Diagnóstico

El proveedor de atención médica, por lo general, puede llegar a un diagnóstico de herpes genital a través de un examen físico y los antecedentes de actividad sexual.

Para confirmar el diagnóstico, probablemente tome una muestra de una llaga activa. Estas muestras se analizan en una o más pruebas para ver si tienes infección por el virus del herpes simple y determinar si el virus es de tipo 1 o tipo 2.

Con menos frecuencia, se puede hacer un análisis de sangre para confirmar el diagnóstico o descartar otras infecciones.

Probablemente, el proveedor de atención médica te recomiende que te hagas pruebas para detectar otras infecciones de trasmisión sexual. Tu pareja también debe hacerse pruebas de herpes genital y otras infecciones de trasmisión sexual.

Tratamiento

El herpes genital no tiene cura. Se puede hacer un tratamiento con pastillas antivirales con receta médica para lo siguiente:

  • Ayudar a que las llagas cicatricen durante el primer brote.
  • Reducir la frecuencia de los brotes recurrentes.
  • Disminuir la gravedad y la duración de los síntomas en brotes recurrentes.
  • Reducir la posibilidad de trasmitir el virus del herpes a la pareja.

Entre los medicamentos que suelen recetarse para el herpes genital se incluyen los siguientes:

  • Aciclovir (Zovirax)
  • Famciclovir
  • Valaciclovir (Valtrex)

El proveedor de atención médica hablará contigo sobre el tratamiento adecuado para tu caso. El tratamiento dependerá de la gravedad de la enfermedad, el tipo de virus del herpes simple que tengas, tu actividad sexual y otros factores médicos. La dosis dependerá de que tengas o no síntomas. El uso a largo plazo de medicamentos antivirales se considera seguro.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

El diagnóstico de herpes genital puede causar vergüenza, ira y otras emociones fuertes. Es posible que desconfíes de tu pareja o sientas resentimiento. O bien, puede preocuparte el rechazo de tu pareja actual o de parejas futuras.

Algunos métodos saludables para afrontar el diagnóstico de herpes genital incluyen lo siguiente:

  • Comunícate con tu pareja. Sé comunicativo y sincero sobre tus sentimientos. Confía en tu pareja y cree lo que te diga.
  • Infórmate. Habla con el proveedor de atención médica o un consejero. Pueden ayudarte a aprender cómo vivir con esa afección. También pueden ayudarte a disminuir la posibilidad de infectar a otras personas. Conoce tus opciones de tratamiento y cómo controlar los brotes.
  • Únete a un grupo de apoyo. Busca grupos en tu área o en línea. Habla sobre tus sentimientos y aprende de las experiencias de los demás.

Preparación para la consulta

Si crees que tienes herpes genital u otra infección de trasmisión sexual, programa una cita con el proveedor de atención médica.

Prepárate para contestar las siguientes preguntas:

  • ¿Qué síntomas tienes? ¿Cuándo empezaron?
  • ¿Tienes llagas o una secreción inusual?
  • ¿Tienes dolor pélvico?
  • ¿Te duele cuando orinas?
  • ¿Tienes una pareja sexual nueva o varias parejas?
  • ¿Alguna vez te han diagnosticado una infección de trasmisión sexual?
  • ¿Usas regularmente preservativos?
  • ¿Qué medicamentos o suplementos tomas con regularidad?