Diagnóstico

El síndrome del corazón roto suele diagnosticarse en un entorno de emergencia o de hospital porque los síntomas se asemejan a los de un ataque cardíaco.

Para diagnosticar el síndrome del corazón roto, el profesional de atención médica te examinará y te hará preguntas sobre los síntomas y tus antecedentes médicos. Te podría preguntar si recientemente tuviste algún episodio de estrés importante, como la muerte de un ser querido.

Las personas que tienen el síndrome del corazón roto, por lo general, no presentan ningún síntoma de enfermedad cardíaca antes de que se les diagnostique la afección.

Las pruebas que ayudan a diagnosticar el síndrome del corazón roto incluyen las siguientes:

  • Análisis de sangre. Las personas que tienen el síndrome del corazón roto a menudo tienen niveles más altos de enzimas cardíacas en la sangre.
  • Electrocardiograma (o electrocardiografía). Esta prueba rápida mide la actividad eléctrica del corazón. Se colocan parches adhesivos llamados electrodos en el pecho y, a veces, en los brazos y las piernas. Los cables permiten conectar los electrodos a una computadora, que muestra los resultados.

    Un electrocardiograma muestra lo rápido o lento que late el corazón. Los resultados del electrocardiograma para el síndrome del corazón roto se ven diferentes a los de un ataque cardíaco.

  • Angiografía coronaria. Esta prueba permite comprobar si hay obstrucciones en las arterias del corazón. Se hace para descartar un ataque cardíaco. Las personas con síndrome del corazón roto a menudo no presentan ninguna obstrucción. Un médico inserta un tubo largo, delgado y flexible llamado catéter en un vaso sanguíneo, generalmente en la ingle o la muñeca. Se guía hasta el corazón. Una sustancia de contraste fluye a través del catéter hacia las arterias del corazón. La sustancia de contraste ayuda a que las arterias se vean más claramente en imágenes de rayos X y videos.

    Una vez que esté claro que no estás teniendo un ataque cardíaco, el médico comprueba si la causa de tus síntomas es el síndrome del corazón roto.

  • Ecocardiograma. En esta prueba, se utilizan ondas sonoras para crear imágenes del corazón cuando late. Permite observar cómo fluye la sangre por el corazón y las válvulas cardíacas. Se puede ver si el corazón está agrandado o tiene una forma inusual. Estos cambios pueden deberse al síndrome del corazón roto.
  • Resonancia magnética cardíaca. En esta prueba, se usan campos magnéticos y ondas de radio para generar imágenes detalladas del corazón.

Tratamiento

No existe un tratamiento estándar para el síndrome del corazón roto. El tratamiento es similar a la atención que se recibe por un ataque cardíaco hasta que el diagnóstico sea claro. La mayoría de las personas permanecen en el hospital mientras se recuperan.

Muchas personas con síndrome del corazón roto se recuperan por completo en aproximadamente un mes. Se realiza un ecocardiograma aproximadamente de 4 a 6 semanas después de los primeros síntomas para asegurarse de que el corazón esté funcionando mejor. A veces, el síndrome del corazón roto vuelve a aparecer después del tratamiento.

Medicamentos

Una vez que esté claro que el síndrome del corazón roto es la causa de los síntomas, se pueden administrar medicamentos para reducir la tensión en el corazón. Los medicamentos también pueden ayudar a prevenir episodios adicionales del síndrome del corazón roto.

Los medicamentos pueden incluir los siguientes:

  • Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o inhibidores de la ECA.
  • Antagonistas de receptores de angiotensina II o ARA-II.
  • Betabloqueadores.
  • Diuréticos.
  • Anticoagulantes, si hay un coágulo sanguíneo.

Cirugías u otros procedimientos

Las cirugías y los procedimientos que se utilizan con frecuencia para tratar un ataque cardíaco no son útiles para tratar el síndrome del corazón roto. Estos tratamientos abren las arterias obstruidas. Las arterias obstruidas no causan el síndrome del corazón roto.

Preparación para la consulta

El síndrome del corazón roto suele diagnosticarse en un caso de emergencia o en un hospital.

Si es posible, deja que un familiar o amigo te acompañe al hospital. La persona que vaya contigo puede ayudarte a recordar la información que recibas.

Si es posible, comparte información importante con la persona que te lleve al hospital:

  • Cualquier síntoma que tengas y cuánto tiempo lo tuviste.
  • Tu información personal esencial, incluido cualquier episodio de estrés importante, como la muerte de un ser querido o cambios recientes en tu vida, como perder un trabajo.
  • Tus antecedentes médicos personales y familiares, incluidas enfermedades como diabetes, colesterol alto o enfermedades cardíacas.
  • Una lista de los medicamentos que tomas, incluidos los que compres sin receta médica.
  • Cualquier lesión reciente en el pecho que pueda haber causado daño interno, como una costilla rota o un nervio pinzado.

Es posible que tengas muchas preguntas en el hospital. Si es posible, estas son algunas de las preguntas que podrías hacer:

  • ¿Qué cree que causa mis síntomas?
  • Recientemente, un ser querido murió de manera repentina. ¿Es posible que mis síntomas se deban a esto?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesitan hacerme?
  • ¿Debo quedarme en el hospital?
  • ¿Qué tratamientos necesito ahora mismo?
  • ¿Cuáles son los riesgos asociados con estos tratamientos?
  • ¿Sucederá de nuevo?
  • ¿Tengo alguna restricción en la alimentación o en mis actividades?

No dudes en hacer cualquier otra pregunta.

Qué esperar del médico

Es posible que el profesional de atención médica que te atienda por el dolor en el pecho te haga las siguientes preguntas:

  • ¿Qué síntomas tienes?
  • ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
  • ¿Se extiende el dolor a otras partes del cuerpo?
  • ¿Empeora un poco el dolor con cada latido cardíaco?
  • ¿Con qué palabras describirías el dolor?
  • ¿Empeoran los síntomas con el ejercicio o la actividad física?
  • ¿Tienes antecedentes familiares de problemas cardíacos?
  • ¿Recibes tratamiento actualmente o lo recibiste hace poco por alguna otra enfermedad?