Diagnóstico
El médico te examinará el brazo para comprobar si presentas sensibilidad, hinchazón, deformidad o una herida abierta. Luego de hablar sobre los síntomas y la forma en que te lesionaste, es probable que el médico solicite radiografías para determinar la ubicación y el grado de la fractura. En ocasiones, se puede utilizar otro tipo de estudio para obtener imágenes más detalladas, como una resonancia magnética.
Tratamiento
El tratamiento de un brazo quebrado depende del tipo de fractura. El tiempo necesario para la consolidación depende de varios factores, entre ellos, la gravedad de la lesión, otras afecciones, como la diabetes, la edad, la alimentación, el tabaquismo y el consumo de alcohol.
Las fracturas se clasifican en una o más de las siguientes categorías:
- Fractura expuesta (abierta). El hueso quebrado perfora la piel; es un trastorno grave que requiere tratamiento intensivo de inmediato para disminuir el riesgo de infecciones.
- Fractura cerrada. La piel no se abre.
- Fractura desplazada. Los fragmentos óseos de cada lado de la fractura no están alineados. Se podría necesitar cirugía para realinear los fragmentos.
- Fractura conminuta. El hueso está fracturado en varios pedazos, por lo que podría necesitarse una cirugía.
- Fractura en tallo verde. El hueso se fisura, pero no se rompe por completo, similar a lo que ocurre cuando doblas una rama verde de un árbol. La mayoría de las quebraduras óseas en los niños son fracturas en tallo verde porque los huesos de los niños son más blandos y más flexibles que los de los adultos.
- Fractura en rodete. Un lado del hueso está comprimido, lo que hace que el otro lado se doble (rodete). Este tipo de fractura también es más frecuente en los niños.
Reducción del hueso
Si tienes una fractura desplazada, es posible que el médico tenga que volver a colocar los fragmentos en la posición correcta (reducción). Según cuánto dolor e hinchazón tengas, es posible que necesites un relajante muscular, un sedante o incluso anestesia general antes de este procedimiento.
Inmovilización
Restringir el movimiento de un hueso quebrado, para lo cual se requiere una férula, un cabestrillo, un dispositivo de inmovilización o un yeso, es fundamental para la curación. Antes de colocar un yeso, el médico probablemente esperará hasta que baje la hinchazón, por lo general, entre cinco y siete días después de la lesión. Mientras tanto, probablemente usarás una férula.
El médico podría pedirte que regreses para hacerte radiografías durante el proceso de curación y así asegurarse de que los huesos no se hayan movido.
Medicamentos
Para reducir el dolor y la inflamación, el médico puede recomendar un analgésico de venta libre. Si tienes dolor intenso, es posible que necesites tomar un medicamento de venta con receta que contenga un narcótico durante algunos días.
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides pueden ayudar a reducir el dolor, pero también podrían dificultar la sanación de los huesos, especialmente si se utilizan a largo plazo. Consulta con el médico si puedes tomarlos para aliviar el dolor.
Si tienes una fractura expuesta, con una herida o corte en la piel cerca de la herida, es probable que te den un antibiótico para evitar que se infecte el hueso.
Terapia
La rehabilitación comienza poco después del tratamiento inicial. En la mayoría de los casos, cuando sea posible, es importante comenzar con algo de movimiento para reducir al mínimo la rigidez en el brazo, la mano y el hombro mientras usas una férula o un cabestrillo.
Una vez que te retiren la férula o el cabestrillo, el médico podría recomendarte más ejercicios de rehabilitación o fisioterapia para restablecer la fuerza muscular, el movimiento de las articulaciones y la flexibilidad.
Cirugía
Para estabilizar algunas fracturas, se requiere cirugía. Si la fractura no perforó la piel, el médico podría esperar hasta que la hinchazón se haya ido para hacer la cirugía. Si evitas mover el brazo y lo elevas, disminuirá la hinchazón.
Es posible que se necesiten dispositivos de fijación (como alambres, placas, clavos o tornillos) para mantener la posición de los huesos durante la consolidación. Las complicaciones son poco frecuentes, pero pueden comprender infecciones y falta de consolidación del hueso.
Preparación para la consulta
Según la gravedad de la quebradura, tu médico de cabecera o el médico de la sala de urgencias pueden derivarlos a ti o a tu hijo a un médico que se especializa en lesiones del sistema musculoesquelético del cuerpo (cirujano ortopédico).
Qué puedes hacer
Prepara una lista que comprenda lo siguiente:
- Detalles acerca de tus síntomas o los de tu hijo y el incidente que los provocó
- Información sobre problemas de salud anteriores
- Todos los medicamentos y los suplementos dietéticos que tomen tú o tu hijo
- Preguntas para hacerle al médico
En el caso de una fractura del brazo, algunas preguntas para hacerle al médico son las siguientes:
- ¿Qué pruebas se necesitan?
- ¿Cuáles serían las mejores medidas para tomar?
- ¿Se necesita cirugía?
- ¿Qué restricciones se deberán seguir?
- ¿Me recomiendas que consulte a un especialista?
- ¿Qué analgésicos recomiendas?
No dudes en hacer otras preguntas.
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga una serie de preguntas, como las siguientes:
- ¿Los síntomas aparecieron de repente?
- ¿Qué provocó los síntomas?
- ¿Alguna lesión desencadenó los síntomas?
- ¿Cuán intensos son los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
- ¿Hay algo que, al parecer, empeore los síntomas?