síntomas y una exploración física, se puede analizar una muestra de heces para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento

No hay tratamiento específico para la infección por rotavirus. Los antibióticos y los antivirales no funcionan cuando hay se presenta esta infección. Generalmente, desaparece dentro de tres a siete días.

La prevención de la deshidratación es el mayor problema. Para prevenir la deshidratación mientras el virus cumple su ciclo, bebe mucho líquido Si tu hijo tiene diarrea grave, consulta al médico acerca de ofrecerle un líquido de rehidratación oral como Pedialyte o Enfalyte, especialmente si la diarrea dura más de unos días.

Para los niños, un líquido de rehidratación puede reponer los minerales perdidos con más eficacia que el agua u otros líquidos. La deshidratación grave puede requerir la administración de líquidos intravenosos en el hospital.

Los medicamentos antidiarreicos no se recomiendan para una infección de rotavirus.

Autocuidados

Si tu bebé está enfermo, ofrécele pequeñas cantidades de líquido. Si estás amamantando, continúa haciéndolo.

Si tu bebé toma leche de fórmula, dale una pequeña cantidad de algún líquido de rehidratación oral o fórmula regular. No diluyas la leche de fórmula del bebé.

Si tu hijo mayor no se siente bien, anímalo a que descanse. Ofrécele alimentos blandos que no contengan azúcar agregada, como panes integrales o galletas saladas, carne magra, yogurt, frutas y verduras.

Tomar mucho líquido también es importante, incluidos los líquidos para la rehidratación oral. Evita los refrescos, el jugo de manzana, los productos lácteos que no sean yogurt y los alimentos azucarados, que pueden empeorar la diarrea.

Evita cualquier cosa que pueda irritar el estómago, como las comidas muy condimentadas, la cafeína, el alcohol y la nicotina.

Preparación para la consulta

Si tú o tu hijo necesitan ver al médico, es probable que primero veas a tu profesional de atención médica primaria. Si tienes preguntas sobre el diagnóstico, el médico puede derivarte a un gastroenterólogo o a un especialista en enfermedades infecciosas.

Qué puedes hacer

Preparar una lista de preguntas te ayudará a aprovechar al máximo tu tiempo con el médico. Las preguntas que podrías hacerle a tu médico o al médico de tu hijo pueden ser las siguientes:

  • ¿Cuál es la causa más probable de estos síntomas? ¿Existen otras causas posibles?
  • ¿Hay necesidad de hacer pruebas?
  • ¿Cuál es el mejor enfoque de tratamiento? ¿Existen otras alternativas?
  • ¿Es necesario tomar algún medicamento?
  • ¿Cómo puedo aliviar los síntomas?

Qué esperar del médico

Las preguntas que el médico puede hacerte incluyen las siguientes:

  • ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
  • ¿Los síntomas han sido continuos o a veces desaparecen?
  • ¿Qué tan graves son los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, empeore los síntomas?

Qué puedes hacer mientras tanto

Bebe mucho líquido. Retoma lo antes posible una alimentación saludable, restringiendo los azúcares y las grasas. Si tu hijo está enfermo, adopta el mismo enfoque.

Si estás amamantando o usando leche de fórmula, continúa alimentando a tu hijo como lo haces habitualmente. Pregúntale al médico de tu hijo se puedes darle algún líquido de rehidratación por vía oral.

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