Diagnóstico

Análisis de personas sanas para detectar cáncer de pulmón

Las personas con un mayor riesgo de cáncer de pulmón pueden considerar realizarse exámenes de detección anual de cáncer de pulmón mediante tomografías computarizadas de dosis bajas. Los exámenes de detección del cáncer de pulmón generalmente se ofrecen a los adultos mayores que han fumado mucho durante varios años o que han dejado de fumar en los últimos 15 años.

Habla de tu riesgo de cáncer de pulmón con el médico. Juntos podrán decidir si los exámenes de detección del cáncer de pulmón son lo que más te conviene.

Análisis para diagnosticar el cáncer de pulmón

Si existe un motivo que te haga pensar que puedes tener cáncer de pulmón, el médico puede pedir varios análisis para buscar células cancerosas y descartar otras afecciones.

Entre las pruebas, se pueden incluir las siguientes:

  • Pruebas por imágenes. Una imagen de rayos X de los pulmones puede revelar un nódulo o un tumor anormal. Una tomografía computarizada puede revelar lesiones pequeñas en los pulmones que tal vez no se detecten en los rayos X.
  • Citología del esputo. Si tienes tos con producción de esputo, la observación del esputo con el microscopio a veces puede revelar la presencia de células pulmonares cancerosas.
  • Muestra de tejido (biopsia). Se puede hacer un procedimiento llamado biopsia para el cual se extrae una muestra de células anormales.

    Su médico puede realizar una biopsia de varias maneras, incluida la broncoscopía, en la cual su médico examina las áreas anormales de sus pulmones con un tubo con luz que pasa por su garganta y llega a sus pulmones.

    Otra opción es la mediastinoscopia, en la que se hace una incisión en la base del cuello y se insertan herramientas quirúrgicas detrás del esternón para tomar muestras de tejido de los ganglios linfáticos.

    Otra opción es la biopsia con aguja, en la que el médico utiliza imágenes de rayos X de tomografía computarizada para guiar una aguja a través de la pared torácica y dentro del tejido pulmonar para recolectar las células sospechosas.

    También se puede tomar una muestra de biopsia de los ganglios linfáticos o de otras zonas donde el cáncer se haya diseminado, como el hígado.

Un análisis cuidadoso de sus células cancerosas en un laboratorio revelará qué tipo de cáncer de pulmón tienes. Los resultados de las sofisticadas pruebas pueden indicar a tu médico las características específicas de tus células que pueden ayudar a determinar el pronóstico y guiar tu tratamiento.

Análisis para determinar la extensión del cáncer

Una vez que se haya diagnosticado el cáncer de pulmón, el médico seguirá trabajando para determinar el grado (estadio) del cáncer. El estadio del cáncer sirve para que tú y tu médico puedan decidir qué tratamiento es el más adecuado.

Los análisis de estadificación pueden comprender procedimientos de diagnóstico por imágenes que le permiten al médico buscar pruebas de que el cáncer se diseminó fuera de los pulmones. Estas pruebas incluyen tomografías computarizadas, resonancias magnéticas, tomografías por emisión de positrones (PET) y escáneres óseos. No todos los estudios son adecuados para cualquiera, así que habla con tu médico acerca de cuáles son los procedimientos indicados para ti.

Los estadios del cáncer de pulmón se indican con números romanos que van del 0 al IV, y los estadios más bajos indican un cáncer que se limita al pulmón. En el estadio IV, el cáncer se considera avanzado y se ha propagado a otras zonas del cuerpo.

Tratamiento

Junto con el médico elegirán el plan de tratamiento oncológico en función de varios factores, como tu estado general de salud, el tipo y el estadio del cáncer y tus preferencias.

En algunos casos, también puedes elegir no hacer ningún tratamiento. Por ejemplo, puedes decidir que los efectos secundarios del tratamiento no justifican los posibles beneficios. Cuando este sea el caso, el médico podría sugerir cuidados paliativos para aliviar el dolor a fin de tratar solamente los síntomas que provoca el cáncer, como el dolor o la falta de aliento.

Cirugía

Durante la cirugía, el cirujano trabaja para extirpar el cáncer de pulmón y parte del tejido sano circundante. Los procedimientos para eliminar el cáncer de pulmón son:

  • Resección en cuña para eliminar una pequeña parte del pulmón donde está el tumor más un tejido sano circundante
  • Resección segmentaria para eliminar una parte más grande del pulmón, pero no un lóbulo entero
  • Lobectomía para eliminar el lóbulo entero de un pulmón
  • Neumonectomía para eliminar un pulmón entero

Si te sometes a una cirugía, el cirujano también puede eliminar ganglios linfáticos del tórax, a fin de analizarlos en busca de signos de cáncer.

La cirugía puede ser una opción si su cáncer está limitado a los pulmones. Si tienes un tumor pulmonar más grande, el médico puede recomendarte la quimioterapia o la radioterapia antes de la cirugía para reducir el tumor. Si existe el riesgo de que queden células cancerosas después de la cirugía o de que el cáncer vuelva a aparecer, el médico puede recomendar quimioterapia o radioterapia después de la cirugía.

Radioterapia

La radioterapia usa haces de energía de gran potencia, de fuentes como los rayos X y los protones, para destruir las células cancerosas. Durante la radioterapia, te recuestas sobre una camilla mientras una máquina se mueve a tu alrededor y dirige la radiación a puntos específicos del cuerpo.

Para las personas con cáncer de pulmón localmente avanzado, la radiación puede utilizarse antes o después de la cirugía. A menudo se combina con tratamientos de quimioterapia. Si la cirugía no es una opción, la quimioterapia y la radioterapia combinadas pueden ser tu tratamiento principal.

En el caso de los cánceres de pulmón avanzados y los que se han extendido a otras áreas del cuerpo, la radioterapia puede ayudar a aliviar los síntomas, como el dolor.

Quimioterapia

La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas. Es posible que te administren uno o más medicamentos de quimioterapia a través de una vena del brazo (vía intravenosa) o por vía oral. Por lo general, se administra una combinación de medicamentos en una serie de tratamientos, durante un período de semanas a meses, con descansos en el medio, para que puedas recuperarte.

La quimioterapia se suele usar después de la cirugía para destruir todas las células cancerosas que puedan haber quedado. Se puede utilizar sola o combinada con la radioterapia. La quimioterapia también puede utilizarse antes de la cirugía para reducir el tamaño de los cánceres y facilitar su eliminación.

En las personas con cáncer de pulmón avanzado, se puede usar la quimioterapia para aliviar el dolor y otros síntomas.

Radioterapia estereotáctica corporal

La radioterapia corporal estereotáctica, también conocida como radiocirugía, es un tratamiento de radiación intensa que dirige muchos haces de radiación al cáncer desde muchos ángulos. La radioterapia corporal estereotáctica se suele completar en una o en unas pocas sesiones de tratamiento.

La radioterapia corporal estereotáctica puede ser una opción para las personas con cánceres de pulmón pequeños que no pueden someterse a una cirugía. También puede utilizarse para tratar el cáncer de pulmón que se propaga a otras partes del cuerpo, incluido el cerebro.

Terapia dirigida con medicamentos

Los tratamientos con medicamentos con diana específica se enfocan en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear estas anomalías, los tratamientos con medicamentos con diana específica pueden producir la muerte de las células cancerosas.

Se utilizan muchos medicamentos de terapia dirigida para tratar el cáncer de pulmón, aunque la mayoría se reservan para personas con cáncer avanzado o recurrente.

Algunas terapias dirigidas solo funcionan en personas que tienen células cancerosas con ciertas mutaciones genéticas. Las células cancerosas pueden examinarse en un laboratorio para comprobar si estos medicamentos podrían ayudarte.

Inmunoterapia

La inmunoterapia utiliza tu sistema inmunitario para combatir el cáncer. El sistema inmunitario que lucha contra las enfermedades de tu cuerpo puede no atacar el cáncer porque las células cancerosas producen proteínas que las ayudan a esconderse de las células del sistema inmunitario. La inmunoterapia interfiere en ese proceso.

Los tratamientos de inmunoterapia generalmente se reservan para las personas con cáncer de pulmón localmente avanzado o cáncer que se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

Cuidados paliativos

Las personas con cáncer de pulmón suelen tener signos y síntomas del cáncer, además de los efectos secundarios del tratamiento. La atención médica complementaria, también conocida como "cuidados paliativos", es un campo especializado de la medicina que consiste en trabajar con un médico para disminuir al mínimo los signos y síntomas.

El médico puede recomendarte que consultes con un equipo de cuidados paliativos poco después del diagnóstico, para asegurarse de que estés cómodo durante el tratamiento oncológico y después de este.

En un estudio, las personas con cáncer de pulmón avanzado de células no pequeñas que comenzaron a recibir atención complementaria poco después del diagnóstico, vivieron más tiempo que las personas que continuaron con los tratamientos, como la quimioterapia y la radiación. Las que recibieron atención complementaria informaron una mejoría en el estado de ánimo y en la calidad de vida. En promedio, sobrevivieron casi tres meses más que quienes recibieron la atención estándar.

Estilo de vida y remedios caseros

Lidiando con la dificultad para respirar

Muchas personas con cáncer de pulmón experimentan falta de aire en algún momento de la evolución de la enfermedad. Existen tratamientos, como la administración de oxígeno, y medicamentos para que te sientas más cómodo, pero no siempre son suficientes.

Para lidiar con la falta de aire, te podrían servir los siguientes consejos:

  • Intenta relajarte. Tener falta de aire puede provocar temor. Pero el miedo y la ansiedad dificultan más la respiración. Cuando empieces a sentir dificultad para respirar, trata de controlar el miedo haciendo algo que te ayude a relajarte. Escucha música, imagina tu lugar favorito para vacacionar, medita o reza.
  • Ponte en una posición cómoda. Inclinarte hacia delante puede ayudarte cuando tengas dificultad para respirar.
  • Concéntrate en la respiración. Cuando sientas dificultad para respirar, concéntrate en tu respiración. En lugar de tratar de llenar los pulmones con aire, concéntrate en mover los músculos que controlan el diafragma. Trata de respirar con los labios fruncidos haciendo que tus respiraciones sigan el ritmo de tu actividad.
  • Ahorra energía para lo que es importante. Si tienes dificultad para respirar, podrías cansarte con facilidad. Descarta las actividades diarias que no sean esenciales de manera que puedas usar esa energía en cosas que tienes que hacer.

Dile al médico si empeoran tus síntomas de falta de aire u otros síntomas, ya que existen muchos otros tratamientos disponibles para aliviarla.

Medicina alternativa

Los tratamientos alternativos y complementarios contra el cáncer de pulmón no pueden curar el cáncer. Pero, por lo general, estos tratamientos se pueden combinar con la atención médica para ayudar a aliviar los signos y síntomas.

El American College of Chest Physicians (Colegio Estadounidense de Médicos Especializados en Tórax) recomienda que las personas con cáncer de pulmón tengan en cuenta las siguientes terapias:

  • Acupuntura. Durante una sesión de acupuntura, un profesional de la salud capacitado inserta pequeñas agujas en puntos específicos de tu cuerpo. La acupuntura puede aliviar el dolor y los efectos secundarios del tratamiento oncológico, como las náuseas y los vómitos, pero no existen pruebas de que tenga algún efecto en el cáncer.
  • Hipnosis. La hipnosis habitualmente la realiza un terapeuta que te guía con ejercicios de relajación y te pide que te concentres en pensamientos placenteros y positivos. La hipnosis puede disminuir la ansiedad, las náuseas y el dolor en personas con cáncer.
  • Masajes. Durante una sesión de masajes, el masoterapeuta usa las manos para aplicar presión sobre la piel y los músculos. El masaje puede ayudar a aliviar la ansiedad y el dolor en las personas con cáncer. Algunos están especialmente capacitados para trabajar con personas que tienen cáncer.
  • Meditación. La meditación es un momento de reflexión en silencio en el cual te concentras en una cosa, como una idea, una imagen o un sonido. La meditación puede disminuir el estrés y mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer.
  • Yoga. El yoga combina movimientos de estiramiento suaves con respiración profunda y meditación. El yoga puede ayudar a las personas con cáncer a dormir mejor.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

El diagnóstico de cáncer puede ser abrumador. Con el tiempo, encontrarás maneras de afrontar el sufrimiento emocional y la incertidumbre del cáncer. Hasta ese momento, los siguientes consejos quizás puedan ayudarte:

  • Obtén suficiente información sobre el cáncer de pulmón para tomar decisiones sobre tu atención médica. Pregúntale al médico sobre tu cáncer de pulmón, incluso sobre las opciones de tratamiento y, si así lo deseas, sobre el pronóstico. Mientras más sepas sobre el cáncer de pulmón, más confianza tendrás para tomar decisiones del tratamiento.
  • Mantén cerca a tus familiares y amigos. Fortalecer el vínculo con las personas con las que tienes una relación estrecha te ayudará a enfrentar el cáncer de pulmón. Los familiares y amigos pueden brindar el apoyo práctico que necesitas, como ayudarte a cuidar tu hogar si te encuentras en el hospital. Pueden convertirse en un apoyo emocional cuando te sientas abrumado por el cáncer.
  • Busca a alguien con quien hablar. Busca a una persona que sepa escuchar y que esté dispuesta a escucharte hablar sobre tus esperanzas y temores. Puede ser un familiar o un amigo. También podrían resultar útiles el interés y comprensión de un terapeuta, asistente social médico, miembro de la iglesia o grupo de apoyo para personas con cáncer.

    Pídele al médico que te brinde información sobre los grupos de apoyo en tu zona. O consulta con organizaciones locales y nacionales de lucha contra el cáncer, como el Instituto Nacional del Cáncer o la Sociedad Americana Contra el Cáncer.

Preparación para la consulta

Comienza con una consulta con el médico de cabecera si tienes signos o síntomas que te preocupen. Si el médico sospecha que tienes cáncer de pulmón, es posible que te remita a un especialista. Los especialistas que tratan a personas que tienen cáncer de pulmón son los siguientes:

  • Médicos que se especializan en tratar el cáncer (oncólogos)
  • Médicos que diagnostican y tratan las enfermedades pulmonares (neumólogos)
  • Médicos que usan radiación para tratar el cáncer (radioncólogos)
  • Cirujanos que efectúan operaciones del pulmón (cirujanos de tórax)
  • Médicos que tratan los signos y síntomas del cáncer, y que dan tratamiento oncológico (especialistas en cuidados paliativos)

Qué puedes hacer

Dado que las citas pueden ser breves, y es necesario tratar muchos temas, es recomendable que estés preparado. Para estar preparado, trata de hacer lo siguiente:

  • Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita. Cuando programes la cita, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con anticipación, como restringir tu dieta.
  • Anota los síntomas que tengas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la cita. Anota cuándo comenzaron los síntomas.
  • Anota tu información personal más importante, como episodios de estrés o cambios recientes en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas y suplementos que tomas.
  • Recopila tus expedientes médicos. Si tienes una radiografía de tórax o si otro médico te realizó una exploración, trata de obtener el archivo y llévalo a la cita.
  • Considera pedirle a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una cita. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que hayas pasado por alto u olvidado.
  • Escribe preguntas para hacerle al médico.

Preguntas para hacer si te diagnosticaron cáncer de pulmón

Tu tiempo con el médico es limitado; por eso, preparar una lista de preguntas te ayudará a aprovechar ese tiempo al máximo. Organiza tus preguntas de la más importante a la menos importante por si se acaba el tiempo. Algunas preguntas básicas relativas al cáncer de pulmón son las siguientes:

  • ¿Qué tipo de cáncer tengo?
  • ¿Podría ver la radiografía de tórax o la exploración por tomografía computarizada que muestran el cáncer?
  • ¿Qué es lo que provoca los síntomas?
  • ¿Cuál es el estadio del cáncer?
  • ¿Necesitaré más pruebas?
  • ¿Debería hacerme un análisis de las células cancerosas del pulmón para detectar las mutaciones genéticas que puedan determinar mis opciones de tratamiento?
  • ¿El cáncer se diseminó a otras partes del cuerpo?
  • ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
  • ¿Alguna de estas opciones de tratamiento curará el cáncer que padezco?
  • ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de cada tratamiento?
  • ¿Hay algún tratamiento que considere que es el más adecuado para mí?
  • ¿Me beneficio si dejo de fumar ahora?
  • ¿Qué consejo le daría a un amigo o familiar suyo que estuviera en mi situación?
  • ¿Qué sucede si no quiero seguir ningún tratamiento?
  • ¿Hay formas de aliviar los signos y síntomas que tengo?
  • ¿Puedo inscribirme en un ensayo clínico?
  • ¿Debería consultar a un especialista? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
  • ¿Hay algún folleto u otro material que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

Además de las preguntas que preparaste para el médico, no dudes en hacer otras que te surjan durante la cita.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga varias preguntas. Estar preparado para responderlas puede darte más tiempo para abordar los puntos que quieras tratar. El médico podría hacerte estas preguntas:

  • ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
  • ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Respiras con algún resoplido?
  • ¿Tienes tos que se siente como que estás despejando la garganta?
  • ¿Alguna vez te diagnosticaron enfisema o una enfermedad pulmonar obstructiva crónica?
  • ¿Tomas medicamentos para la falta de aire?
  • ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, empeore los síntomas?