Diagnóstico

Para diagnosticar cáncer de piel, es probable que el médico efectúe lo siguiente:

  • Examinar la piel. El médico puede observar la piel para determinar si es posible que los cambios que esta sufre sean cáncer de piel. Probablemente se necesiten otros análisis para confirmar el diagnóstico.
  • Extraer una muestra de piel sospechosa para análisis (biopsia de piel). El médico puede extraer piel con aspecto sospechoso para realizar análisis de laboratorio. Una biopsia puede determinar si tienes cáncer de piel y, en ese caso, de qué tipo se trata.

Cómo determinar la extensión del cáncer de piel

Si el médico determina que tienes esta enfermedad, probablemente te indique otras pruebas para establecer su extensión (el estadio).

Debido a que los casos de cáncer de piel, como el carcinoma basocelular, rara vez se propagan, una biopsia que extraiga todo el bulto es a menudo la única prueba necesaria para determinar el estadio del cáncer. Pero si tienes un carcinoma espinocelular grande, un carcinoma de células de Merkel o un melanoma maligno, el médico puede recomendarte más pruebas para determinar la extensión del cáncer.

Otros estudios pueden comprender pruebas de diagnóstico por imágenes para examinar si los ganglios linfáticos cercanos presentan signos de cáncer, o un procedimiento para extraer un ganglio linfático cercano y determinar si existen signos de cáncer (biopsia de ganglio linfático centinela).

Los médicos utilizan números romanos del I al IV para indicar el estadio del cáncer. El cáncer en estadio I es pequeño y se limita a la zona donde comenzó. El estadio IV indica cáncer avanzado que se ha propagado a otras partes del cuerpo.

El estadio del cáncer de piel ayuda a determinar qué opciones de tratamiento serán las más efectivas.

Tratamiento

Tus opciones de tratamiento para el cáncer de piel y las lesiones cutáneas precancerosas conocidas como queratosis actínicas variarán según el tamaño, el tipo, la profundidad y la ubicación de las lesiones. Los tipos de cáncer de piel pequeños y limitados a la superficie de la piel pueden no requerir tratamiento más allá de una biopsia de piel inicial que elimina todo el crecimiento.

Si se necesita un tratamiento adicional, las opciones pueden incluir:

  • Congelación. El médico puede destruir las queratosis actínicas y algunos tipos de cáncer pequeños e incipientes mediante el enfriamiento con nitrógeno líquido (criocirugía). El tejido muerto se desprende cuando se descongela.
  • Cirugía por escisión. Este tipo de tratamiento puede ser adecuado para cualquier tipo de cáncer de piel. El médico corta (escinde) el tejido canceroso y el margen circundante de piel sana. En algunos casos, se puede recomendar una escisión amplia (extirpación de la piel extra normal alrededor del tumor).
  • Cirugía de Mohs. Este procedimiento es para tipos de cáncer de piel más grandes, recurrentes o difíciles de tratar, que pueden incluir carcinomas tanto de células basales como de células escamosas. A menudo se usa en áreas donde es necesario conservar la mayor cantidad de piel posible, como en la nariz.

    Durante la cirugía de Mohs, el médico retira el crecimiento de la piel capa por capa y examina cada capa en el microscopio, hasta que no queden células anormales. Este procedimiento permite que las células cancerosas se eliminen sin extirpar una cantidad excesiva de piel sana circundante.

  • Curetaje y electrodesecación o crioterapia. Después de eliminar la mayor parte del crecimiento, el médico raspa capas de células cancerosas usando un dispositivo con una cuchilla circular (cureta). Con una aguja eléctrica, se destruyen las células cancerosas restantes. En una variación de este procedimiento, se puede usar nitrógeno líquido para congelar la base y los bordes del área tratada.

    Estos procedimientos simples y rápidos se pueden utilizar para tratar el cáncer de células basales o el cáncer de células escamosas delgadas.

  • Radioterapia. La radioterapia utiliza haces de energía de gran potencia, como rayos X, para destruir las células cancerosas. La radioterapia puede ser una opción cuando el cáncer no se puede extirpar completamente durante la cirugía.
  • Quimioterapia. En la quimioterapia, se utilizan medicamentos para eliminar las células cancerosas. Para los tipos de cáncer que se limitan a la capa superior de la piel, se pueden aplicar cremas o lociones que contienen agentes anticancerosos directamente sobre la piel. La quimioterapia sistémica se puede utilizar para tratar los tipos de cáncer de piel que se han expandido a otras partes del cuerpo.
  • Terapia fotodinámica. Este tratamiento destruye las células cancerosas de la piel con una combinación de luz láser y medicamentos que hacen que las células cancerosas sean sensibles a la luz.
  • Terapia biológica. La terapia biológica utiliza el sistema inmunitario del cuerpo para matar las células cancerosas.

Preparación para la consulta

Programa una consulta con tu médico de cabecera si adviertes algún cambio inusual en la piel que te preocupe. En algunos casos, pueden derivarte a un médico especialista en enfermedades y afecciones de la piel (dermatólogo).

Debido a que la consulta puede ser breve, y por lo general hay muchos temas que tratar, es una buena idea ir bien preparado. A continuación incluimos información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar del médico.

Qué puedes hacer

  • Ten en cuenta cualquier restricción previa a la consulta. Cuando programes la consulta, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con anticipación, como restringir tu dieta.
  • Anota los síntomas que experimentes, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el motivo de la consulta.
  • Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes.
  • Considera pedirle a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una consulta. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que hayas pasado por alto u olvidado.
  • Escribe preguntas para hacerle al médico.

Tu tiempo con el médico es limitado; por eso preparar una lista de preguntas te puede ayudar a aprovechar al máximo el tiempo juntos. Organiza tus preguntas de la más a la menos importante en caso de que se acabe el tiempo. En el caso del cáncer de piel, algunas preguntas básicas para hacerle al médico son:

  • ¿Tengo cáncer de piel?
  • ¿Qué tipo de cáncer de piel tengo?
  • ¿Voy a necesitar hacerme otros análisis?
  • ¿Cuán rápido crece y se propaga el tipo de cáncer de piel que tengo?
  • ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
  • ¿Cuáles son los posibles riesgos de cada tratamiento?
  • ¿La cirugía me dejará una cicatriz?
  • ¿Tengo un mayor riesgo de padecer más cáncer de piel?
  • ¿Cómo puedo reducir el riesgo de padecer más cáncer de piel?
  • ¿Debo realizarme exámenes de piel regulares para detectar más cáncer de piel?
  • ¿Debería consultar con un especialista? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
  • ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me recetas?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
  • ¿Qué determinará si debo programar una visita de seguimiento?

Además de las preguntas que preparaste para hacerle al médico, no dudes en hacer cualquier otra pregunta que se te ocurra.

Qué esperar de tu médico

Es probable que el médico te haga varias preguntas. Estar listo para responderlas puede dejar tiempo para repasar los puntos sobre los que quieres dedicarle más tiempo. El médico podría hacerte estas preguntas:

  • ¿Cuándo notaste los cambios en la piel por primera vez?
  • ¿Has notado una lesión en la piel que haya crecido o cambiado?
  • ¿Tienes una lesión en la piel que sangra o te pica?
  • ¿Cuán intensos son los síntomas?