Descripción general

La COVID-19, también llamada enfermedad por coronavirus 2019, es una enfermedad causada por un virus. El virus se llama coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave de tipo 2, o, más comúnmente, SARS-CoV-2. Comenzó a propagarse a finales de 2019 y se convirtió en una enfermedad pandémica en 2020.

El virus que causa la COVID-19 se propaga más comúnmente por pequeñas gotas de líquido que se trasladan a través del aire entre las personas que están en contacto estrecho. Muchas personas con COVID-19 no presentan síntomas, o presentan una enfermedad leve. Pero para los adultos mayores y las personas con ciertas afecciones médicas, el COVID-19 puede provocar la necesidad de atención en el hospital, o la muerte.

Mantenerse al día con la vacuna contra la COVID-19 ayuda a prevenir enfermedades graves, la necesidad de atención en el hospital debido a la COVID-19, y la muerte por COVID-19. Otras formas que pueden ayudar a prevenir la diseminación de este coronavirus incluyen una buena circulación de aire interior, distanciamiento físico, uso de mascarilla en el entorno adecuado y buena higiene.

Los medicamentos pueden limitar la gravedad de la infección viral. La mayoría de las personas se recuperan sin efectos a largo plazo, pero algunas presentan síntomas que continúan durante meses.

Síntomas

Los síntomas típicos de COVID-19 suelen aparecer entre 2 y 14 días después del contacto con el virus.

Estos son algunos de los síntomas:

  • Tos seca.
  • Falta de aire.
  • Pérdida del sentido del gusto o el olfato.
  • Cansancio extremo, llamado fatiga.
  • Síntomas digestivos como malestar estomacal, vómitos o diarrea, que es cuando las heces son blandas.
  • Dolor, como dolores de cabeza y dolores corporales o musculares.
  • Fiebre o escalofríos.
  • Síntomas parecidos a los del resfriado, como congestión, secreción nasal o dolor de garganta.

Es posible que las personas solo presenten algunos síntomas o ninguno. Las personas que no presentan síntomas pero dan positivo en la prueba de COVID-19 se denominan asintomáticas. Por ejemplo, muchos niños que dan positivo no presentan síntomas de la enfermedad COVID-19. Las personas que presentan síntomas se consideran presintomáticas. Ambos grupos aún pueden transmitir la COVID-19 a otras personas.

Algunas personas pueden tener síntomas que empeoran entre 7 y 14 días después de que comienzan los síntomas.

La mayoría de las personas con COVID-19 tienen síntomas de leves a moderados. Pero la COVID-19 puede causar complicaciones médicas graves y provocar la muerte. Los adultos mayores o las personas que ya padecen afecciones médicas corren un mayor riesgo de sufrir enfermedades graves.

La COVID-19 puede ser una enfermedad leve, moderada, grave o crítica.

  • En términos generales, la COVID-19 leve no afecta la capacidad de los pulmones para llevar oxígeno al cuerpo.
  • En la enfermedad moderada de COVID-19, aunque los pulmones también funcionen correctamente, hay signos de que la infección está en lo profundo de los pulmones.
  • La COVID-19 grave significa que los pulmones no funcionan correctamente y la persona necesita oxígeno y otros cuidados médicos en el hospital.
  • La enfermedad crítica de COVID-19 significa que los pulmones y el sistema respiratorio han fallado y hay daño en todo el cuerpo.

En raras ocasiones, las personas que contraen el coronavirus pueden desarrollar un grupo de síntomas relacionados con órganos o tejidos inflamados. Esta enfermedad se conoce como síndrome multisistémico inflamatorio. Cuando los niños padecen esta enfermedad, se denomina síndrome inflamatorio multisistémico infantil, abreviado como MIS-C por sus siglas en inglés. En adultos, se conoce como MIS-A por sus siglas en inglés.

Cuándo debes consultar al médico

Comunícate con un profesional de atención médica si tu prueba de COVID-19 da positivo. Si tienes síntomas y necesitas hacerte una prueba para la COVID-19, o has estado expuesto a alguien con COVID-19, un profesional de atención médica puede ayudarte.

Las personas que tienen un alto riesgo de sufrir una enfermedad grave pueden recibir medicamentos para bloquear la diseminación del virus de la COVID-19 en el cuerpo. O tu equipo de atención médica puede planificar controles periódicos para vigilar tu salud.

Obtén ayuda de emergencia de inmediato para cualquiera de estos síntomas:

  • No puedes recuperar el aliento o tienes problemas para respirar.
  • Tienes la piel, los labios o el lecho ungueal pálidos, o de color gris o azul.
  • Confusión reciente.
  • Problemas para mantenerte despierto o despertar.
  • Dolor o presión en el pecho que es constante.

Esta lista no incluye todos los síntomas de emergencia. Si tú o una persona bajo tu cuidado tienen síntomas que te preocupan, busca ayuda. Informa al equipo de atención médica sobre una prueba positiva para COVID-19 o síntomas de la enfermedad.

Causas

La COVID-19 está causada por la infección por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave, también llamado SARS-CoV-2.

El coronavirus se transmite principalmente de persona a persona, incluso de alguien que está infectado pero no presenta síntomas. Cuando las personas con COVID-19 tosen, estornudan, respiran, cantan o hablan, su aliento puede estar infectado con el virus de la COVID-19.

El coronavirus transportado por el aliento de una persona puede aterrizar directamente en la cara de otra persona cercana, por ejemplo, después de un estornudo o una tos. Las gotitas o partículas que exhala la persona infectada podrían ser inhaladas por otras personas si están muy juntas o en áreas con poca circulación de aire. Una persona puede tocar una superficie que tiene gotitas respiratorias y luego tocarse la cara con manos que tienen el coronavirus.

Es posible tener COVID-19 más de una vez.

  • Con el tiempo, las defensas del cuerpo contra el virus de la COVID-19 pueden desvanecerse.
  • Una persona puede estar expuesta a una cantidad tan grande del virus que este atraviese su defensa inmunitaria.
  • Cuando un virus infecta a un grupo de personas, el virus se copia a sí mismo. Durante este proceso, el código genético puede cambiar aleatoriamente en cada copia. Estos cambios se llaman mutaciones. Si el coronavirus que causa la COVID-19 cambia de manera que las infecciones previas o las vacunas sean menos efectivas para prevenir la infección, las personas pueden volver a enfermarse.

El virus que causa la COVID-19 puede infectar a algunas mascotas. Gatos, perros, hámsteres y hurones se han contagiado de este coronavirus y han presentado síntomas. Es raro que una persona contraiga COVID-19 a través de una mascota.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo de la COVID-19 son:

  • Si alguien con quien vives tiene COVID-19.
  • Si pasas tiempo en lugares con poca circulación de aire y un mayor número de personas cuando el virus se está propagando.
  • Si pasas más de 30 minutos en contacto cercano con alguien que tiene COVID-19.

Muchos factores afectan el riesgo de contraer el virus que causa la COVID-19. El tiempo que dura el contacto, si el espacio tiene buena circulación de aire y todas tus actividades afectan el riesgo. Además, si tú o las otras personas usan mascarillas, si alguien tiene síntomas de COVID-19 y lo cerca que estén unos de otros afecta el riesgo. El contacto cercano incluye sentarse y hablar uno al lado del otro, por ejemplo, o compartir un automóvil o dormitorio.

Parece ser raro que las personas contraigan el virus que causa la COVID-19 por contacto con una superficie infectada. Si bien el virus se elimina en los desechos, llamados heces, la infección por COVID-19 en lugares como un baño público no es común.

Factores de riesgo para la COVID-19 grave

Algunas personas corren un mayor riesgo de enfermarse de COVID-19 gravemente que otras. Esto incluye personas de 65 años o más, así como bebés menores de 6 meses. Esos grupos de edad tienen el mayor riesgo de necesitar atención en el hospital a causa de la COVID-19.

No se conocen todos los factores de riesgo de una enfermedad grave por la COVID-19. Personas de todas las edades que no tienen otros problemas médicos han necesitado atención en el hospital por la COVID-19.

Los factores de riesgo conocidos de enfermedades graves incluyen personas que no han recibido la vacuna contra la COVID-19. La enfermedad grave también supone un mayor riesgo para las personas que tienen:

  • Enfermedad de células falciformes o talasemia.
  • Enfermedades cardíacas graves y posiblemente presión arterial alta.
  • Enfermedades crónicas renales, hepáticas o pulmonares.

Las personas con demencia o alzhéimer también corren un mayor riesgo, al igual que aquellas con afecciones del cerebro y del sistema nervioso como los accidentes cerebrovasculares. Fumar aumenta el riesgo de unaCOVID-19 grave. Además, las personas cuyo índice de masa corporal indica que tienen sobrepeso u obesidad pueden también tener mayor riesgo.

Otras enfermedades o situaciones que aumentan el riesgo de enfermar gravemente a causa de la COVID-19 incluyen las siguientes:

  • Cáncer o antecedentes de cáncer
  • Diabetes tipo 1 o tipo 2.
  • Sistema inmunitario debilitado por trasplantes de órganos sólidos o de médula ósea, ciertos medicamentos o VIH.
  • Embarazo.

Esta lista no es exhaustiva. Los factores relacionados con un problema de salud también pueden aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad grave por COVID-19. Algunos ejemplos son una afección cuando las personas viven en un hogar grupal, o la falta de acceso a atención médica. Además, las personas con más de un problema de salud o las personas mayores que también tienen problemas de salud tienen una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad grave.

Complicaciones

Las complicaciones de la COVID-19 incluyen pérdida prolongada del gusto y el olfato, erupciones cutáneas y llagas. La enfermedad puede causar dificultad para respirar o neumonía. Los problemas médicos que una persona ya enfrenta pueden empeorar.

Las complicaciones de la enfermedad grave de COVID-19 pueden incluir:

  • Síndrome de dificultad respiratoria aguda, cuando los órganos del cuerpo no reciben suficiente oxígeno.
  • Shock causado por la infección o problemas cardíacos.
  • Reacción exagerada del sistema inmunitario, llamada respuesta inflamatoria.
  • Coágulos sanguíneos.
  • Lesión renal.

Adolescentes y síndrome post-COVID-19

Después de una infección por COVID-19, algunas personas informan que los síntomas continúan durante meses o que desarrollan nuevos síntomas. A este síndrome a menudo se le ha llamado COVID prolongada o post-COVID-19. Es posible que escuche que lo llamen COVID-19 de larga duración, condiciones post-COVID o PASC. Eso es la abreviatura de secuelas post-agudas del SARS-CoV-2.

Otras infecciones, como la gripe y la polio, pueden llevar a enfermedades a largo plazo. Pero el virus que causa la COVID-19 solo se ha estudiado desde que comenzó a propagarse en 2019. Por eso, continúa la investigación sobre los efectos específicos de los síntomas a largo plazo de la COVID-19.

Los investigadores creen que el síndrome post-COVID-19 puede ocurrir después de una enfermedad de cualquier gravedad.

Recibir la vacuna contra la COVID-19 puede ayudar a prevenir el síndrome post-COVID-19.

Prevención

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que todas las personas a partir de los 19 meses de edad se vacunen anualmente contra la gripe. La vacuna contra la COVID-19 puede reducir el riesgo de morir o de contraer enfermedades graves causadas por esta enfermedad. Reduce tu riesgo y el riesgo de que puedas contagiar a las personas que te rodean.

Las vacunas contra la COVID-19 disponibles en los Estados Unidos son:

  • Vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19. Esta vacuna está disponible para las personas de 6 meses de edad en adelante.

    Entre las personas con un sistema inmunitario típico:

    • Los niños de 6 meses a 4 años están al día después de tres dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19.
    • Las personas de 5 años en adelante están al día después de una vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19.
    • Para las personas que no han recibido la vacuna contra la COVID-19, los CDC recomiendan recibir una dosis adicional actualizada de esa vacuna.
  • Vacuna de Moderna contra la COVID-19. Esta vacuna está disponible para las personas de 6 meses de edad en adelante.

    Entre las personas con un sistema inmunitario típico:

    • Los niños de 6 meses a 4 años están al día si han recibido dos dosis de la vacuna de Moderna contra la COVID-19.
    • Las personas de 5 años en adelante están al día si han recibido una vacuna de Moderna contra la COVID-19.
    • Para las personas que no han recibido la vacuna contra la COVID-19, los CDC recomiendan recibir una dosis adicional actualizada de esa vacuna.
  • La vacuna de Novavax contra la COVID-19. Esta vacuna está disponible para las personas de 12 años en adelante.

    Entre las personas con un sistema inmunitario típico:

    • Las personas de 12 años en adelante están al día si han recibido dos dosis de la vacuna de Novavax contra la COVID-19.
    • Para las personas que no han recibido la vacuna contra la COVID-19, los CDC recomiendan recibir una dosis adicional actualizada de esa vacuna.

En general, las personas de 5 años o mayores con sistemas inmunitarios típicos pueden recibir cualquier vacuna aprobada o autorizada para su edad. Por lo general, no es necesario que reciban la misma vacuna cada vez.

Algunas personas deben recibir todas las dosis de la vacuna del mismo fabricante, entre ellas:

  • Niños de 6 meses a 4 años.
  • Personas de 5 años en adelante con sistemas inmunitarios debilitados.
  • Las personas de 12 años o mayores que hayan recibido una inyección de la vacuna de Novavax deben recibir la segunda inyección de Novavax de la serie de dos dosis.

Habla con tu profesional de atención médica si tienes alguna pregunta sobre las vacunas para ti o tu hijo. Tu equipo de atención médica puede ayudarlo si:

  • La vacuna que recibieron anteriormente no está disponible.
  • No sabes qué vacuna recibieron.
  • Tú o tu hijo comenzaron una serie de vacunas pero no pudieron terminarla debido a los efectos secundarios.

Personas con el sistema inmunitario debilitado

Tu equipo de atención médica puede sugerir agregar dosis de la vacuna contra la COVID-19 si tienes un sistema inmunitario debilitado de manera moderada o grave.

Controlar la diseminación de la infección

Además de la vacunación, existen otras formas de detener la diseminación del virus que causa la COVID-19.

Si estás a mayor riesgo de sufrir una enfermedad grave, habla con tu profesional de atención médica sobre la mejor manera de protegerte. Infórmate sobre qué hacer si te enfermas para poder comenzar el tratamiento rápidamente.

Si te sientes enfermo o tienes COVID-19, quédate en casa y alejado de otros, incluidas las mascotas, si es posible. Evita compartir artículos del hogar como platos o toallas si estás enfermo.

En general, adquiere el hábito de:

  • Hacer la prueba para la COVID-19. Si tienes síntomas de la COVID-19, haz una prueba para detectar la infección. O realiza la prueba cinco días después de haber entrado en contacto con el virus.
  • Ayuda sin contacto. Evita el contacto cercano con cualquier persona que esté enferma o tenga síntomas.
  • Lávate las manos. Lávate las manos muy bien y con frecuencia, con agua y jabón, durante al menos 20 segundos. O bien, usa un desinfectante de manos a base de alcohol que contenga por lo menos un 60 % de alcohol.
  • Cúbrete la boca al toser y estornudar. Tose o estornuda en un pañuelo desechable o en el codo. Luego lávate las manos.
  • Limpia y desinfecta las superficies que se tocan con frecuencia. Por ejemplo, limpia regularmente las manijas de las puertas, los interruptores de luz, los dispositivos electrónicos y las encimeras.

Trata de mantener distancia en áreas públicas concurridas, especialmente en lugares con poca circulación de aire. Esto es especialmente importante si tienes un mayor riesgo de presentar un cuadro grave de la enfermedad.

Los CDC recomiendan el uso de mascarilla en espacios públicos cerrados si estás en un área donde hay una gran cantidad de personas hospitalizadas con COVID-19. Sugieren utilizar la mascarilla de uso regular que brinde la mayor protección posible, que se ajuste bien y que sea cómoda.

Viajes y COVID-19

Los viajes reúnen a personas de áreas donde las enfermedades pueden estar en niveles más altos. Las mascarillas pueden ayudar a hacer más lenta la diseminación de enfermedades respiratorias en general, incluida la COVID-19. Las mascarillas ayudan más en lugares con poca circulación de aire y donde estás en contacto cercano con otras personas. Además, las mascarillas pueden ayudar si los lugares a los que viajas o por los que viajas tienen un alto nivel de casos de esta enfermedad.

El uso de mascarilla es especialmente importante si tú o un acompañante tienen un alto riesgo de contraer una enfermedad grave a causa de la COVID-19.