Diagnóstico

El síndrome de Guillain-Barré puede ser difícil de diagnosticar en las primeras fases. Los signos y síntomas son similares a los de otros trastornos neurológicos y pueden variar según la persona.

Es probable que tu médico comience con una historia clínica y con una exploración física minuciosa.

El médico puede recomendarte lo siguiente:

  • Punción lumbar (punción medular). Se extrae una cantidad pequeña de líquido del conducto vertebral de la parte inferior de la espalda. Ese líquido se analiza para detectar un tipo de cambio que con frecuencia ocurre en las personas que padecen síndrome de Guillain-Barré.
  • Electromiografía. Se insertan electrodos de aguja delgada en los músculos que el médico quiere analizar. Los electrodos miden la actividad de los nervios de los músculos.
  • Estudios de la conducción nerviosa. Los electrodos se colocan en la piel que se encuentra sobre los nervios. Se transmite una pequeña descarga a través del nervio para medir la velocidad de las señales nerviosas.

Tratamiento

El síndrome de Guillain-Barré no tiene cura. Pero existen dos tipos de tratamientos que pueden acelerar la recuperación y reducir la gravedad de la enfermedad:

  • Intercambio de plasma (plasmaféresis). La porción líquida de parte de la sangre (plasma) se extrae y se separa de las células sanguíneas. Luego, las células sanguíneas se vuelven a colocar en el cuerpo, el cual produce más plasma para compensar lo que se extrajo. La plasmaféresis puede funcionar liberando al plasma de ciertos anticuerpos que contribuyen al ataque del sistema inmunitario a los nervios periféricos.
  • Terapia de inmunoglobulina. La inmunoglobulina que contiene anticuerpos sanos de donantes de sangre se administra a través de una vena (por vía intravenosa). Las dosis altas de inmunoglobulina pueden bloquear los anticuerpos perjudiciales que podrían contribuir al síndrome de Guillain-Barré.

Estos tratamientos son igualmente eficaces. Combinarlos o administrar un tratamiento tras otro no es más eficaz que usar cualquiera de los dos métodos por separado.

También es probable que te administren medicamentos para lo siguiente:

  • Aliviar el dolor, que puede ser intenso
  • Prevenir los coágulos sanguíneos, que se pueden desarrollar mientras estás inmóvil

Las personas con el síndrome de Guillain-Barré necesitan ayuda física y fisioterapia antes y durante la recuperación. Tu cuidado puede incluir lo siguiente:

  • Movimiento de los brazos y las piernas por parte de las personas encargadas del cuidado antes de la recuperación, para ayudar a mantener los músculos flexibles y fuertes
  • Fisioterapia durante la recuperación para ayudarte a lidiar con la fatiga y recuperar la fuerza y el movimiento adecuado
  • Entrenamiento con dispositivos de adaptación, como una silla de ruedas o aparatos ortopédicos, para brindarte movilidad y habilidades de cuidado personal

Recuperación

Si bien a muchas personas les lleva meses e incluso años recuperarse, la mayoría de las personas con síndrome de Guillain-Barré siguen esta cronología general:

  • Después de los primeros signos y síntomas, la afección tiende a empeorar de forma progresiva durante aproximadamente dos semanas
  • Los síntomas alcanzan una fase de estancamiento del peso en cuatro semanas
  • Comienza la recuperación, que suele durar de 6 a 12 meses, aunque para algunas personas puede durar hasta tres años

Entre los adultos que se recuperan del síndrome de Guillain-Barré:

  • Alrededor del 80 % puede caminar independientemente seis meses después del diagnóstico
  • Alrededor del 60 % recupera completamente la fuerza motora un año después del diagnóstico
  • Alrededor del 5 % al 10 % tiene una recuperación muy retrasada e incompleta

Los niños, que rara vez padecen el síndrome de Guillain-Barré, por lo general se recuperan más completamente que los adultos.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Recibir un diagnóstico de síndrome de Guillain-Barré puede representar un desafío emocional. Si bien la mayoría de las personas con el tiempo se recuperan por completo, esta enfermedad suele ser dolorosa y requiere hospitalización y meses de rehabilitación. Tienes que adaptarte a la fatiga y a la movilidad limitada.

Para controlar el estrés de la recuperación del síndrome de Guillain-Barré, ten en cuenta estas sugerencias:

  • Mantén un sistema de apoyo fuerte de familiares y de amigos
  • Contáctate con un grupo de apoyo, ya sea para ti o para tus familiares
  • Habla sobre tus sentimientos y preocupaciones con un consejero

Preparación para la consulta

Es probable que te deriven a un médico especializado en trastornos del cerebro y del sistema nervioso (neurólogo).

Qué puedes hacer

  • Anota los síntomas que sientas, incluidos aquellos que quizás no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas o suplementos que tomas.
  • Anota tu información médica clave, incluidas otras afecciones.
  • Anota información personal importante, incluso cualquier cambio o situación estresante reciente en tu vida.
  • Escribe preguntas para hacer al médico.
  • Pídele a un amigo o a un familiar que te acompañe para ayudarte a recordar lo que diga el médico.

Preguntas para hacerle al médico

  • ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme?
  • ¿Qué tipo de tratamientos necesito?
  • ¿Cuán rápido esperas que los síntomas mejoren con el tratamiento?
  • ¿En qué medida esperas que me recupere?
  • ¿Cuánto tiempo llevará la recuperación?
  • ¿Tengo riesgo de sufrir complicaciones a largo plazo?

Además de las preguntas que hayas preparado para hacerle al médico, no dudes en hacerle otras durante la consulta.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga varias preguntas. Estar listo para responderlas puede dejar tiempo para revisar los puntos a los que quieras dedicarles más tiempo. Es posible que te pregunte lo siguiente:

  • ¿Qué síntomas tienes y qué partes del cuerpo están afectadas?
  • ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas? ¿Aparecieron de forma repentina o progresivamente?
  • ¿Te parece que los síntomas se extienden o empeoran?
  • Si sientes debilidad, ¿afecta un lado del cuerpo o los dos?
  • ¿Has tenido problemas con el control de la vejiga o de los intestinos?
  • ¿Has tenido problemas para ver, respirar, masticar o tragar?
  • ¿Has tenido alguna enfermedad infecciosa hace poco?
  • En este último tiempo, ¿estuviste en una región forestada o viajaste al exterior?
  • En este último tiempo, ¿te sometiste a algún procedimiento médico o recibiste vacunas?