Diagnóstico

Diagnóstico del cáncer de hígado

Los exámenes y procedimientos utilizados para diagnosticar el cáncer de hígado incluyen los siguientes:

  • Análisis de sangre. Los análisis de sangre pueden revelar anomalías en la función hepática.
  • Pruebas por imágenes. El médico puede recomendar pruebas por imágenes, como una ecografía, una tomografía computarizada y una resonancia magnética.
  • Extracción de una muestra de tejido hepático para análisis. Algunas veces es necesario extirpar un pedazo de tejido hepático para analizarlo en el laboratorio con el fin de hacer un diagnóstico definitivo de cáncer de hígado.

    Durante una biopsia hepática, el médico inserta una aguja delgada a través de la piel y dentro del hígado para obtener una muestra de tejido. En el laboratorio, los médicos examinan el tejido bajo un microscopio para buscar células cancerosas. La biopsia hepática conlleva un riesgo de sangrado, moretones e infección.

Determinación del estadio del cáncer de hígado

Una vez que se diagnostica el cáncer de hígado, el médico trabajará para determinar el grado (estadio) del cáncer. Las pruebas de estadio ayudan a determinar el tamaño y la ubicación del cáncer, y si se ha diseminado. Las pruebas por imágenes utilizadas para clasificar el cáncer de hígado incluyen tomografías computarizadas, resonancias magnéticas y gammagrafías óseas.

Existen diferentes métodos para clasificar las etapas del cáncer de hígado. Por ejemplo, un método usa números romanos del I al IV, y otro usa letras de la A a la D. El médico utiliza el estadio del cáncer para determinar las opciones de tratamiento y el pronóstico.

Tratamiento

Los tratamientos para el cáncer de hígado primario dependen del avance (estadio) de la enfermedad, y también de tu edad, tu salud general y tus preferencias personales.

Cirugía

Las operaciones que se utilizan para tratar el cáncer de hígado incluyen las siguientes:

  • Cirugía para extraer el tumor. En determinadas situaciones, el médico podría recomendar una operación para extraer el cáncer de hígado y una porción pequeña del tejido del hígado sano que rodea el tumor si este es pequeño y tu función hepática es adecuada.

    El hecho de que esta sea una opción en tu caso también depende de la ubicación del cáncer dentro del hígado, del funcionamiento del hígado y de tu estado de salud general.

  • Cirugía de trasplante de hígado. Durante una cirugía de trasplante de hígado, se retira el hígado enfermo y se reemplaza con el hígado sano de un donante. La cirugía de trasplante de hígado es una opción solo para un pequeño porcentaje de personas con cáncer de hígado en estadio temprano.

Tratamientos localizados

Los tratamientos localizados para el cáncer de hígado son aquellos que se administran directamente a las células cancerosas o al área que las rodea. Las opciones de tratamiento localizadas para el cáncer de hígado incluyen lo siguiente:

  • Calentamiento de las células cancerosas. La ablación por radiofrecuencia utiliza corriente eléctrica para calentar y destruir las células cancerosas. A través de una prueba de imágenes que se utiliza como guía, como una ecografía, el médico inserta una o más agujas delgadas en pequeñas incisiones en el abdomen. CuCon With las agujas llegan al tumor, se calientan con una corriente eléctrica y destruyen las células cancerosas. Otros procedimientos para calentar las células cancerosas podrían usar microondas o láser.
  • Congelamiento de las células cancerosas. La crioablación utiliza el frío extremo para destruir las células cancerosas. Durante el procedimiento, el médico coloca un instrumento (criosonda) que contiene nitrógeno líquido directamente sobre los tumores hepáticos. Las imágenes de ultrasonido se utilizan para guiar la criosonda y controlar la congelación de las células.
  • Inyección de alcohol en el tumor. Durante este procedimiento, el alcohol puro se inyecta directamente en los tumores, ya sea a través de la piel o durante una operación. El alcohol hace que las células del tumor mueran.
  • Inyección de medicamentos de quimioterapia en el hígado. La quimioembolización es un tipo de tratamiento de quimioterapia que suministra medicamentos anticancerosos fuertes directamente al hígado.
  • Colocación de cuentas llenas de radiación en el hígado. Las esferas diminutas que contienen radiación se pueden colocar directamente en el hígado, donde pueden administrar radiación directamente al tumor.

Radioterapia

Este tratamiento utiliza energía de gran potencia, de fuentes como rayos X y protones, para destruir las células cancerosas y reducir los tumores. Los médicos dirigen cuidadosamente la energía al hígado, sin afectar el tejido sano circundante.

La radioterapia podría ser una opción si otros tratamientos no son posibles o si no han funcionado. Para el cáncer de hígado avanzado, la radioterapia podría ayudar a controlar los síntomas.

Durante la radioterapia de haz externo, estás recostado sobre una camilla, y una máquina dirige los haces de energía a un punto preciso del cuerpo.

Un tipo especializado de radioterapia, llamada radioterapia corporal estereotáctica, consiste en enfocar muchos haces de radiación simultáneamente en un punto del cuerpo.

Terapia con fármacos dirigidos

Los tratamientos con medicamentos con diana específica se enfocan en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear estas anomalías, los tratamientos con medicamentos con diana específica pueden producir la muerte de las células cancerosas.

Existen muchos medicamentos de diana específica para el tratamiento del cáncer de hígado avanzado.

Algunas terapias con diana específica solo funcionan en personas que tienen células cancerosas con ciertas mutaciones genéticas. Las células cancerosas pueden examinarse en un laboratorio para comprobar si estos medicamentos podrían ayudarte.

Inmunoterapia

La inmunoterapia utiliza tu sistema inmunitario para combatir el cáncer. El sistema inmunitario del cuerpo que combate la enfermedad podría no atacar el cáncer porque las células cancerosas producen proteínas que impiden que las células del sistema inmunitario las reconozcan. La inmunoterapia funciona interfiriendo en ese proceso.

Los tratamientos de inmunoterapia generalmente se reservan para personas con cáncer de hígado avanzado.

Quimioterapia

La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir células de rápido crecimiento, entre ellas las células cancerosas. Se puede administrar a través de una vena del brazo, en forma de píldora o ambas.

A veces, la quimioterapia se utiliza para tratar el cáncer de hígado avanzado.

Cuidados de apoyo (paliativos)

Los cuidados paliativos consisten en atención médica especializada que se centra en proporcionar alivio del dolor y otros síntomas de una enfermedad grave. Los especialistas en cuidados paliativos trabajan junto a ti, tu familia y el resto de tus médicos a fin de proporcionar un nivel de apoyo adicional que complemente la atención continua que recibes. Los cuidados paliativos pueden utilizarse mientras recibes otros tratamientos agresivos, tales como cirugía, quimioterapia o radioterapia.

Cuando se utilizan cuidados paliativos además de todos los demás tratamientos adecuados, es posible que las personas con cáncer se sientan mejor y vivan más tiempo.

Los cuidados paliativos los brinda un equipo de médicos, personal de enfermería y otros profesionales especialmente capacitados. Los equipos de cuidados paliativos buscan mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer y la de sus familias. Esta forma de atención se ofrece junto con los tratamientos curativos o de otro tipo que puedas estar recibiendo.

Medicina alternativa

Los tratamientos alternativos pueden ayudar a controlar el dolor en las personas con cáncer de hígado avanzado. El médico intentará controlar el dolor con tratamientos y medicamentos. Sin embargo, a veces el dolor puede persistir o quizás quieras evitar los efectos secundarios de los analgésicos.

Pregúntale al médico acerca de tratamientos alternativos que pueden ayudarte a sobrellevar el dolor, tales como:

  • Acupresión
  • Acupuntura
  • Hipnosis
  • Masajes
  • Técnicas de relajación

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Enterarte de que tienes una enfermedad potencialmente mortal puede ser devastador. Cada persona encuentra su propia manera de hacer frente a un diagnóstico de cáncer de hígado. Si bien no hay respuestas fáciles para las personas que deben enfrentar el cáncer de hígado, las siguientes sugerencias podrían ayudar:

  • Informarte lo suficiente sobre el cáncer de hígado para tomar decisiones sobre la atención médica que recibes. Pregúntale al médico acerca de tu cáncer de hígado, por ejemplo, el estadio del cáncer, tus opciones de tratamiento y, si así lo deseas, tu pronóstico. A medida que más conozcas sobre el cáncer de hígado, más confianza tendrás para tomar decisiones acerca del tratamiento.
  • Mantén la compañía de tus familiares y amigos. Mantenerte cerca de las personas con las que tienes una relación estrecha te ayudará a lidiar con el cáncer de hígado. Los familiares y amigos pueden brindar el apoyo práctico que necesitas, como ayudarte a cuidar tu casa si te encuentras en el hospital. Pueden ser un apoyo emocional cuando te sientas abrumado por el cáncer.
  • Busca a alguien con quien hablar. Busca a una persona que sepa escuchar con quien puedas hablar sobre tus esperanzas y temores. Puede ser un familiar o un amigo. También podrían resultar útiles el apoyo de un terapeuta, asistente social médico, miembro de la iglesia o grupo de apoyo para personas con cáncer.

    Pregúntale al médico acerca de los grupos de apoyo en tu zona. O bien puedes buscar en tu directorio telefónico, biblioteca u organización de lucha contra el cáncer, como el Instituto Nacional del Cáncer o la Sociedad Americana contra el Cáncer.

  • Haz planes para lo desconocido. Tener una enfermedad potencialmente mortal, como el cáncer, te obliga a prepararte para la muerte. Para algunas personas, tener una fe fuerte o un sentido de algo superior a uno mismo facilita la aceptación de una enfermedad potencialmente mortal.

    Pregúntale al médico acerca de las directivas anticipadas y los testamentos vitales para ayudarte a planificar la atención terminal, en caso de que la necesites.

Preparación para la consulta

Si crees que puedes tener cáncer de hígado, es probable que consultes primero a tu médico de familia. Si el médico sospecha que puedes tener cáncer de hígado, te puede remitir a un médico que se especializa en enfermedades del hígado (hepatólogo) o a un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer (oncólogo).

Como las consultas pueden ser breves y suele haber mucho por hablar, es aconsejable ir bien preparado. A continuación, incluimos información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar del médico.

Qué puedes hacer

  • Ten en cuenta cualquier restricción previa a la consulta. Cuando programes la cita, asegúrate de preguntar si hay algo que debes hacer con anticipación, como por ejemplo restringir tu dieta.
  • Toma nota de cualquier síntoma que tengas, incluso los que puedan parecer no tener relación con el motivo por el cual programaste la consulta.
  • Anota tu información personal más importante, incluso lo que te genera mayor estrés, o cualquier cambio reciente en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, así como también cualquier vitamina o suplemento que estés tomando.
  • Es buena idea llevar a un familiar o amigo. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una consulta. Alguien que te acompañe puede recordar algún detalle que hayas olvidado o pasado por alto.
  • Anota preguntas para hacerle a tu médico.

Tu tiempo con el médico es limitado; por eso, preparar una lista de preguntas te puede ayudar a aprovechar al máximo la consulta. Ordena las preguntas de la más importante a la menos importante, por si se acaba el tiempo. Algunas preguntas básicas sobre el cáncer de hígado que puedes hacerle al médico son las siguientes:

  • ¿Qué tipo de cáncer de hígado tengo?
  • ¿En qué fase se encuentra el cáncer de hígado?
  • ¿Qué dice el informe patológico? ¿Puedo tener una copia de ese informe?
  • ¿Deberé hacerme más pruebas?
  • ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
  • ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de cada tratamiento?
  • ¿Existe algún tratamiento que sea más recomendable?
  • ¿Cómo se verá afectada mi vida cotidiana por el tratamiento?
  • ¿Cuánto tiempo puedo tomarme para decidir a qué tratamiento para el cáncer de hígado me someteré?
  • ¿Debería buscar una segunda opinión?
  • ¿Debería consultar con un especialista en cáncer de hígado? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomiendas?

Además de las preguntas que hayas preparado para hacerle a tu médico, no dudes en hacer más preguntas durante la consulta.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga una serie de preguntas. Estar listo para responderlas puede dejar tiempo para repasar otros puntos que desees analizar. El médico puede preguntarte lo siguiente:

  • ¿Cuándo comenzaste a experimentar los síntomas?
  • ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
  • ¿Qué tan graves son los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, esté mejorando los síntomas?
  • ¿Existe algo que, al parecer, esté empeorando los síntomas?