Placenta: cómo funciona, qué es lo normal

La placenta cumple una función fundamental durante el embarazo. Descubre lo que hace la placenta, los problemas que pueden afectarla y cómo se libera.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

Si estás embarazada, quizás te preguntes qué hace la placenta y qué factores pueden afectarla. Obtén información sobre este importante órgano que une a la madre y al bebé.

¿Qué hace la placenta?

La placenta es un órgano que se desarrolla en el útero durante el embarazo. Esta estructura provee oxígeno y nutrientes al bebé en crecimiento. También elimina los productos de desecho de la sangre del bebé. La placenta se adhiere a la pared del útero y de ella surge el cordón umbilical. Por lo general, el órgano está unido a la parte superior, lateral, delantera o trasera del útero. En casos poco frecuentes, la placenta podría adherirse en la zona inferior del útero. Cuando esto sucede, se llama placenta baja (placenta previa).

¿Qué factores pueden afectar la salud de la placenta?

Existen diversos factores que pueden afectar la salud de la placenta durante el embarazo. Por ejemplo:

  • Edad de la madre. Algunos problemas de la placenta son más comunes en las mujeres mayores, especialmente después de los 40.
  • La ruptura del saco amniótico antes del trabajo de parto. Durante el embarazo, el bebé está rodeado y protegido por una membrana llena de líquido llamada saco amniótico. Si el saco gotea o se rompe antes de que comience el trabajo de parto, también llamado ruptura de la fuente, aumenta el riesgo de ciertos problemas de la placenta.
  • Presión arterial alta. La presión arterial alta puede afectar a la placenta.
  • Embarazo de mellizos u otros embarazos múltiples. Estar embarazada de más de un bebé puede aumentar el riesgo de ciertos problemas de la placenta.
  • Trastornos de coagulación sanguínea. Cualquier afección que afecte la capacidad de coagulación de la sangre o que aumente su probabilidad de coagulación aumenta el riesgo de tener determinados problemas de la placenta.
  • Cirugía de útero previa. Una cirugía previa de útero, como una cesárea o una cirugía para extirpar fibromas, aumenta el riesgo de presentar determinados problemas de la placenta.
  • Problemas anteriores de la placenta. Los riesgos de tener problemas con la placenta pueden aumentar si ya has tenido problemas de placenta durante un embarazo anterior.
  • Consumo de sustancias. Determinados problemas de la placenta son más comunes en las mujeres que fuman o consumen cocaína durante el embarazo.
  • Traumatismo abdominal. El traumatismo abdominal, por ejemplo, a causa de una caída, un accidente automovilístico u otro tipo de golpe, aumenta el riesgo de que la placenta se separe prematuramente del útero (desprendimiento de placenta).

¿Cuáles son los problemas placentarios más frecuentes?

Durante el embarazo, los posibles problemas de placenta incluyen desprendimiento placentario, placenta previa y placenta adherida. Después del parto, la retención de la placenta es a veces una preocupación. A continuación, te presentamos lo que debes saber sobre estas afecciones:

  • Desprendimiento de la placenta. Si la placenta se desprende de la pared interna del útero antes del parto, ya sea parcial o completamente, se desarrolla una afección conocida como desprendimiento de la placenta. Este trastorno puede quitarle oxígeno y nutrientes al bebé y provocar sangrados abundantes en la madre. El desprendimiento de la placenta puede generar una situación de emergencia que requiere un parto prematuro.
  • Placenta previa. Esta afección ocurre cuando la placenta cubre parcial o totalmente el cuello del útero (la salida del útero). La placenta previa es más frecuente a comienzos del embarazo y se puede solucionar a medida que el útero crece.

    Este trastorno puede generar un sangrado vaginal abundante durante el embarazo o el parto. El control de esta afección depende del volumen del sangrado, si el sangrado se detiene, la etapa del embarazo, la posición de la placenta, y tu salud y la de tu bebé. Si la placenta previa persiste hasta finales del tercer trimestre, tu proveedor de atención médica te recomendará una cesárea.

  • Placenta adherida. Por lo general, la placenta se desprende de la pared uterina luego del nacimiento del bebé. Con la placenta adherida, parte de la placenta o su totalidad permanece unida al útero con firmeza. Esta afección sucede cuando los vasos sanguíneos y otras partes de la placenta crecen con demasiada profundidad en la pared del útero. Esto puede causar una abundante pérdida de sangre durante el parto.

    En casos graves, la placenta invade los músculos del útero o crece a través de la pared uterina. Es probable que su proveedor de atención médica le recomiende una cesárea seguida de la extirpación del útero.

  • Placenta retenida. Si no se expulsa la placenta en el plazo de 30 minutos después del parto, esto se conoce como placenta retenida. Una placenta retenida puede ocurrir porque la placenta queda atrapada detrás de un cuello del útero parcialmente cerrado o porque la placenta está todavía adherida a la pared uterina. Si no se trata, la placenta retenida puede generar una infección grave o una pérdida de sangre potencialmente mortal.

¿Cuáles son los signos o síntomas de los problemas con la placenta?

Consulta a tu proveedor de atención médica durante el embarazo si presentas los siguientes síntomas:

  • Sangrado vaginal
  • Dolor abdominal
  • Dolor de espalda
  • Contracciones uterinas

¿Qué puedo hacer para reducir el riesgo de tener problemas de placenta?

La mayoría de los problemas de la placenta no se puede prevenir de manera directa. Sin embargo, puedes tomar medidas para favorecer un embarazo sano:

  • Visita a tu proveedor de atención médica periódicamente durante todo tu embarazo.
  • Trabaja con tu proveedor de atención médica para controlar cualquier afección, como la presión arterial alta.
  • No fumes ni uses drogas.
  • Habla con tu médico sobre los posibles riesgos antes de tomar la decisión de realizarte una cesárea optativa.

Si has tenido un problema de placenta durante un embarazo anterior y estás planificando otro embarazo, habla con tu proveedor de atención médica sobre cómo puedes reducir el riesgo de tener el trastorno nuevamente. Informa a tu proveedor de atención médica si anteriormente te has sometido a una cirugía en el útero. Tu proveedor de atención médica debe controlar tu trastorno atentamente durante todo el embarazo.

¿Cómo se expulsa la placenta?

Si das a luz al bebé por vía vaginal también será el caso de la placenta, lo que se conoce como la tercera etapa del parto.

Después de dar a luz, seguirás teniendo contracciones leves. El proveedor de atención médica puede darte un medicamento llamado oxitocina (Pitocin) para continuar las contracciones uterinas y reducir el sangrado posparto. También puede masajearte la parte inferior del abdomen para ayudar a que el útero se contraiga y expulse la placenta. Es posible que tengas que pujar una vez más para expulsar la placenta.

Si te realizan una cesárea, el proveedor de atención médica extraerá la placenta del útero durante el procedimiento.

El proveedor de atención médica examinará la placenta para asegurarse de que esté intacta. Cualquier fragmento restante debe quitarse del útero para evitar hemorragias e infecciones. Si te interesa, pide ver la placenta. En algunas culturas, las familias entierran la placenta en un lugar especial, como sus patios.

Si tienes alguna pregunta sobre la placenta o los problemas de la placenta durante el embarazo, habla con el proveedor de atención médica. quien puede ayudarte a entender mejor la función de la placenta durante el embarazo.

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March 18, 2023 See more In-depth