Diagnóstico

Si se sospecha que tu hijo tiene diabetes, es probable que el proveedor de atención médica recomiende un examen de detección. Hay varios análisis de sangre para diagnosticar la diabetes tipo 2 en los niños:

  • Examen aleatorio de glucosa sanguínea. Se toma una muestra de sangre en un momento aleatorio, independientemente de cuándo tu hijo haya comido por última vez. Un nivel de glucosa sanguínea aleatorio de 200 miligramos por decilitro (mg/dL), o 11,1 milimoles por litro (mmol/L) o superior, sugiere diabetes.
  • Examen de glucemia en ayunas. Se toma una muestra de sangre después de que tu hijo no haya comido o bebido nada que no sea agua durante al menos ocho horas o durante la noche (ayuno). Un nivel de glucosa sanguínea en ayunas de 126 mg/dL (7,0 mmol/L) o superior indica diabetes.
  • Prueba de hemoglobina glucosilada (A1c). Esta prueba indica el nivel promedio de glucosa sanguínea de tu hijo durante los últimos 3 meses. Un nivel de hemoglobina glucosilada (A1C) del 6,5 % o superior indica diabetes.
  • Examen de tolerancia oral a la glucosa. Tu hijo deberá ayunar durante la noche y luego beber un líquido azucarado en el consultorio del proveedor de atención médica o el centro en el que se realizan los análisis de laboratorio. Los niveles de glucosa en la sangre se analizan periódicamente durante las próximas dos horas. Un nivel de glucosa sanguínea de 200 mg/dl (11,1 mmol/l) o superior generalmente significa que tu hijo tiene diabetes.

Pruebas adicionales

El proveedor de atención médica podría recomendarte pruebas adicionales para distinguir entre la diabetes tipo 1 y la tipo 2, porque las estrategias de tratamiento para cada tipo son diferentes.

Tratamiento

El tratamiento de la diabetes tipo 2 es de por vida e incluye lo siguiente:

  • Alimentación saludable
  • Actividad física regular
  • Insulina u otros medicamentos
  • Control de la glucosa en la sangre
  • Cirugía para bajar de peso, en algunos casos

Trabajarás en estrecha colaboración con el equipo para el tratamiento de la diabetes de tu hijo, que incluye un proveedor de atención médica, un especialista en diabetes y un especialista en educación sobre la diabetes y un dietista titulado y otros especialistas según sea necesario. El objetivo del tratamiento es mantener la glucosa en la sangre de tu hijo dentro de un rango determinado. Este rango deseado ayuda a mantener el nivel de glucosa en la sangre de tu hijo lo más cerca posible del rango estándar.

El proveedor de atención médica de tu hijo te informará cuál es el rango deseado de glucosa en la sangre para tu hijo y también puede establecer un objetivo para la hemoglobina glucosilada A1c. Es posible que estos números cambien a medida que tu hijo crece y cambia, al igual que el plan de tratamiento de la diabetes de tu hijo.

Alimentación saludable

La comida es una parte importante de cualquier plan de tratamiento de la diabetes, pero eso no significa que tu hijo tenga que seguir una "dieta para la diabetes" estricta. El proveedor de atención médica puede recomendar la pérdida de peso para alcanzar y mantener un peso saludable. El nivel de glucosa en la sangre puede mejorar con la pérdida de peso.

El dietista de tu hijo, probablemente, recomendará que tu hijo y el resto de la familia consuman alimentos de alto valor nutritivo y bajos en grasas y calorías.

Una alimentación saludable incluye una dieta con gran cantidad de frutas, verduras, frutos secos, cereales integrales y aceite de oliva. Elige alimentos con bajo contenido de grasa y calorías y con alto contenido de fibra. Come una variedad de alimentos para ayudar a tu hijo a alcanzar sus objetivos sin comprometer el sabor ni la nutrición.

El dietista de tu hijo puede ayudarte a crear un plan de comidas conforme a los objetivos de salud y preferencias alimenticias del niño, y también puede ayudarte a planear algunas golosinas para darle de manera ocasional. Es posible que el dietista recomiende lo siguiente para tu hijo:

  • Reducir el tamaño de las porciones y no sentir la necesidad de terminar todo lo que hay en el plato
  • Sustituir un alimento rico en carbohidratos por una fruta o verdura
  • Sustituir las bebidas altas en calorías, como los refrescos o los jugos de fruta, por agua
  • Comer en casa con más frecuencia en lugar de comer en restaurantes o de pedir comida para llevar
  • Pedirle que ayude a preparar las comidas
  • Comer en la mesa en lugar de hacerlo frente a la TV

Actividad física

Todas las personas necesitan hacer ejercicios aeróbicos regularmente, y los niños con diabetes tipo 2 no son la excepción. La actividad física ayuda a los niños a controlar su peso, consume azúcar para generar energía y hace que el cuerpo utilice la insulina de manera más eficaz. Esto puede disminuir el nivel de glucosa sanguínea.

Haz que la actividad física sea parte de la rutina diaria de tu hijo. No es necesario concentrar toda la actividad en un solo momento; se puede hacer de manera fraccionada. Alienta a tu hijo a hacer al menos 60 minutos de actividad física diaria o, mejor aún, haz ejercicio con él.

Medicamentos

Hay tres medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos para el tratamiento de la diabetes tipo 2 en niños.

  • Metformina (Glumetza, otros). Esta pastilla reduce la cantidad de azúcar que el hígado del niño libera en el torrente sanguíneo entre las comidas y ayuda a las células del cuerpo a utilizar la insulina de manera más eficaz.
  • Liraglutida (Victoza). Este medicamento se administra en forma de inyección. La liraglutida ayuda al cuerpo a liberar más insulina del páncreas después de las comidas, cuando los niveles de glucosa sanguínea son más altos. Puede tener efectos secundarios en el sistema digestivo, como náuseas o diarrea.
  • Insulina. A veces, la insulina puede ser necesaria si los niveles de glucosa sanguínea de tu hijo son muy altos. La insulina permite que el azúcar entre en las células para generar energía y disminuye la cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo.

    Hay varias insulinas diferentes, pero para la diabetes tipo 2 en niños se suelen utilizar una insulina de acción prolongada que se administra una vez al día y una insulina de acción corta o rápida con las comidas. La insulina se administra normalmente a través de una jeringa o una pluma para insulina.

    Con cambios en el estilo de vida y otros medicamentos, es posible que tu hijo disminuya progresivamente la administración de insulina.

Control de azúcar en sangre

Tu proveedor de atención médica te dirá con qué frecuencia tú o tu hijo deben controlar y registrar el nivel de glucosa sanguínea de tu hijo. Los niños que toman insulina suelen tener que hacerse pruebas con más frecuencia, posiblemente cuatro veces al día o más.

Según las necesidades de tratamiento, el control continuo de la glucosa puede ser una opción. Hacer pruebas de manera frecuente es la única manera de asegurarse de que el nivel de glucosa sanguínea de tu hijo se mantenga dentro del rango objetivo.

Cirugía para pérdida de peso

Estos procedimientos no son una opción para todos. Pero para los adolescentes con una obesidad considerable, un índice de masa corporal (IMC) superior a 35, someterse a una cirugía de pérdida de peso puede conducir a un mejor tratamiento de la diabetes tipo 2.

Atención médica continua

Tu hijo necesitará citas periódicas para llevar un buen control de la diabetes. Las visitas al proveedor de atención médica de tu hijo pueden incluir una revisión de los patrones de glucosa sanguínea de tu hijo, los hábitos alimenticios, la actividad física, el peso y los medicamentos que tome. Los cambios de estilo de vida saludables pueden reducir la necesidad de medicamentos.

Es posible que el proveedor de atención médica revise el nivel de HbA1c de tu hijo. La Asociación Americana de la Diabetes generalmente recomienda una HbA1c del 7 % o inferior en niños y adolescentes con diabetes.

El proveedor de atención médica también revisará lo siguiente en tu hijo de manera regular:

  • Crecimiento.
  • Presión arterial.
  • Nivel de colesterol.
  • Función renal y hepática.
  • Ojos, normalmente una vez al año.
  • Pies.
  • Riesgo de síndrome de ovario poliquístico y apnea obstructiva del sueño.

El proveedor de atención médica de tu hijo probablemente recomendará una vacuna contra la gripe para tu hijo cada año y es posible que también le recomiende la vacuna contra la neumonía y la vacuna contra la COVID-19 si tu hijo tiene 5 años o más.

Signos de problemas

Pese a todos tus esfuerzos, a veces surgirán problemas. Algunas complicaciones a corto plazo de la diabetes tipo 2, como niveles bajos o altos de glucosa en la sangre, cetoacidosis diabética y un estado hiperglucémico hiperosmolar, requieren atención médica inmediata.

Nivel bajo de glucosa sanguínea (hipoglucemia)

La hipoglucemia es un nivel de glucosa en la sangre menor al rango objetivo de tu hijo. Los niveles de glucosa en la sangre pueden disminuir por muchas razones, entre ellas, saltearse una comida, comer menos carbohidratos de los planificados, hacer más actividad física de lo normal o inyectarse demasiada insulina. Los niños con diabetes tipo 2 tienen menos riesgo de tener un nivel bajo de glucosa en la sangre que los niños con diabetes tipo 1.

Los signos y síntomas de un nivel bajo de glucosa en la sangre incluyen los siguientes:

  • Palidez
  • Temblores
  • Hambre
  • Sudoración
  • Irritabilidad y otros cambios en el estado de ánimo
  • Dificultad para concentrarse o confusión
  • Mareos o aturdimiento
  • Pérdida de la coordinación
  • Habla arrastrada
  • Pérdida del conocimiento
  • Convulsiones

Explícale a tu hijo cuales son los síntomas de un nivel bajo de glucosa en la sangre. En caso de duda, siempre se le debe hacer un análisis de glucosa en la sangre. Si no dispones de un glucómetro y tu hijo tiene síntomas de un nivel bajo de glucosa en la sangre, administra el tratamiento correspondiente y hazle una prueba lo más pronto posible.

Si tu hijo tiene una lectura de nivel bajo de glucosa en la sangre:

  • Dale un carbohidrato de acción rápida. Pídele a tu hijo que consuma de 15 a 20 gramos de un carbohidrato de acción rápida, como jugo de fruta, tabletas de glucosa, pastillas, gaseosa común (no dietética) u otra fuente de azúcar. Los alimentos con grasas agregadas, como el chocolate o el helado, no elevan tan rápidamente la glucosa en la sangre porque la grasa reduce la absorción de la azúcar.
  • Vuelve a controlar el nivel de glucosa en la sangre. Vuelve a controlar el nivel de glucosa en la sangre de tu hijo después de unos 15 minutos para verificar que esté de nuevo dentro del rango objetivo. Si no lo está, vuelve a darle un carbohidrato de acción rápida y a hacer un control tras 15 minutos según sea necesario hasta que el resultado se encuentre dentro de su rango objetivo.

Alto nivel de glucosa sanguínea (hiperglucemia)

La hiperglucemia es un nivel de glucosa en la sangre por encima del rango deseado para tu hijo. Los niveles de glucosa en la sangre pueden aumentar por muchos motivos, entre ellos, por enfermedad, por comer demasiado, por comer ciertos tipos de alimentos y por no tomar suficientes medicamentos para la diabetes o insulina.

Los signos y síntomas de un alto nivel de glucosa en la sangre incluyen los siguientes:

  • Micción frecuente
  • Aumento de la sed o sequedad bucal
  • Visión borrosa
  • Cansancio
  • Náuseas

Si sospechas que tu hijo tiene hiperglucemia, comprueba su nivel de glucosa en la sangre. Podrías tener que hacer ajustes en el plan de comidas o en los medicamentos de tu hijo. Comunícate con el proveedor de atención médica de tu hijo si su nivel de glucosa en la sangre está regularmente por encima de su rango deseado.

Cetoacidosis diabética

Una grave falta de insulina hace que el cuerpo de tu hijo produzca ciertos ácidos tóxicos (cetonas). Si se acumula un exceso de cetonas, tu hijo puede desarrollar una afección potencialmente mortal conocida como cetoacidosis diabética. La cetoacidosis diabética es más frecuente en niños con diabetes tipo 1, pero a veces puede ocurrir en niños con diabetes tipo 2.

Estos son algunos de los signos y síntomas de la cetoacidosis diabética:

  • Sed o boca muy seca
  • Aumento de la frecuencia en que se orina
  • Piel seca o enrojecida
  • Náuseas, vómitos o dolor abdominal
  • Un olor dulce y frutal en el aliento de tu hijo
  • Desorientación

Si sospechas cetoacidosis diabética, comprueba el exceso de cetonas en la orina de tu hijo con un kit de prueba de cetonas de venta libre. Si los niveles de cetonas son altos, llama al proveedor de atención médica de tu hijo o busca atención de emergencia.

Estado hiperglucémico hiperosmolar

Es posible que los niños con diabetes tipo 2 desarrollen un estado hiperglucémico hiperosmolar (HHS, por sus siglas en inglés) durante unos pocos días. El nivel extremadamente alto de glucosa en la sangre del estado hiperglucémico hiperosmolar (600 mg/dl o más) puede presentarse con infecciones graves, enfermedades u otras afecciones de la salud. El intento del cuerpo por eliminar este alto nivel de glucosa a través de la orina provoca una deshidratación grave.

Entre los signos y síntomas del estado hiperglucémico hiperosmolar (HHS, por sus siglas en inglés), se incluyen los siguientes:

  • Ausencia o mínima cantidad de cetonas en la orina.
  • Aumento de la frecuencia de micción.
  • Aumento de la sed.
  • Sequedad en la boca y piel seca y caliente.
  • Confusión o agresividad.
  • Convulsiones.
  • Estado de coma.

El estado hiperglucémico hiperosmolar (HHS, por sus siglas en inglés) puede poner en riesgo la vida y requiere atención médica de emergencia.

Estilo de vida y remedios caseros

Ayudar a tu hijo a seguir su plan de tratamiento para la diabetes conlleva un compromiso permanente. Pero un control cuidadoso de la diabetes tipo 2 puede reducir el riesgo de complicaciones graves de tu hijo.

A medida que tu hijo crece:

  • Aliéntalo para que participe de manera más activa en el control de la diabetes
  • Destaca la importancia del cuidado de la diabetes de por vida
  • Enséñale cómo medir la glucosa sanguínea y a tomar el medicamento o inyectarse insulina si es necesario
  • Ayúdalo a elegir alimentos saludables
  • Aliéntalo para que se mantenga físicamente activo y limite el tiempo que pasa frente a una pantalla electrónica
  • Fomenta una relación entre tu hijo y su equipo para el tratamiento de la diabetes
  • Asegúrate de que utilice una etiqueta de identificación médica

La escuela y la diabetes

Tendrás que trabajar con el personal de enfermería y los profesores de la escuela de tu hijo para asegurarte de que conozcan los síntomas de los niveles altos y bajos de glucosa sanguínea. Es posible que el personal de enfermería de la escuela necesite administrar insulina o comprobar los niveles de glucosa sanguínea de tu hijo.

La ley federal protege a los niños con diabetes, y las escuelas deben realizar arreglos razonables para garantizar que todos los niños tengan una educación adecuada.

Casos en los que debes comunicarte con el equipo de atención médica de la diabetes

Si el nivel de glucosa sanguínea de tu hijo está constantemente fuera del rango objetivo que recomendó el proveedor de atención médica, comunícate con dicho proveedor, con un especialista diplomado en educación y atención médica de la diabetes o con un dietista titulado entre cada cita. Comunícate también con el equipo de atención médica si no estás seguro de qué hacer en una situación determinada.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Vivir con diabetes tipo 2 no es fácil, ni para ti ni para tu hijo. Un buen control de la diabetes requiere mucho tiempo y esfuerzo, en especial, al comienzo. Por eso algunos especialistas en diabetes habitualmente incluyen un trabajador social o un psicólogo como parte de sus equipos de atención médica de la diabetes. No olvides que no estás solo y que tu equipo de tratamiento de la diabetes puede ayudar.

Si notas que tu niño o adolescente está persistentemente triste o pesimista, o experimenta cambios drásticos en sus hábitos de sueño, rendimiento en la escuela o en su relación con sus amigos, llévalo al médico para que lo evalúen y determinar si tiene depresión.

La rebeldía también puede ser un problema, especialmente en el caso de los adolescentes. Un paciente que cumplió correctamente con el plan de tratamiento de la diabetes durante la niñez, puede rebelarse en la adolescencia e ignorar sus cuidados. Además, experimentar con sustancias ilícitas, con alcohol y fumar puede ser aún más peligroso para las personas con diabetes.

Es posible que hablar con un consejero o terapeuta ayude a tu hijo o a ti a hacer frente a los cambios drásticos de estilo de vida que conlleva el diagnóstico de la diabetes tipo 2. Entre los sitios web que ofrecen apoyo se encuentra la Asociación Americana de la Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés).

Preparación para la consulta

El proveedor de atención médica o el pediatra de tu hijo probablemente será quien haga el diagnóstico inicial de diabetes. Sin embargo, probablemente te remitirán a un médico que se especialice en trastornos metabólicos en niños (endocrinólogo pediátrico).

El equipo de atención médica de tu hijo también suele incluir a un especialista en diabetes y un especialista en educación sobre la diabetes y a un dietista titulado.

A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita médica.

Qué puedes hacer

Antes de tu cita médica, haz lo siguiente:

  • Pregunta sobre las restricciones previas a la cita médica. Si el proveedor de atención médica va a analizar el nivel de glucosa en la sangre de tu hijo, puede que tu hijo deba estar en ayunas durante ocho horas, según el tipo de análisis.
  • Haz una lista de todos los síntomas que tiene tu hijo, incluso aquellos que no tengan ninguna relación aparente con el motivo de la cita médica.
  • Si es posible, pídele a algún familiar o amigo que te acompañe. Para el control de la diabetes, es necesario que recuerdes mucha información. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que se te pasó por alto o que olvidaste.
  • Prepara una lista de preguntas para hacerle al proveedor de atención médica.

Algunas preguntas básicas para hacerle al proveedor de atención médica de tu hijo incluyen las siguientes:

  • ¿Con qué frecuencia tengo que controlar el nivel de glucosa en la sangre de mi hijo?
  • ¿Cuáles deben ser los niveles de glucosa en la sangre de mi hijo durante el día y antes de acostarse?
  • ¿Qué cambios hay que hacer en la alimentación de la familia?
  • ¿Cuánto ejercicio debe hacer mi hijo por día?
  • ¿Necesitará mi hijo tomar medicamentos? En ese caso, ¿de qué tipo y cuántos?
  • ¿A qué signos y síntomas de complicaciones debo prestar atención?
  • Mi hijo tiene otra afección médica. ¿Cómo podemos controlarlas de manera conjunta?
  • ¿Con qué frecuencia son necesarios los controles para la diabetes de mi hijo? ¿A qué especialistas debemos consultar?

No dudes en hacer más preguntas durante la cita médica.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga preguntas como las siguientes:

  • ¿Cómo de cómodo te sientes con el control de la diabetes de tu hijo?
  • ¿Cómo es la alimentación diaria habitual de tu hijo?
  • ¿Tu hijo hace ejercicio? Si es así, ¿con qué frecuencia?
  • ¿Cómo crees que tu hijo está sobrellevando la diabetes y su tratamiento?