Saber qué signos y síntomas de diarrea son habituales y cuáles son graves puede ayudarte a saber cuándo debes llamar al proveedor de atención médica.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

La diarrea es un efecto secundario desagradable, aunque frecuente, en las personas que reciben tratamiento para el cáncer. También puede ser causada por el mismo cáncer. Algunas veces, puede ser un signo de algo más grave.

Todo el mundo tiene diarrea de vez en cuando. Si tienes cáncer, las cosas que comúnmente causan diarrea también te pueden afectar. Pero existen otras causas de diarrea en las personas con cáncer, tales como:

  • Tratamiento oncológico. Algunos tratamientos para el cáncer pueden causar diarrea. Estos incluyen quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida y trasplante de médula ósea. Si se extirpan ciertas partes del intestino, la cirugía puede provocar diarrea.
  • Infecciones. El tratamiento para el cáncer también puede hacerte más vulnerable a infecciones. Estas infecciones pueden causar diarrea y también los antibióticos utilizados para tratar algunas de ellas.
  • El cáncer propiamente dicho. Ciertos tipos de cáncer pueden causar diarrea. Entre ellos se incluyen los tumores neuroendocrinos, el cáncer de colon, el linfoma, el cáncer medular de tiroides y el cáncer de páncreas.

La duración y la gravedad de la diarrea dependerán de la causa. Habla con el proveedor de atención médica sobre lo que puedes esperar. Pregúntale cuánto puede durar la diarrea y lo que puedes hacer para aliviar los síntomas.

La diarrea puede ser un problema molesto o podría ser un signo de algo más grave. También puede llevar a otros problemas. Si la diarrea causa deshidratación grave, podría provocar debilidad y fatiga.

Llama de inmediato al proveedor de atención médica si tienes alguno de los siguientes signos o síntomas:

  • Seis o más deposiciones líquidas por día durante más de dos días
  • Sangre en las heces o en la zona rectal
  • Pérdida de peso debido a la diarrea
  • Fiebre de 100,5 grados Fahrenheit (38 grados Celsius) o superior
  • Incapacidad de controlar las deposiciones
  • Diarrea o calambres abdominales que duran más de un día
  • Diarrea acompañada de mareos, especialmente al levantarte luego de estar sentado o acostado

Si la diarrea no parece grave, pero comienza a interferir en tus actividades diarias, consulta al proveedor de atención médica. Por ejemplo, si te preocupa salir de casa o ir a algún lugar sin un baño cerca, informa al proveedor de atención médica.

Además, comunícate con este si estás recibiendo quimioterapia en pastillas y tienes diarrea. El proveedor de atención médica podrá decidir si es seguro para ti seguir tomando estas pastillas.

La diarrea que se produce durante un tratamiento contra el cáncer puede ser grave. Aunque te cause vergüenza hablar de ello, es importante que se lo digas al proveedor de atención médica. Cuanto antes hables con este, más rápido podrá actuar para ayudarte a aliviar los síntomas.

Cuando comienzas a tener diarrea, puedes hacer algunos cambios en lo que comes y bebes para obtener algo de alivio. Por ejemplo:

  • Bebe líquidos transparentes. Apenas comiences a tener diarrea, cambia a una dieta de líquidos claros. Estos pueden incluir agua, jugo de manzana, consomé claro y paletas de helado. Evita consumir lácteos. Cuando tienes diarrea, es recomendable beber de 8 a 12 vasos (entre 2 y 3 litros) de líquido por día.
  • Come alimentos con bajo contenido de fibra. A medida que la diarrea comience a desaparecer, añade a tu dieta alimentos con bajo contenido de fibra, como bananas, arroz, puré de manzana y pan tostado.
  • Come de 6 a 8 comidas pequeñas al día.
  • Evita alimentos que puedan irritar el tracto digestivo. Estos comprenden productos lácteos, comidas picantes, alcohol, alimentos con alto contenido graso y bebidas que contienen cafeína y jugo de naranja o de ciruela pasa.
  • Prueba con probióticos. Los probióticos son bacterias beneficiosas que pueden mejorar la digestión. Estos suelen encontrarse en el yogur y en los suplementos alimenticios. Algunos ejemplos son los lactobacilos y las bifidobacterias. Si te sometiste a un trasplante de médula ósea, consulta con el proveedor de atención médica antes de tomar probióticos.

A medida que comiences a sentirte mejor, podrás volver de a poco a tu alimentación habitual.

También toma medidas para proteger la piel. Las heces acuosas frecuentes pueden irritar la piel en la zona anal. Lávate con agua tibia o usa toallitas húmedas para bebé o toallitas de baño para limpiar la zona y asegúrate también de secar la zona suavemente.

Los ungüentos repelentes al agua, como los que contienen vaselina, también pueden ayudar a controlar la irritación de la piel. Aplícalos después de que hayas limpiado y secado la piel en la zona anal.

Si los cambios en la dieta no dan resultado, es posible que el proveedor de atención médica te recete medicamentos para aliviar la diarrea. Si recibes actualmente quimioterapia, no tomes ningún medicamento de venta libre sin antes consultar al proveedor de atención médica. Algunos medicamentos pueden provocar efectos secundarios peligrosos en personas que reciben tratamiento para el cáncer.

Existen varios medicamentos que pueden ayudar con la diarrea. El proveedor de atención médica puede ayudarte a encontrar el adecuado para ti según la gravedad de la diarrea y su causa.

Es posible que las personas que sufren de diarrea grave deban ir al hospital para recibir tratamiento. El tratamiento podría incluir la administración de líquidos y alimentos a través de una vena.

July 19, 2022