Diagnóstico

La macrosomía fetal no puede diagnosticarse hasta después de que el bebé nazca y lo pesen.

Sin embargo, si tienes factores de riesgo para la macrosomía fetal, es probable que tu proveedor de atención médica utilice pruebas para controlar la salud y el desarrollo de tu bebé mientras estás embarazada, como por ejemplo:

  • Ecografía. Hacia fines del tercer trimestre, el proveedor de atención médica u otro miembro de tu equipo de atención médica podrían realizar una ecografía para tomar mediciones de las partes del cuerpo del bebé, como la cabeza, el abdomen y el fémur. Luego el proveedor de atención médica combinará esas mediciones en una fórmula para calcular el peso de tu bebé.

    No obstante, la precisión de la ecografía para predecir la macrosomía fetal ha sido poco fiable.

  • Análisis prenatales. Si el proveedor de atención médica sospecha que el bebé tiene macrosomía fetal, podría realizar análisis prenatales, como una prueba en reposo o un perfil biofísico fetal, para controlar el bienestar del bebé.

    Una prueba en reposo mide la frecuencia cardíaca del bebé en respuesta a sus propios movimientos. Un perfil biofísico fetal combina una prueba en reposo con una ecografía para controlar el movimiento, el tono muscular y la respiración del bebé, y el volumen del líquido amniótico.

    Si se considera que el crecimiento excesivo del bebé se produjo por una enfermedad de la madre, el proveedor de atención médica podría recomendar un análisis prenatal, a partir de la semana 32 del embarazo.

    Ten en cuenta que la macrosomía por sí sola no es un motivo para realizar un análisis prenatal a fin de controlar el bienestar de tu bebé.

Antes de que nazca el bebé, también podrías considerar consultar con un pediatra que tenga experiencia en el tratamiento de bebés con diagnóstico de macrosomía fetal.

Tratamiento

Cuando llegue el momento de que nazca tu bebé, un parto vaginal no será necesariamente imposible. Tu proveedor de atención médica analizará las opciones, así como los riesgos y beneficios. Él o ella monitoreará tu trabajo de parto de cerca para detectar posibles signos de un parto vaginal complicado.

Por lo general, no se recomienda la inducción del trabajo de parto (que consiste en estimular las contracciones uterinas antes de que comience el trabajo de parto por sí solo). La investigación sugiere que la inducción del trabajo de parto no reduce el riesgo de complicaciones relacionadas con la macrosomía fetal y que puede aumentar la necesidad de practicar una cesárea.

El proveedor de atención médica puede recomendar una cesárea en los siguientes casos:

  • Si tienes diabetes. Si tuviste diabetes antes del embarazo o si desarrollas diabetes gestacional y el proveedor de atención médica calcula que el bebé pesa 9 libras y 15 onzas (4,5 kg) o más, una cesárea puede ser la forma más segura de que nazca tu bebé.
  • El bebé pesa 11 libras (5 kg) o más y no tienes antecedentes de diabetes materna. Si no tienes diabetes pregestacional o gestacional y el proveedor de atención médica calcula que el bebé pesa 11 libras (5 kg) o más, puede recomendar una cesárea.
  • Diste a luz un bebé cuyo hombro quedó atascado detrás de tu hueso pélvico (distocia de hombro). Si diste a luz un bebé con distocia de hombro, corres más riesgo de que el problema vuelva a ocurrir. Es posible que se recomiende una cesárea para evitar los riesgos asociados con la distocia de hombro, como una clavícula fracturada.

Si el proveedor de atención médica recomienda una cesárea programada, habla sobre los riesgos y los beneficios.

Después del nacimiento de tu bebé, lo examinarán para detectar signos de lesiones en el nacimiento, de glucosa en la sangre anormalmente baja (hipoglicemia) y de un trastorno de la sangre que afecta el recuento de glóbulos rojos (policitemia). Es posible que necesite atención médica especial en la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital.

Ten presente que tu bebé puede correr el riesgo de tener obesidad infantil y resistencia a la insulina, y que debe ser supervisado por estos trastornos en chequeos futuros.

Además, si no te han diagnosticado diabetes anteriormente y tu proveedor de atención médica está preocupado por la posibilidad de que tengas diabetes, es posible que te hagan un examen para detectar la enfermedad. Durante tus futuros embarazos, se te supervisará cuidadosamente para detectar signos y síntomas de diabetes gestacional (un tipo de diabetes que se manifiesta durante el embarazo).

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Si el proveedor de atención médica sospecha de macrosomía fetal durante el embarazo, puedes sentirte ansiosa por el parto y por la salud de tu bebé, y la preocupación puede hacer que te resulte difícil cuidar de ti misma.

Consulta con el proveedor de atención médica sobre qué puedes hacer para aliviar el estrés y mejorar la salud de tu bebé. También puedes buscar información y apoyo de mujeres que han tenido bebés a los que se les diagnosticó macrosomía fetal.

Preparación para la consulta

Si presentas factores de riesgo de macrosomía fetal, es probable que el tema surja en las consultas prenatales de rutina.

A continuación, encontrarás algunas preguntas básicas para hacerle al proveedor de atención médica acerca de la macrosomía fetal:

  • ¿Cuál es la causa probable de la enfermedad?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme?
  • ¿Qué hay que hacer ahora?
  • ¿Debo respetar alguna restricción?
  • ¿Cómo afectará la macrosomía fetal a mi bebé?
  • ¿Será necesario que me someta a una cesárea?
  • ¿Mi bebé necesitará pruebas o atención médica especial cuando nazca?

Además de las preguntas que hayas preparado, no dudes en hacer otras preguntas durante la consulta.

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