Espondilitis anquilosante: haz ejercicios de manera segura

Cuando hay dolor y rigidez en la espalda debido a la espondilitis anquilosante, que es un tipo de artritis que afecta la columna vertebral, hacer ejercicio puede parecer imposible. Sin embargo, el ejercicio juega un papel importante en la preservación de la amplitud de movimiento y el control de los síntomas, incluso cuando los medicamentos ya están funcionando bien. El ejercicio ayuda a fortalecer los músculos, aumentar la flexibilidad, mejorar la postura y, a la larga, disminuir el dolor.

La clave para lograr los beneficios del ejercicio es hacer aquellos específicos para la espondilitis anquilosante que estén aprobados y supervisados por el proveedor de atención médica o el fisioterapeuta. Seguir algunos consejos también puede ayudar.

Tipos de ejercicio

Hacer ejercicio por tu cuenta puede ser bueno para ti, pero si tienes espondilitis anquilosante, las investigaciones demuestran que trabajar con un fisioterapeuta o seguir un programa de ejercicios guiado es lo más útil. Para sacar el máximo provecho de tus ejercicios y para asegurarte de que los haces de manera correcta y segura, comienza por hablar con el proveedor de atención médica o con un fisioterapeuta. Pídeles que te ayuden a diseñar un programa de ejercicios apropiado para tu situación específica.

Algunos ejemplos de ejercicios que el equipo de atención médica podría sugerirte incluyen los siguientes:

  • Respiración profunda y ejercicios aeróbicos para mejorar la salud general y mantener el pecho y las costillas flexibles.
  • Ejercicios de fortalecimiento para ayudar a mantener la función.
  • Ejercicios de amplitud de movimiento y estiramiento para ayudar a mantener flexibles las articulaciones y la columna vertebral.
  • Ejercicios en el agua, conocidos como hidroterapia, para ayudar a mantener la espalda, el cuello, los hombros y las caderas flexibles.
  • Ejercicios abdominales y de espalda para mejorar y mantener la postura, que puede verse afectada por la rigidez del cuello y la columna vertebral.

De acuerdo con la Spondylitis Association of America (Asociación Estadounidense de Espondilitis), un ejemplo de ejercicio de postura consiste en acostarse boca abajo sobre una superficie firme, si se puede. Para ayudarte a permanecer acostado, utiliza una almohada para apoyar el pecho y una toalla para apoyar la frente. Comienza lentamente: calienta los músculos de antemano con una ducha caliente y mantén la postura durante uno o dos minutos. Puedes ir subiendo progresivamente hasta mantener esta posición durante 20 minutos.

Consejos para el éxito

Para que sea más fácil mantenerte en el camino correcto:

  • Habla con el proveedor de atención médica o un fisioterapeuta antes de comenzar un programa de ejercicios.
  • Haz un precalentamiento antes de comenzar a hacer ejercicio.
  • Elige un momento del día adecuado para ti: si estás rígido por la mañana, el ejercicio puede ayudarte a relajarte, o bien, puedes hacer rondas más cortas de ejercicios a lo largo del día.
  • Elige un lugar cómodo para hacer ejercicio, como una superficie alfombrada o una colchoneta.
  • Haz ejercicio todos los días.
  • No te excedas: comienza despacio y aumenta gradualmente tus esfuerzos con el tiempo.

Al elegir los ejercicios correctos y tomar las medidas necesarias para asegurarte de que los estás haciendo de forma segura y adecuada, estarás en camino de controlar los síntomas de la espondilitis anquilosante.

April 15, 2023 See more In-depth