Descripción general

La psoriasis es una enfermedad de la piel que causa un sarpullido con manchas rojas y escamosas que pican, sobre todo en las rodillas, los codos, el tronco y el cuero cabelludo.

La psoriasis es una enfermedad frecuente y de larga duración (crónica) que no tiene cura. Puede ser dolorosa, interferir en el sueño y dificultar la concentración. Esta afección suele presentarse en ciclos, con brotes que duran algunas semanas o meses y luego disminuyen. Los factores desencadenantes comunes en las personas con predisposición genética a la psoriasis incluyen infecciones, cortes o quemaduras y determinados medicamentos.

Existen tratamientos para ayudarte a controlar estos síntomas. Además, puedes probar hábitos de estilo de vida y estrategias de afrontamiento que te ayudarán a vivir mejor con la psoriasis.

Síntomas

Entre los signos y síntomas comunes de la psoriasis se incluyen los siguientes:

  • Una erupción irregular cuyo aspecto varía mucho de persona a persona, desde unos pocos puntos de escamas similares a la caspa hasta erupciones importantes en gran parte del cuerpo
  • Erupciones que varían en color y tienden a ser de tonos violáceos con escamas grises en pieles morenas o negras, o de tonos rosados o rojizos con escamas plateadas en pieles blancas
  • Pequeños puntos escamados (se presentan comúnmente en niños)
  • Piel agrietada y seca que es posible que sangre
  • Picazón, ardor o irritación
  • Erupciones cíclicas que aparecen durante unas pocas semanas o meses y luego desaparecen

Existen varios tipos de psoriasis, y cada uno tiene distintos signos y síntomas:

  • Psoriasis en placas. El tipo de psoriasis más común, la psoriasis en placas, produce manchas secas y elevadas en la piel (placas) que provocan picazón y están cubiertas de escamas. Pueden aparecer unas pocas o muchas. Suelen aparecer en los codos, las rodillas, la región lumbar y el cuero cabelludo. Las manchas pueden ser de distintos colores, según el tono de piel. La piel afectada puede curarse con cambios de color temporales (hiperpigmentación posinflamatoria), en especial en pieles morenas o negras.
  • Psoriasis en las uñas. La psoriasis puede afectar las uñas de las manos y de los pies y provocar hendiduras, crecimiento anormal y cambios de color. Las uñas psoriásicas pueden aflojarse y separarse del lecho ungueal (onicólisis). La forma grave de la enfermedad puede hacer que la uña se caiga.
  • Psoriasis en gotas. La psoriasis en gotas afecta principalmente a niños y adultos jóvenes. En general, se desencadena por una infección bacteriana, como la amigdalitis estreptocócica. Se presenta como pequeñas áreas escamosas en forma de gota en el tronco, los brazos o las piernas.
  • Psoriasis inversa. La psoriasis inversa afecta principalmente los pliegues de la piel en la ingle, los glúteos y las mamas. Provoca manchas lisas de piel inflamada que empeoran con la fricción y la sudoración. Las infecciones micóticas pueden desencadenar este tipo de psoriasis.
  • Psoriasis pustulosa. La psoriasis pustulosa, un tipo poco frecuente, provoca ampollas claramente definidas y llenas de pus. Puede presentarse en forma de manchas extendidas o en áreas pequeñas de la palma de las manos o la planta de los pies.
  • Psoriasis eritrodérmica. La psoriasis eritrodérmica, que es el tipo menos común de psoriasis, puede abarcar todo el cuerpo con una erupción con descamación, que puede provocar picazón o ardor intensos. Puede ser pasajera (aguda) o prolongada (crónica).

Cuándo debes consultar a un médico

Si sospechas que puedes tener psoriasis, visita a al proveedor de atención médica. También debes buscar atención médica si la afección tiene las siguientes características:

  • Es grave o generalizada
  • Te causa malestar y dolor
  • Te preocupa por el aspecto de la piel
  • No mejora con el tratamiento

Causas

Se cree que la psoriasis es un problema del sistema inmunitario que hace que las células de la piel crezcan a un ritmo más rápido de lo normal. En el tipo más frecuente de psoriasis, conocido como psoriasis de placas, esta rápida renovación de las células da lugar a manchas escamosas y secas.

No se conoce por completo la causa de la psoriasis. Se cree que es un problema del sistema inmunitario en el que las células que combaten infecciones atacan por error las células sanas de la piel. Los investigadores creen que tanto la genética como los factores ambientales juegan un papel. La afección no es contagiosa.

Desencadenantes de la psoriasis

Muchas personas con predisposición a la psoriasis pueden no tener síntomas durante años hasta que la enfermedad se activa por algún factor medioambiental. Los desencadenantes comunes de la psoriasis incluyen:

  • Las infecciones, como amigdalitis estreptocócica o infecciones en la piel
  • El tiempo, especialmente el frío y la sequedad
  • Las lesiones en la piel, como un corte o una raspadura, una picadura de insecto o una quemadura grave por el sol
  • Fumar y la exposición al humo de segunda mano
  • El consumo excesivo de alcohol
  • Ciertos medicamentos, incluido el litio, los medicamentos para la presión arterial alta y los medicamentos antipalúdicos
  • La retirada rápida de corticoides orales o inyectables

Factores de riesgo

Cualquier persona puede tener psoriasis. Alrededor de un tercio de los casos comienzan en la infancia. Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de tener la enfermedad:

  • Antecedentes familiares. La afección es hereditaria. El hecho de que uno de tus padres tenga psoriasis aumenta el riesgo de que contraigas la enfermedad, y si tus dos padres tienen psoriasis, el riesgo se incrementa aún más.
  • Fumar. Fumar tabaco no solo aumenta el riesgo de tener psoriasis, sino que también puede aumentar la gravedad de la enfermedad.

Complicaciones

Si tienes psoriasis, corres más riesgo de desarrollar otras afecciones, incluidas las siguientes:

  • Artritis psoriásica, que causa dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones y a su alrededor
  • Cambios temporales en el color de la piel (hiperpigmentación o hipopigmentación posterior a la inflamación) en los sitios donde las placas se habían curado
  • Afecciones oculares, como conjuntivitis, blefaritis y uveítis
  • Obesidad
  • Diabetes tipo 2
  • Hipertensión arterial
  • Enfermedad cardiovascular
  • Otras enfermedades autoinmunitarias, como la enfermedad celíaca, la esclerosis y la enfermedad intestinal inflamatoria conocida como enfermedad de Crohn
  • Enfermedades de salud mental, como la baja autoestima y la depresión