Diagnóstico

El diagnóstico de infección por C. difficile se basa en tener:

  • Diarrea.
  • Otros síntomas de la infección por C. difficile.
  • C. difficile en una muestra de heces.

Las personas con deposiciones regulares y formadas no deben someterse a pruebas de detección de la infección por C. difficile. Algunas personas contraen la infección por C. difficile sin haber tomado antibióticos. Por lo tanto, el uso reciente de antibióticos no es necesario para hacer un diagnóstico de infección por C. difficile.

Análisis de heces

Si se sospecha una infección por C. difficile, uno o varios análisis de una muestra de heces pueden mostrar las toxinas o las cepas de la bacteria que producen toxinas.

Examen de colon

En raras ocasiones, para ayudar a confirmar el diagnóstico de infección por C. difficile, un proveedor de atención médica puede examinar el interior del colon. Las pruebas utilizadas son la sigmoidoscopia flexible o la colonoscopia. Las pruebas consisten en introducir en el colon una sonda flexible con una pequeña cámara en un extremo para buscar zonas problemáticas. Estas pruebas también pueden buscar otras causas de los síntomas.

Exámenes de detección por imágenes

Una radiografía de la zona del estómago o una tomografía computarizada pueden detectar posibles complicaciones de la infección por C. difficile. Estos estudios por imágenes pueden detectar:

  • Engrosamiento de la pared del colon.
  • Agrandamiento del intestino.
  • Un agujero, llamado perforación, en el revestimiento del colon.

Tratamiento

Los tratamientos solo se utilizan para los síntomas de la infección. Las personas portadoras de la bacteria pero que no están enfermas no reciben tratamiento.

Antibióticos

Si la infección por C. difficile está relacionada con un antibiótico, es probable que un proveedor de atención médica suspenda su uso. Sin embargo, a menudo se necesita un antibiótico para tratar otra enfermedad infecciosa. El cambio a otro antibiótico podría tener menos probabilidades de causar diarrea relacionada con la infección por C. difficile.

Los antibióticos son el principal tratamiento de la infección por C. difficile. Los antibióticos más utilizados son:

  • Vancomicina (Firvanq Kit).
  • Fidaxomicina (Dificid).

Metronidazol (Flagyl) puede utilizarse con vancomicina para tratar la infección grave por C. difficile.

Cirugía

La cirugía para extirpar la parte del colon afectada por la enfermedad puede ser necesaria si hay:

  • Dolor intenso.
  • Fallo orgánico.
  • Megacolon tóxico.
  • Hinchazón e irritación, denominada inflamación, del revestimiento de la pared que rodea la zona del estómago.

Tratamiento de la infección de repetición

Alrededor del 25 % de las personas tratadas por infección de C. difficile vuelven a enfermar. La razón puede ser que la primera infección nunca desapareció o que las bacterias causan una nueva infección. El riesgo aumenta con cada infección por C. difficile. Después de tres o más infecciones, el riesgo de padecer otra infección es superior al 50 %.

El riesgo de infección repetida es mayor en las personas que:

  • Tienen más de 65 años.
  • Están tomando otros antibióticos para otra enfermedad mientras toman antibióticos para la infección por C. difficile.
  • Padecen una enfermedad grave, como insuficiencia renal crónica, enfermedad inflamatoria intestinal o enfermedad hepática crónica.

El tratamiento de la infección por C. difficile que reaparece puede incluir lo siguiente:

  • Antibióticos. El tratamiento de las infecciones de repetición puede incluir uno o varios ciclos de antibióticos. El antibiótico suele ser diferente del utilizado al principio. La terapia antibiótica funciona peor cada vez que reaparece la infección.
  • Terapia basada en anticuerpos. Un tratamiento conocido como bezlotoxumab (Zinplava) es un anticuerpo humano contra la toxina B de C. difficile. Se ha demostrado que reduce el riesgo de reinfección por C. difficile en personas de alto riesgo de repetir eventos.
  • Trasplante de microbiota fecal. El trasplante de microbiota fecal es un tratamiento más reciente para la infección por C. difficile que sigue reapareciendo. El trasplante de microbiota fecal se ha estudiado en ensayos clínicos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. no ha aprobado el trasplante de microbiota fecal pero permite su uso para la infección por C. difficile como prueba.

    El trasplante de microbiota fecal restaura las bacterias intestinales sanas introduciendo las heces de otra persona (donante) en el colon mediante sondas especializadas que se introducen por el recto. A las personas donantes se las examina para detectar enfermedades, se analiza su sangre para detectar infecciones y se analizan cuidadosamente las heces para detectar parásitos, virus y otras bacterias infecciosas antes de utilizarlas para el trasplante de microbiota fecal.

    Las personas que se someten a este trasplante pueden tener que firmar un formulario de consentimiento sobre los beneficios y los riesgos del tratamiento. El trasplante de microbiota fecal también se conoce como trasplante de heces o trasplante de microbiota intestinal.

    El trasplante de microbiota fecal restaura las bacterias intestinales sanas introduciendo en el colon las heces de otra persona, llamada donante, mediante sondas especiales que se introducen por el recto. A las personas donantes se las examina para detectar enfermedades, se analiza su sangre para detectar infecciones y se analizan cuidadosamente las heces para detectar parásitos, virus y otras bacterias infecciosas antes de utilizarlas para el trasplante de microbiota fecal.

    La investigación ha demostrado que el trasplante de microbiota fecal realizado una o más veces tiene una tasa de éxito superior al 85 % en el tratamiento de las infecciones por C. difficile que reaparecen.

  • Probióticos. Los probióticos son suplementos o alimentos que contienen microorganismos para mantener o mejorar las bacterias buenas del organismo. El papel de estos productos en la infección por C. difficile no está claro. No todas las investigaciones han demostrado que los probióticos sean útiles para prevenir o tratar la infección por C. difficile.

    Los investigadores están estudiando probióticos avanzados para el tratamiento o la prevención de la infección por C. difficile. Estos productos no se ofrecen fuera de los estudios de investigación.

Estilo de vida y remedios caseros

El tratamiento de apoyo para la diarrea incluye:

  • Mucho líquido. Elige líquidos que contengan agua, sal y azúcar, como jugos de fruta diluidos, refrescos y consomés.
  • Buena nutrición. Para la diarrea acuosa, come alimentos ricos en almidón, como papas, fideos, arroz, trigo y avena. Otras buenas opciones son las galletas saladas, los plátanos, la sopa y las verduras hervidas. Si no tienes hambre, es posible que al principio necesites una dieta líquida. Una vez que desaparezca la diarrea, es posible que tengas problemas para digerir la leche y los productos lácteos durante un tiempo.