Descripción general
Las hemorroides, también llamadas almorranas, son venas hinchadas en el ano y la parte inferior del recto. Las hemorroides son similares a las varices. Las hemorroides pueden desarrollarse en el interior del recto, denominadas hemorroides internas. También pueden desarrollarse bajo la piel que rodea el ano, denominadas hemorroides externas.
Existen varias opciones para tratar las hemorroides. Muchas personas alivian el malestar con tratamientos caseros y cambios en su estilo de vida.
Síntomas
Los síntomas de las hemorroides suelen depender del tipo de hemorroide.
Hemorroides internas
Las hemorroides internas se encuentran en el interior del recto. Normalmente no se ven ni se sienten, y rara vez causan molestias. Pero el esfuerzo o la irritación al defecar pueden producir:
- Sangrado indoloro durante la defecación. Es posible que observes pequeñas cantidades de sangre de color rojo brillante en el papel higiénico o en el inodoro.
- Una hemorroide que se desliza a través del orificio anal, llamada hemorroide prolapsada o protruida. Esto puede causar dolor e irritación.
Hemorroides externas
Se encuentran bajo la piel que rodea el ano. Los síntomas pueden ser los siguientes:
- Picazón o irritación en la región anal.
- Dolor o molestia.
- Hinchazón alrededor del ano.
- Sangrado.
Hemorroides trombosadas
La sangre puede acumularse en una hemorroide externa y formar un coágulo, denominado trombo. Una hemorroide trombosada puede causar:
- Dolor intenso.
- Hinchazón.
- Inflamación.
- Un bulto duro y descolorido cerca del ano.
Cuándo debes consultar con un médico
Si sangras al defecar o tienes hemorroides que no mejoran después de una semana de cuidados en casa, habla con tu proveedor de atención médica.
No asumas que el sangrado rectal se debe a las hemorroides, especialmente si tienes cambios en los hábitos intestinales o si tus heces cambian de color o consistencia. El sangrado rectal puede producirse con otras enfermedades, como el cáncer colorrectal y el cáncer anal.
Busca atención médica de emergencia si presentas sangrado rectal abundante, aturdimiento, mareos o desmayos.
Causas
Las venas que rodean el ano tienden a estirarse bajo presión y pueden abultarse o hincharse. Las hemorroides pueden desarrollarse por un aumento de la presión en la parte inferior del recto debido a:
- Realizar esfuerzos durante la defecación.
- Permanecer sentado durante largos periodos de tiempo, especialmente en el inodoro.
- Tener diarrea o estreñimiento crónicos.
- Tener obesidad.
- Un embarazo.
- Tener relaciones sexuales anales.
- Seguir una dieta baja en fibra.
- Levantar regularmente objetos pesados.
Factores de riesgo
A medida que las personas envejecen, aumenta el riesgo de padecer hemorroides. Esto se debe a que los tejidos que sostienen las venas del recto y el ano pueden debilitarse y estirarse. Esto también puede ocurrir durante el embarazo porque el peso del bebé ejerce presión sobre la región anal.
Complicaciones
Las complicaciones de las hemorroides son poco frecuentes, pero pueden incluir:
- Anemia. En raras ocasiones, la pérdida continua de sangre por hemorroides puede causar anemia. La anemia se produce cuando no hay suficientes glóbulos rojos sanos para transportar oxígeno a las células del organismo.
- Hemorroide estrangulada. Cuando se interrumpe el suministro de sangre a una hemorroide interna, la hemorroide se conoce como estrangulada. Las hemorroides estranguladas pueden causar un dolor extremo.
- Coágulo sanguíneo. A veces puede formarse un coágulo en una hemorroide. Esto se conoce como hemorroide trombosada. Aunque no es peligrosa, puede ser extremadamente dolorosa y a veces es necesario drenarla.
Prevención
La mejor forma de prevenir las hemorroides es mantener las heces blandas para que pasen con facilidad. Para prevenir las hemorroides y reducir los síntomas, sigue estos consejos:
- Come alimentos ricos en fibra. Consume más frutas, verduras y granos o cereales integrales. Esto ablanda las heces y aumenta su volumen. Esto te ayudará a evitar los esfuerzos que pueden causar hemorroides. Incorpora fibra a tu alimentación de a poco para evitar problemas de gases.
- Bebe muchos líquidos. Bebe de seis a ocho vasos de agua y otros líquidos al día para ayudar a que las heces sean blandas. Evitar el alcohol también puede ayudar.
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Considera tomar suplementos de fibra. La mayoría de la gente no ingiere suficiente fibra en su dieta. Los estudios han demostrado que los suplementos de fibra de venta sin receta, como el psilio (Metamucil, Konsyl, otros) o la metilcelulosa (Citrucel), pueden disminuir los síntomas y el sangrado de las hemorroides.
Si utilizas suplementos de fibra, asegúrate de beber al menos ocho vasos de agua u otros líquidos cada día. De lo contrario, los suplementos de fibra pueden causar estreñimiento o empeorarlo.
- No hagas fuerza. Hacer mucho esfuerzo y contener la respiración al intentar evacuar las heces crea una mayor presión en las venas de la parte inferior del recto.
- Haz ejercicio. Mantente activo para prevenir el estreñimiento y reducir la presión sobre las venas. El ejercicio también puede ayudarte a perder el exceso de peso que podría estar causando tus hemorroides o empeorándolas.
- Evita estar sentado durante periodos largos. Estar sentado demasiado tiempo, sobre todo en el inodoro, puede aumentar la presión sobre las venas del ano.