Diagnóstico

No existe una prueba infalible para confirmar o descartar una alergia alimentaria. Tu equipo de atención médica considerará algunos factores antes de hacer un diagnóstico. Estos factores incluyen los siguientes:

  • Tus síntomas. Explícale detalladamente al equipo de atención médica los antecedentes de tus síntomas o los de tu hijo (qué alimentos y en qué cantidades parecen causar problemas).
  • Tus antecedentes familiares de alergias. Comparte también información sobre los miembros de tu familia que tengan algún tipo de alergia.
  • Un examen físico. Con frecuencia, un examen minucioso puede ayudar a identificar o descartar otros problemas médicos.
  • Una prueba cutánea. Una prueba de punción epidérmica puede determinar tu reacción a un alimento en particular. Para esta prueba, se coloca sobre la piel del antebrazo o la espalda una pequeña cantidad del alimento del que se sospecha que podría causar una reacción alérgica. Luego, el médico u otro profesional de atención médica pincha la piel con una aguja para permitir que una pequeña cantidad de la sustancia penetre debajo de la superficie de la piel.

    Si eres alérgico a la sustancia que se está probando, te aparecerá un pequeño bulto o una reacción. Sin embargo, una reacción positiva a esta prueba no es suficiente para confirmar una alergia al alimento en cuestión.

  • Un análisis de sangre. Un análisis de sangre puede medir la respuesta del sistema inmunitario ante un alimento en particular, ya que mide un anticuerpo, denominado inmunoglobulina E, que se relaciona con las alergias.

    Para este análisis, se toma una muestra de sangre en el consultorio del profesional de atención médica y se envía a un laboratorio clínico. Luego, se analizan las respuestas para diferentes alimentos.

  • Una dieta de eliminación. Es posible que te pidan que elimines de tu dieta los alimentos sospechosos durante una o dos semanas y que luego los reincorpores de uno en uno. Este proceso ayuda a vincular los síntomas con alimentos específicos. Sin embargo, las dietas de eliminación no son infalibles.

    Una dieta de eliminación no sirve para indicar si la reacción a un alimento en particular es una verdadera alergia o una sensibilidad alimentaria. Además, si tuviste una reacción grave a algún alimento con anterioridad, una dieta de eliminación puede no ser un método seguro.

  • Prueba de provocación oral con alimentos. Durante esta prueba, que se realiza en el consultorio de un profesional de atención médica, te darán pequeñas cantidades del alimento del que se sospecha que ocasiona tus síntomas, y estas luego se aumentarán progresivamente. Si no tienes una reacción durante esta prueba, es posible que puedas incorporar el alimento a tu dieta nuevamente.

Tratamiento

La única forma de evitar una reacción alérgica es no comer los alimentos que pueden causar síntomas. Sin embargo, a pesar de tus esfuerzos, puedes entrar en contacto con un alimento que causa una reacción.

En caso de una reacción alérgica leve, los antihistamínicos de venta libre o de venta con receta médica pueden ayudar a reducir los síntomas. Estos medicamentos pueden tomarse después de la exposición al alimento que causa la alergia para ayudarte a aliviar la picazón o la urticaria. Sin embargo, los antihistamínicos no sirven para tratar una reacción alérgica grave.

En caso de una reacción alérgica grave, es posible que debas acudir a la sala de emergencias para que te administren una inyección de epinefrina de inmediato. Muchas personas con alergias llevan consigo un autoinyector de epinefrina (Adrenaclick, EpiPen). Este dispositivo combina una jeringa y una aguja oculta que inyecta una sola dosis del medicamento cuando se lo presiona contra el muslo.

Si te han recetado un autoinyector de epinefrina:

  • Debes saber cómo usar el autoinyector. Además, asegúrate de que las personas más cercanas a ti sepan cómo darte el medicamento; si están contigo durante una urgencia anafiláctica, podrían salvarte la vida.
  • Llévalo contigo en todo momento. Quizá sea una buena idea tener un autoinyector adicional en el auto o en el escritorio del trabajo.
  • Asegúrate siempre de reemplazar la epinefrina antes de la fecha de caducidad; de lo contrario, podría no funcionar correctamente.

Tratamientos experimentales

Si bien hay investigaciones en curso para desarrollar mejores tratamientos para reducir los síntomas de la alergia alimentaria y prevenir los ataques de alergia, no hay ningún tratamiento comprobado que pueda prevenir o aliviar completamente los síntomas.

Una alternativa que se estudia actualmente como tratamiento para la alergia alimentaria es la inmunoterapia oral. Durante este tratamiento, se ingieren o se colocan debajo de la lengua pequeñas dosis de los alimentos a los que eres alérgico. A esto se lo conoce como administración sublingual. La dosis del alimento que provoca las alergias se incrementa progresivamente.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó recientemente el primer fármaco oral de inmunoterapia, el polvo dnfp (Palforzia) alérgeno del cacahuate (Arachis hypogaea), para tratar a niños de 4 a 17 años con una alergia confirmada al maní. Este medicamento no está recomendado para personas con asma no controlada o con ciertas afecciones, como la esofagitis eosinofílica.

Más información

Estudios clínicos

Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.

Estilo de vida y remedios caseros

Una de las claves para prevenir una reacción alérgica es evitar por completo los alimentos que causan los síntomas.

  • No des nada por sentado. Lee siempre las etiquetas de los alimentos para asegurarte de que no contengan ningún ingrediente al que seas alérgico. Incluso si crees saber lo que hay en un alimento, verifica la etiqueta. A veces, los ingredientes cambian.

    Las etiquetas de los alimentos deben indicar claramente si el producto alimenticio contiene algún ingrediente que sea un alérgeno común. Lee las etiquetas de los alimentos atentamente para evitar las fuentes de alérgenos más comunes: leche, huevos, maní, frutos secos, pescado, mariscos, soja y trigo.

  • Ante la duda, recházalo. En restaurantes y en reuniones sociales, siempre existe el riesgo de comer algún alimento al que seas alérgico. Muchas personas no entienden la gravedad de las reacciones alérgicas a la comida y, tal vez, no se den cuenta de que incluso una cantidad pequeña puede causar una reacción grave a algunas personas.

    Si tienes incluso la más mínima sospecha de que un alimento puede tener un ingrediente al que eres alérgico, no lo comas.

  • Pide ayuda a los cuidadores. Si tu hijo tiene una alergia alimentaria, busca la ayuda de familiares, niñeros, maestros y otras personas encargadas del cuidado. Asegúrate de que entiendan la importancia de que tu hijo evite los alimentos que le causan alergia y de que sepan qué hacer en caso de emergencia.

    También es importante informarles sobre las medidas que pueden tomar para prevenir una reacción en primer lugar, como lavarse bien las manos y limpiar las superficies que puedan haber entrado en contacto con los alimentos que causan la alergia.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Una alergia alimentaria puede ser un motivo de preocupación constante y afectar la vida en casa, la escuela y el trabajo. Las actividades cotidianas que suelen ser fáciles para la mayoría de las familias, como comprar alimentos y preparar comidas, pueden convertirse en momentos de estrés para las familias y los cuidadores de personas con alergias alimentarias.

Tenga en cuenta estas estrategias para ayudar a controlar el estrés relacionado con la alergia alimentaria de su hijo:

  • Conéctate con otras personas. Tener la posibilidad de hablar sobre las alergias alimentarias e intercambiar información con otras personas que también las padecen puede ser muy útil.

    Varios sitios de Internet y organizaciones sin fines de lucro ofrecen información y foros para hablar acerca de las alergias alimentarias. Algunos de ellos están dirigidos concretamente a padres de niños con alergias alimentarias. El sitio web de Food Allergy Research & Education (Investigación y Educación sobre Alergias Alimentarias) te permitirá encontrar grupos y eventos de apoyo en la zona donde vives.

  • Informa a los que te rodean. Asegúrate de que la familia y los cuidadores, incluidos los niñeros y el personal escolar, conozcan a fondo la alergia alimentaria de tu hijo.
  • Aborda las situaciones de acoso. A veces, los niños reciben acoso en la escuela por sus alergias alimentarias. Hablar de la alergia de tu hijo con el personal de la escuela reduce en gran medida el riesgo de que tu hijo sea objeto de acoso.

Preparación para la consulta

Como las citas médicas pueden ser breves y, a menudo, hay muchos temas para tratar, es una buena idea ir bien preparado. A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte y a saber lo que puedes esperar.

  • Anota cualquier síntoma que hayas tenido, incluso los que no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica.
  • Anota información personal clave, como episodios de estrés importantes o cambios recientes en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomes.
  • Pide a un familiar o a un amigo que te acompañe, de ser posible. A veces, puede ser difícil recordar toda la información que te proporcionan durante una cita médica. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que se te pasó por alto o que olvidaste.
  • Anota las preguntas que quieres hacerle al equipo de atención médica.

El tiempo es limitado; por eso, preparar una lista de preguntas te ayudará a aprovechar ese tiempo al máximo. Clasifica las preguntas desde las más importantes a las menos, en caso de que se acabe el tiempo. Algunas preguntas básicas son las siguientes:

  • ¿Es probable que la causa de mi afección sea una alergia alimentaria u otra reacción?
  • ¿Qué tipo de pruebas necesitan hacerme?
  • ¿Es probable que la afección sea temporal o persistente?
  • ¿Qué tratamientos hay disponibles y cuáles me recomienda?
  • ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que me propone?
  • Tengo estas otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlar estas afecciones de manera conjunta?
  • ¿Debo restringir mi alimentación de alguna manera?
  • ¿Debería consultar con un especialista? ¿Cuánto costará eso?, ¿cubrirá mi seguro la consulta con un especialista?
  • ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me receta?
  • ¿Tiene algún material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda visitar?

Si tu hijo tiene una cita con el médico por una alergia alimentaria, también es conveniente que preguntes lo siguiente:

  • ¿Es probable que mi hijo supere esta alergia cuando crezca?
  • ¿Hay alternativas para los alimentos que desencadenan los síntomas de alergia en mi hijo?
  • Debido a su alergia alimentaria, ¿cómo puedo ayudar a mantener seguro a mi hijo en la escuela?

Además de las preguntas que preparaste para hacerle al médico, no dudes en hacer preguntas durante la cita.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga algunas preguntas. Estar preparado para responderlas puede ahorrar tiempo que podrás utilizar para hablar sobre cualquier tema al que quieras dedicarle más atención. Es posible que te pregunten lo siguiente:

  • ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
  • ¿Cuál era la intensidad de los síntomas?
  • ¿Cuánto tardaron en aparecer los síntomas luego de comer el alimento al que sospechas que eres alérgico?
  • ¿Tomaste algún medicamento para la alergia de venta libre, como antihistamínicos, y de ser así, te ayudaron?
  • ¿Parece tu reacción desencadenarse siempre al consumir un determinado alimento?
  • ¿Cuánto comiste antes de la reacción?
  • ¿Estaba el alimento que causó la reacción cocido o crudo?
  • ¿Sabes cómo se preparó el alimento?
  • ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
  • ¿Hay algo que pienses que haga empeorar tus síntomas?

Qué puedes hacer mientras tanto

Si sospechas que tienes una alergia alimentaria, evita toda exposición a ese alimento hasta tu cita médica. Si comes el alimento y tienes una reacción leve, los antihistamínicos de venta libre pueden ayudar a aliviar los síntomas. Busca ayuda de emergencia si tienes una reacción más grave o síntomas de anafilaxia.

Dec. 13, 2023
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