La miel es un líquido dulce que fabrican las abejas usando el néctar de las plantas con flores. Existen alrededor de 320 tipos diferentes de miel, que varían en color, aroma y sabor.

La miel está compuesta principalmente por azúcar, así como por una mezcla de aminoácidos, vitaminas, minerales, hierro, cinc y antioxidantes. Además de usarse como edulcorante natural, la miel se usa como antiinflamatorio, antioxidante y agente antibiótico. Las personas suelen usar la miel por vía oral para tratar la tos y, en forma tópica, para tratar quemaduras y favorecer la curación de las heridas.

Las investigaciones sobre el uso de la miel para tratar afecciones específicas comprenden lo siguiente:

  • Enfermedad cardiovascular. Los antioxidantes de la miel podrían estar asociados con una reducción en el riesgo de enfermedad cardíaca.
  • Tos. Ciertos estudios sugieren que tanto la miel de eucalipto como la de cítricos y la de labiatae pueden actuar como inhibidores de la tos confiables en algunas personas con infecciones de las vías respiratorias superiores y con tos nocturna aguda.
  • Enfermedad gastrointestinal. La evidencia sugiere que la miel podría ayudar a prevenir trastornos del tubo gastrointestinal, como la diarrea relacionada con la gastroenteritis. La miel también podría ser eficaz como parte de una terapia de rehidratación oral.
  • Enfermedad neurológica. Las investigaciones sugieren que la miel podría tener beneficios antidepresivos, anticonvulsivos y contra la ansiedad. En algunos estudios, se ha comprobado que la miel ayuda a prevenir los trastornos de la memoria.
  • Cuidado de la herida. Se ha demostrado que el uso tópico de la miel de tipo médico fomenta la curación de las heridas, sobre todo en el caso de las quemaduras.

Es posible que los resultados varíen debido a que no existen métodos estandarizados para producir miel o para verificar su calidad.

Generalmente seguro

Por lo general, la miel es segura para los adultos y para los niños mayores de un año. Podría ser útil para tratar quemaduras, tos y, quizás, otras afecciones.

Es seguro usar la miel como edulcorante natural, inhibidora de la tos y producto tópico para llagas y heridas pequeñas.

Evita darles miel, ni siquiera una pequeñísima cantidad, a bebés menores de 1 año. La miel puede provocar una afección gastrointestinal poco frecuente pero grave (botulismo infantil) causada por una exposición a las esporas de la bacteria Clostridium botulinum. A partir de las esporas, las bacterias pueden crecer y multiplicarse en el intestino del bebé y producir una toxina peligrosa.

Algunas personas son sensibles o alérgicas a los componentes específicos de la miel, en particular, al polen de las abejas. Aunque es poco frecuente, las alergias ocasionadas por el polen de abeja pueden provocar reacciones adversas graves y, en ocasiones, mortales. Algunos de los signos y síntomas de una reacción son los siguientes:

  • Silbido al respirar y otros síntomas asmáticos
  • Mareos
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Debilidad
  • Sudoración excesiva
  • Desmayos
  • Ritmo cardíaco irregular (arritmias)
  • Escozor después de la aplicación tópica

La miel puede afectar los niveles de azúcar en sangre.

En la actualidad, no existe evidencia que demuestre las posibles interacciones de la miel con otros medicamentos.

Aug. 10, 2023