Descripción general

El cáncer de esófago es una proliferación de células que comienza en el esófago, que es un conducto largo y hueco que va de la garganta al estómago. Ayuda a mover la comida que se traga desde la parte posterior de la garganta hasta el estómago para digerirla.

El cáncer de esófago generalmente comienza en las células que recubren su interior, pero puede desarrollarse en cualquier parte del esófago.

Es más común en los hombres. Consumir alcohol y fumar son factores de riesgo.

A menudo, el tratamiento contra el cáncer de esófago implica una cirugía para extirpar el cáncer. Otros tratamientos pueden incluir quimioterapia, radioterapia o una combinación de ambas. También pueden utilizarse la terapia dirigida y la inmunoterapia.

Síntomas

El cáncer de esófago puede no causar síntomas al principio. Los síntomas del cáncer de esófago suelen aparecer cuando la enfermedad está avanzada.

Algunos de los signos y síntomas del cáncer de esófago son los siguientes:

  • Dificultad para tragar
  • Dolor, presión o ardor en el pecho
  • Tos o ronquera
  • Pérdida de peso involuntaria
  • Acidez estomacal o indigestión que empeoran

Cuándo debes consultar a un médico

Programa una cita con un médico u otro profesional de atención médica si tienes algún síntoma que te preocupa.

Causas

El cáncer de esófago se presenta cuando se producen cambios en el ADN de las células que recubren el esófago. El ADN de una célula contiene las instrucciones que le indican qué debe hacer. En las células sanas, el ADN da las instrucciones para crecer y multiplicarse a un determinado ritmo. Las instrucciones les indican a las células que deben morir en un momento determinado. En el caso de las células cancerosas, los cambios en el ADN hacen que las instrucciones sean diferentes. Los cambios les indican a las células cancerosas que produzcan muchas más células con rapidez. Las células cancerosas pueden seguir viviendo luego del momento en que deberían morir. Esto causa un exceso de células.

Las células cancerosas pueden formar un bulto que se conoce como tumor. El tumor puede aumentar de tamaño hasta invadir y destruir el tejido corporal sano. Con el tiempo, las células cancerosas pueden desprenderse y diseminarse a otras partes del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina, se llama cáncer metastásico.

Tipos de cáncer de esófago

El cáncer de esófago se clasifica según el tipo de células que intervienen. Conocer el tipo de cáncer de esófago que tienes permite determinar tus opciones de tratamiento. Los tipos de cáncer de esófago incluyen los siguientes:

  • Adenocarcinoma. El adenocarcinoma comienza en las células de las glándulas del esófago, que producen mucosidad. Puede presentarse con mayor frecuencia en la parte inferior del esófago. Es el tipo más común de cáncer de esófago en Estados Unidos. Afecta, sobre todo, a hombres de piel blanca.
  • Carcinoma de células escamosas. El carcinoma de células escamosas comienza en las células planas y finas que recubren la superficie del esófago. Se presenta con mayor frecuencia en las partes superior y media del esófago. Es el cáncer de esófago más común en todo el mundo.
  • Otros tipos poco frecuentes. Algunas formas raras de cáncer de esófago incluyen el carcinoma de células pequeñas, el sarcoma, el linfoma, el melanoma y el coriocarcinoma.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo del cáncer de esófago incluyen afecciones y hábitos que irritan el esófago. Los factores de riesgo pueden ser los siguientes:

  • El hábito constante de beber líquidos muy calientes
  • Reflujo biliar
  • Acalasia, que es la dificultad para tragar porque un músculo del esófago no se relaja
  • Consumo de alcohol
  • Enfermedad por reflujo gastroesofágico
  • Ingesta insuficiente de frutas y verduras
  • Obesidad
  • Esófago de Barrett, que implica cambios precancerosos en las células del esófago
  • Tratamientos de radiación en el pecho o la parte superior del abdomen
  • Fumar

Complicaciones

A medida que el cáncer de esófago avanza, puede causar complicaciones que incluyen las siguientes:

  • Una obstrucción en el esófago. El cáncer puede dificultar el paso de alimentos y líquidos a través del esófago.
  • Sangrado esofágico. El cáncer de esófago puede causar sangrado. Si bien el sangrado, por lo general, es gradual, en ocasiones puede ser repentino e intenso.
  • Dolor. El cáncer de esófago avanzado puede causar dolor.

Prevención

No hay ninguna forma de prevenir el cáncer de esófago, pero puedes disminuir los riesgos si haces lo siguiente:

Pregunta sobre los exámenes de detección para el cáncer de esófago

Los exámenes de detección para el cáncer de esófago pueden ser una opción para las personas con esófago de Barrett. El esófago de Barrett es una afección precancerosa causada por el reflujo gastroesofágico crónico. Aumenta el riesgo de tener cáncer de esófago.

Si tienes esófago de Barrett, pregúntale a tu profesional de atención médica sobre los exámenes de detección, que suelen incluir exámenes para detectar signos de cáncer dentro del esófago.

Bebe alcohol con moderación, si es que lo haces.

Si decides beber alcohol, hazlo con moderación. Para los adultos sanos, significa una copa al día en el caso de las mujeres y hasta dos copas al día en el de los hombres.

Come más frutas y verduras

Elige una dieta saludable con variedad de frutas y verduras. Las fuentes alimentarias de vitaminas y nutrientes son las mejores. Evita tomar grandes dosis de vitaminas en pastillas, ya que pueden ser perjudiciales para tu salud.

Haz ejercicio la mayoría de los días de la semana

Ten como objetivo hacer 30 minutos de ejercicio casi todos los días de la semana. Si últimamente no has hecho actividad física, pregunta a tu profesional de atención médica si puedes hacer ejercicio y comienza despacio.

Mantén un peso saludable

Si tienes un peso saludable, mantenlo. Si necesitas perder peso, pregunta a un profesional de atención médica cómo hacerlo de manera saludable. Come menos calorías y aumenta de a poco la cantidad de ejercicio.

Deja de fumar

Habla con tu equipo de atención médica sobre las estrategias y los recursos que pueden ayudarte a dejar el hábito. Las opciones comprenden sustitutos de la nicotina, medicamentos y grupos de apoyo. Si nunca fumaste, no comiences a hacerlo.