Cáncer de huesos

Isaac es una persona con mucha energía y a la que le encanta hacer actividades con sus hijos. Le encanta pasar tiempo al aire libre. Es muy aventurero y es emocionante pasar tiempo con él. Creo que eso es, en parte, por lo que me enamoré de él al principio.

Soy Isaac García. Tengo 38 años y vivo en Río Rancho, Nuevo México. Estoy casado con Sarah García desde hace 15 años. A finales de 2014, empecé a tener un dolor sordo en la ingle y mi médico de atención primaria local me remitió a un urólogo, lo que llevó a un diagnóstico erróneo y una cirugía innecesaria. Eso acabó retrasando que descubriese el problema real. Después me derivaron a un especialista en ortopedia aquí, en Albuquerque. El especialista en ortopedia pensó que como hago mucha bici de trial posiblemente me habría lesionado algo en algún choque y que no sería gran cosa, que sería una tendinitis. "Vamos a hacer una resonancia magnética para ver cómo está la zona y no será gran cosa".

Así que fuimos al médico y cuando salió nos dijo: "Tengo malas noticias. Parece que lo que tienes es un tumor maligno en el hueso. Tienes que ir a un oncólogo ortopédico. En recepción os darán la información." Y se fue.

Mi mujer y yo nos derrumbamos. Lloramos mucho. No eran buenas noticias. Eran noticias horrorosas, de hecho.

Tenía mucho miedo de que el diagnóstico de cáncer de huesos significase que no iba a poder estar con nosotros. Estuvimos todo el día dando vueltas para tratar de encontrar a un oncólogo ortopédico. Los tiempos de espera eran de seis semanas o más solo para hablar con el médico. Llamé a mi jefe porque no estaba en condiciones de ir a trabajar al día siguiente. Me dijo que no me diese por vencido, que había otros sitios. Ve a donde necesites ir. Así que busqué en Google "mejor médico de cáncer de huesos" y apareció el hospital Mayo.

Mi mujer se puso en contacto con Mayo Clinic en Phoenix y nos dijeron que les enviásemos por fax mi informe de resonancia magnética y algunos datos más, y que se pondrían en contacto con nosotros. Eso fue un lunes y nos llamaron al día siguiente, el martes, para decirnos que fuésemos el viernes.

Tras completar todas las pruebas e investigaciones y realizar una biopsia, el diagnóstico fue un condrosarcoma. Se trata de un tumor óseo maligno en una ubicación muy complicada y problemática: estaba en la cavidad de la articulación de la cadera. El condrosarcoma es un problema puramente quirúrgico. No hay disponibles otras opciones de tratamiento médico ni de otro tipo para abordarlo. Y el tratamiento quirúrgico para su caso consistía en extraer toda la articulación de la cadera: la articulación compuesta por cabeza y acetábulo. Afortunadamente, no tuvimos que extraer ninguno de los músculos importantes que rodean la cadera, pero nos enfrentábamos a un problema complicado para la reconstrucción.

Básicamente hay tres opciones, una es extraer y no volver a colocar nada. Es decir, se extrae la cavidad de la articulación de la cadera y la parte superior del fémur y no se pone nada en su lugar. Se deja la cadera flotante. Otra opción es usar la pelvis de un cadáver. Hacen que encaje y confían en que se ajuste bien. Al Dr. Beauchamp tampoco le gustaba esa idea. Dijo que la mejor opción era un implante de titanio impreso en 3D.

El tratamiento posterior a la extirpación de la articulación de la cadera se ha convertido casi en el santo grial de la oncología ortopédica. Podemos hacerlo mejor que antes. Tenemos la tecnología necesaria para poder hacer la resección, imprimir el modelo y diseñar un implante.

Sí, el Dr. Beauchamp salió para decirnos que había sido todo un éxito, esas fueron sus palabras para describir la cirugía. Dijo: "Lo he sacado todo. Los márgenes están limpios. Lo he sacado todo. Ya no hay cáncer".

Gracias a Mayo Clinic he vuelto a tener una vida normal, una buena vida. Ahora aprecio mucho más las pequeñas cosas que normalmente se dan por sentadas. Valoro mucho más la vida.

Me gustaría decirle al Dr. Beauchamp que se lo agradezco muchísimo. Ha tenido un impacto enorme en la vida de mi marido y en mi vida y la de mis hijos. Gracias a esta tecnología tan increíble que no está en ningún otro sitio ha conseguido un resultado muy bueno. Ha hecho un trabajo impresionante. Le diría que muchas gracias.

[MUSIC PLAYING]

Shanna Decker, Cancer survivor: My knee really just started to hurt a whole lot. And it went from no pain, to debilitating pain in three weeks. So much so, that as a seven-year-old, I asked my mom to take me to the doctor.

Vivien Williams: Experts at Mayo Clinic diagnosed a rare bone cancer called osteosarcoma.

Ms. Decker: But all I knew of cancer was that people died of cancer, basically. And so when they said cancer, immediately, even though I was seven, I knew this is a bad deal. Will I survive? Things like that.

Ms. Williams: That is a question no seven-year-old should have to ponder.

Carola Arndt, M.D., Pediatric Oncology, Mayo Clinic: So treatment for osteosarcoma involves surgery and chemotherapy.

Ms. Williams: Pediatric oncologist, Dr. Carola Arndt, and orthopedic surgeon, Dr. Franklin Sim, led the multi-disciplinary team that cared for Shanna.

Franklin Sim, M.D., Orthopedic Surgery, Mayo Clinic: The tumor was in the lower end of the thigh bone.

Ms. Williams: Shanna started chemotherapy and then had surgery, which in the past, would have meant amputating her left leg above the knee. Instead, she had what was then a new and groundbreaking procedure called rotationplasty. During the operation, Dr. Sim removed the section of the thigh, or femur bone, that involves the tumor as well as the knee and part of the shinbone, or tibia. Then, he rotates the lower leg and fuses it to the femur. The ankle now becomes the knee.

Ms. Decker: So on this leg, I take it off and then this is my foot, on backwards.

Ms. Williams: It may look a bit strange but the procedure and prosthesis have allowed Shanna to do just about anything. She says it was surprisingly easy to adjust to her new normal.

Ms. Decker: And as soon as my leg healed, I was walking with a prosthetic and it took me about 30 seconds to learn how to re-walk.

Ms. Williams: Shanna, who is now 24, has accomplished a lot in the years since her diagnosis and surgery.

Ms. Decker: So I'm 16 years out of cancer now, which seems so crazy, 16 years.

Dr. Sim: And we've seen her grow through her childhood and function as she's been able to do and remain active. And now at this stage, she's finished college and she's passing it on. She's giving back.

Ms. Decker: Right after my treatment, when I was eight years old, 1999, my family started mentoring kids with cancer.

Ms. Williams: Then, in 2007, with three other families, they started an organization called Brighter Tomorrows.

Ms. Decker: It supports families emotionally, spiritually, educationally, and a little bit financially, when they're diagnosed with cancer. And we have hundreds of people in our database now.

Dr. Arndt: It makes my day. If at the end of the day or during the course of the day, I see a long-term survivor like Shanna, it puts things in perspective and it reminds me this is why we do what we do.

Ms. Decker: Helping families with cancer. Being an advocate for childhood cancer. Helping every single family who walks through the journey, so they're not by themselves.

Ms. Williams: Giving back hope, love and healing.

[MUSIC PLAYING]